El sector turístico se está viendo menos afectado por la crisis económica que otros. Aun así, ha tenido que recurrir a descuentos masivos para salvar el final de la campaña veraniega. De este modo, ha sido posible pasar una semana en algunos hoteles de la costa mediterránea casi por la mitad del coste que años anteriores.
Prácticamente todas las encuestas realizadas desde junio hasta ahora entre los ciudadanos europeos revelan que estos se han apretado el cinturón estas vacaciones o, al menos, así lo han declarado tras afirmar que habían disfrutado su periodo de descanso en destinos más cercanos y, al mismo tiempo, habían reducido su estancia.
El frenazo económico generalizado en la Unión Europea (UE), la elevada inflación en muchos de sus Estados miembros y unas condiciones meteorológicas cambiantes han hecho que la demanda de viajes se haya retraído este año, lo que ha pasado factura a la industria turística europea, la primera del mundo con unos ingresos anuales de 316.000 millones de euros.
La restauración y los servicios complementarios son los más afectados por el impacto de la crisis económica en el turismo
La restauración y los servicios complementarios son los más afectados por el impacto de la crisis económica en el turismo. De hecho, bares, restaurantes y cafeterías redujeron casi un 6% su negocio entre julio y agosto.
Lo preocupante para el sector es que todo ello ha ocurrido en plena temporada alta, que supone más de la mitad de sus ingresos anuales y, además, sin que la desaceleración de la economía haya tocado suelo, ya que lo peor se espera para finales de 2008 y principios del año que viene.
Optimismo del Gobierno
Pese a todo, el Gobierno confía en que la industria turística nacional logrará, al menos, repetir los mismos resultados que en 2007. Según el ministro de Industria, Turismo y Comercio, Miguel Sebastián, el negocio va «razonablemente bien», sobre todo en comparación con otros ámbitos y teniendo en cuenta que las economías de sus principales clientes europeos «no pasan precisamente por su mejor momento».
En los siete primeros meses del año las llegadas de turistas se estancaron, con una mejora interanual mínima del 0,2%
No obstante, en los siete primeros meses del año las llegadas de turistas se estancaron, con una mejora interanual mínima del 0,2% tras un julio malo (caída del 8%), si bien todo apunta a que en agosto se han recuperado gracias a las ofertas de última hora de los hoteleros, que han colaborado muy de cerca con las agencias de viajes para lograr paquetes vacacionales más baratos y dinámicos.
En lo que a la demanda nacional se refiere, este año se han incrementado de forma notable los alquileres turísticos en detrimento de la hostelería reglada, imprevisto que ha sido compensado en la costa mediterránea por los turistas extranjeros, que han gastado más. Pero esta solución no ha sido posible en Galicia y la cornisa cantábrica, lo que propiciará que sus resultados sean algo peores cuando en octubre se haga balance de la temporada veraniega.
