La Administración estadounidense publicó ayer una nueva normativa por la cual obliga a las líneas aéreas del país a llevar defibriladores externos (AED) y equipos de medicina urgente en sus aviones. La normativa se aplica a todos los vuelos naciones e internacionales con un peso que supere las 7.5000 libras y en la que viaje al menos una azafata.
El Gobierno ha dado como plazo tres años para que las compañías apliquen a todos sus aparatos la nueva ley. La normativa también incluye una serie de medicamentos que obligatoriamente deberán viajar en el avión, entre ellos las antihistaminas, la aspirina, los inhaladores broncodilatadores y las mascaras de reanimación cardiopulmonar. La tripulación de las compañías aéreas recibirán una formación inicial sobre medicina de urgencias y sobre cómo utilizar el AED.