Una dieta mediterránea enriquecida con aceite de oliva virgen o frutos secos puede revertir la arteriosclerosis

Esta conclusión procede del mayor ensayo clínico que se ha realizado hasta ahora en España, bajo la dirección de la Universidad de Navarra
Por EROSKI Consumer 2 de septiembre de 2011

Una dieta mediterránea enriquecida con aceite de oliva virgen o con frutos secos «puede revertir la arteriosclerosis en las arterias carotídeas en un solo año». Esta conclusión procede de un ensayo realizado con 187 voluntarios en la Universidad de Navarra. «Una modificación de todo el patrón dietético es capaz de conseguir en un solo año unos resultados que no se alcanzan con los fármacos que se prescriben ni siquiera en dos años de tratamiento», señaló el director del proyecto y catedrático de Medicina Preventiva de la Universidad de Navarra, Miguel Ángel Martínez-González.

Este efecto «ya permite a los expertos ser optimistas», aunque esperarán al año 2012 para presentar los resultados finales con eventos clínicos comprobados en 7.447 participantes, quienes componen el estudio PREDIMED-Navarra, «el mayor ensayo clínico que se ha realizado hasta ahora en España», destacó la institución universitaria.

El macroestudio nutricional PREDIMED-Navarra, publicado en la revista «Atherosclerosis», se ha dirigido desde el departamento de Medicina Preventiva de la Universidad de Navarra, con la colaboración del departamento de Neurología de la Clínica Universidad de Navarra, los servicios de Atención Primaria de Osasunbidea, el Hospital Clinic de Barcelona y el Instituto de la Grasa de Sevilla. Se lleva a cabo desde 2003 con financiación del Instituto de Salud Carlos III de Madrid.

Con respecto al ensayo clínico, los voluntarios eran mayores de 55 años y con alto riesgo cardiovascular. Se dividieron en tres grupos al azar. Dos de ellos recibieron instrucciones detalladas sobre cómo seguir de forma adecuada una dieta mediterránea, mediante entrevistas trimestrales con dietistas nutricionistas formadas para esta tarea y dirigidas por Ana Sánchez-Tainta, especialista en Nutrición Humana y Dietética en el centro académico. A continuación uno de los grupos que seguía un patrón de dieta mediterráneo recibía 15 litros de aceite de oliva virgen cada trimestre. «Al otro», explicó Sánchez-Tainta, «se le facilitaban frutos secos para que los voluntarios consumieran 30 g al día de nueces, almendras y avellanas». Por último, al tercer grupo se le daban instrucciones y material para seguir una dieta baja en grasa.

A todos ellos se les midió el espesor de la capa íntima-media de la arteria carótida por ecografía, tanto al principio del estudio como al cabo de un año. «Entonces observamos que quienes tenían más engrosada esa capa -debido a la arteriosclerosis- mejoraban significativamente y había una regresión de las lesiones en el caso de las personas que habían seguido una dieta mediterránea enriquecida con aceite de oliva virgen o con frutos secos. Mejora que no se dio entre quienes no presentaron un engrosamiento de la pared de la arteria al comienzo del estudio», señaló Martínez-González.

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