La producción nacional de miel baja un 40% por los estragos de los incendios en las colmenas este verano

Este descenso se suplirá probablemente con miel de otras procedencias, fundamentalmente de Argentina
Por EROSKI Consumer 17 de noviembre de 2003

Los estragos que el calor y los incendios de este verano causaron en las colmenas de toda España han bajado la producción nacional de miel un 40%, por lo que previsiblemente se importará más miel extranjera, fundamentalmente de Argentina, ya que, por cuestiones sanitarias, permanecen cerradas las fronteras a las importaciones de China, el otro país suministrador de miel a la Unión Europea (UE).

La Confederación de Organizaciones Agrarias (COAG) calcula que más de 77.000 colmenas se vieron afectadas por el fuego sólo en Extremadura y Andalucía, dos de las regiones con mayor producción de miel, y estima las pérdidas en 45 millones de euros. Las mermas se deben a la mortalidad de las colmenas por incendios, la desaparición de los arbustos y plantas melíferas existentes en las zonas quemadas, que no podrán aprovecharse en unos cinco años, y a la muerte por asfixia de los insectos. Además, se vislumbran problemas posteriores que surgirán debido a la esterilización total o parcial de las abejas reinas.

«Esto supone un serio revés para el sector», según el encargado de apicultura de la COAG, Techu Ruiz, quien asegura que el descenso de producción nacional se suplirá probablemente con miel de otras procedencias y descarta una subida de precios. «En el conjunto de la UE se importa el 50% de la miel que se consume y los principales países proveedores son China y Argentina, pero las fronteras con el país asiático continúan cerradas por decisión de la Comisión Europea desde marzo de 2002 tras detectarse sustancias prohibidas, por lo que se espera que se importe producto argentino», afirma.

Según explica Ruiz, «la calidad de estas mieles es inferior a la nacional» y por ello los apicultores demandan controles, no sólo para la producción nacional, sobre la que existe un decreto de calidad que todos deben cumplir, sino sobre las importaciones. Precisamente éstas son uno de los varios problemas que afronta el sector apícola español. «La miel se puede importar pero la labor polinizadora y beneficiosa para el medio ambiente de las abejas no», puntualiza Ruiz.

Al margen de estos problemas, nadie niega las propiedades nutritivas y beneficiosas de la miel, el alimento natural más energético que existe y utilizado desde el neolítico, aunque fueron los árabes los primeros difusores en el mundo occidental de sus aplicaciones terapéuticas. Según los médicos, facilita la digestión y asimilación de otros alimentos, es un suave laxante y favorece la absorción de triptofano, un precursor de la serotonina, lo que le adjudica propiedades sedantes.

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