El dulce de leche

El postre platense por excelencia es fácil de hacer, pero para un consumo esporádico
Por EROSKI Consumer 7 de junio de 2005

El dulce de leche es un elemento imprescindible en alguno de los postres más tradicionales de Argentina y Uruguay. Su elaboración es muy sencilla, si bien su composición nutricional hace recomendable no abusar de su consumo.

Fácil de preparar

La preparación del dulce de leche no es nada complicada y los ingredientes que se necesitan pueden encontrarse con facilidad en cualquier despensa. Para comenzar su elaboración hay que mezclar en un recipiente todos los ingredientes: cuatro litros de leche, un kilo de azúcar, una cucharadita de bicarbonato de sodio y esencia de vainilla. Esta mezcla se pone a hervir durante unas horas hasta que coja color y comience a espesar. Cuando tenga una consistencia espesa se apaga el fuego y se deja que enfríe. La cantidad de dulce de leche que se obtiene de este modo es aproximadamente para ocho raciones.

Consumir con moderación

Es suficiente observar los ingredientes presentes en la elaboración del dulce de leche para llegar a la conclusión de que es aconsejable que este postre forme parte de la alimentación de forma esporádica. La leche además de proteínas y calcio, contiene grasa saturada, cuyo exceso contribuye al aumento de los niveles de colesterol en la sangre. Por otro lado la cantidad de azúcar empleada es elevada, por lo que el postre va a aportar mucha energía.

Este postre estará especialmente desaconsejado en la dieta de personas con niveles elevados de colesterol (salvo que se utilice leche desnatada en lugar de leche entera) o triglicéridos en la sangre, así como diabéticos y quienes presenten problemas de exceso de peso.

El dulce de leche en la mesa

Si se desea, el dulce de leche puede tomarse como postre único. Su dulzor y su presencia no requiere de más acompañamientos. Sin embargo, existe un buen número de recetas en las que este dulce juega un papel fundamental. Este es el caso de los «panqueques» con dulce de leche, un postre en el que el dulce de leche se emplea como relleno de crepes a los que los argentinos llaman «panqueques», o los alfajores, un tipo de bollos rellenos de dulce de leche. Ambos son postres tradicionales argentinos, algo normal si se tiene en cuenta que el origen del dulce de leche se encuentra en este país.

Además de estos postre argentinos, existe innumerables platos en los que se puede emplear con acierto el dulce de leche. Cualquier tipo de tarta, pastel o bizcocho va a poseer un aspecto y sabor especial si se rellenan con este dulce. Una combinación acertada es la de tarta de coco y dulce de leche. También es posible realizar flanes, soufflés, helados o batidos, así como acompañar al dulce de leche con unas saludables nueces picadas.

De cualquier modo, una manera excelente de poner punto final a una comida especial.

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