La adición de proteínas de la leche materna en alimentos infantiles podría prevenir la obesidad

Protegería frente a alteraciones metabólicas propias de una dieta rica en grasa y evitaría el desarrollo de un hígado graso
Por EROSKI Consumer 27 de junio de 2010

Un equipo de científicos del Centro de Investigación Biomédica en Red-Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición (CIBERobn), dependiente del Ministerio de Ciencia e Innovación, ha confirmado que la adición de un determinado grupo de proteínas presentes en la leche materna, las leptinas, en los preparados alimenticios infantiles podría prevenir la obesidad durante la edad adulta. Además, protegería al organismo frente a alteraciones metabólicas asociadas al consumo de una dieta rica en grasa y evitaría el desarrollo de un hígado graso, según este estudio.

Dirigida por el profesor Andreu Palou, de la Universidad de Illes Balears, la investigación ha demostrado en ratas que la leptina puede ser «un valioso recurso» médico contra la obesidad, aunque no de la forma en que se creía. «Su ingesta con la leche materna no tiene efectos sobre los centros cerebrales del apetito y el peso corporal que se manifiestan a largo plazo, lo que hace es reprogramarlos para la vida adulta», indicó el responsable del trabajo.

Los científicos detectaron que esta proteína, presente en la leche materna, podía absorberse intacta por el estómago del bebé, algo «sorprendente» si se tiene en cuenta que casi todas las proteínas se destruyen en el estómago. El hecho de que la leptina esté presente en la leche materna, pero no en los preparados alimenticios ni leches artificiales, abre «nuevas vías para la prevención de la considerada epidemia del siglo XXI», señaló profesor Palou. Además de recomendar la lactancia materna siempre que sea posible, en el futuro se debería plantear la posibilidad de que los preparados alimenticios contengan una cantidad suficiente de leptina, «al menos durante una parte de la lactancia», un periodo «crítico» para que el niño pueda consolidar su sistema fisiológico de prevención frente a la obesidad, explicó el investigador.

«No resulta extraño escuchar que la mujer embarazada puede, e incluso debe, comer por dos, lo que justifica así de algún modo el exceso de alimentos y la falta de control de ingesta durante el embarazo», indicaron desde CIBERobn. Sin embargo, ésta es una postura que «se debe desterrar de raíz», destacaron. «Las futuras madres han de comer para dos personas, una de las cuales está en pleno desarrollo y necesita nutrirse de forma saludable para crecer», ya que «la nutrición equilibrada durante el embarazo es esencial para asegurar un bebé sano y un adulto menos expuesto a posibles enfermedades», apuntaron al respecto.

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