Los cereales integrales

Su consumo contribuye a disminuir el riesgo de padecer ciertas enfermedades.
Por EROSKI Consumer 9 de diciembre de 2003

Estudios realizados en la actualidad han puesto de manifiesto los beneficios que supone para la salud el consumo de productos integrales (pan, arroz, pasta, cereales de desayuno, galletas…), por lo que parece recomendable incorporar habitualmente dichos alimentos en nuestra dieta.

Propiedades nutritivas más destacables

Los alimentos elaborados con cereales de grano entero, tienen un contenido nutritivo y de fibra mayor que los alimentos refinados, ya que en este proceso se eliminan ciertas partes del cereal, como el salvado y el germen. Entre los nutrientes destacados de los alimentos integrales están las vitaminas del grupo B, la vitamina E, minerales como selenio, zinc, cobre, magnesio, fósforo, hierro y grasas poliinsaturadas procedentes del germen del cereal.

Además de estas ventajas nutricionales, los cereales integrales son más sabrosos y su textura es más firme y crujiente, cualidades que son aprovechadas en la cocina para preparar productos y platos suculentos.

Como cuidan de nuestra de salud

El mayor contenido en fibra de los alimentos integrales es beneficioso por diversas razones: – mejora el tránsito intestinal y contribuye a prevenir y tratar el estreñimiento, – ejerce un importante papel en la prevención del cáncer, en especial frente al de colon, ya que las partículas responsables del desarrollo de esta enfermedad (carcinógenos) son arrastradas junto con las heces, lo que disminuye su permanencia y tiempo de contacto con el revestimiento del intestino, – la saciedad que produce el consumo de alimentos ricos en fibra evita la ingesta de otros alimentos más calóricos, un aspecto importante en las dietas de adelgazamiento y como medida preventiva frente a la obesidad, – ayudan a reducir los niveles de colesterol y por tanto, el riesgo de enfermedades cardiacas. Las personas con diabetes también se pueden beneficiar del consumo de alimentos integrales, ya que éstos tienen un índice glicémico menor que el de los refinados, es decir, que tras su ingesta no producen picos elevados de glucosa en la sangre y la demanda de insulina es menor. La vitamina E, además de proteger las membranas celulares del sistema nervioso, los glóbulos rojos, las células musculares y el sistema cardiovascular, ejerce un efecto antioxidante capaz de frenar la acción de los radicales libres, que están implicados en la aparición de diversas enfermedades.

Precauciones

Si no se está habituado a tomar alimentos integrales con frecuencia, conviene aumentar su consumo poco a poco, para evitar molestias gastrointestinales. En ciertas situaciones, el consumo de alimentos integrales está contraindicado. Tal es el cado de la diarrea, brotes agudos de la enfermedad de Crohn o de la colitis ulcerosa o cuando se van a realizar ciertas exploraciones clínicas, en cuyo caso se suele pautar una dieta pobre en fibra o residuo.

¿Los alimentos integrales adelgazan?

Muchas personas que se ponen a dieta sustituyen los alimentos refinados por otros integrales con la idea errónea de que éstos aportan menos calorías y que pueden tomarlos sin medir la cantidad. La composición de los alimentos integrales respecto a los refinados, varía sobre todo en el contenido en fibra, vitaminas y minerales, nutrientes que no influyen en las calorías totales del alimento, por lo que se puede decir que tanto los unos como los otros aportan similar cantidad de energía.

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