Ácidos grasos omega 3: más allá de los pescados azules

El aceite de semillas de ciertas plantas es muy rico en omega 3 y podría usarse como fuente de este tipo de grasas, junto con los pescados azules
Por Maite Zudaire 19 de abril de 2012
Img sardinas

Los beneficios para la salud de los ácidos grasos poliinsaturados (PUFA) omega 3 son indiscutibles. La preocupación del colectivo sanitario se centra en suplir el aporte de este tipo de ácidos grasos en personas que, por la alimentación que siguen, no ingieren suficientes alimentos que los contengan, como los pescados azules. En otros casos, la complementación a la dieta con un aporte extra es un apoyo innegable en trastornos que cursan con inflamación. Según una reciente investigación, ciertas plantas se perfilan como fuente reseñable de ácidos poliinsaturados omega 3 y el aceite extraído de sus semillas podría usarse como complemento de la dieta, si no se consume suficiente pescado azul.

Omega 3 de origen vegetal

Una investigación reciente realizada por científicos del Instituto de Nutrición de la Universidad Friedrich Schiller, de Alemania, ha identificado ciertas plantas como fuente indiscutible de ácidos poliinsaturados omega 3: alfa-linolénico (ALA) y ácido estearidónico (SDA), así como omega 6 (gamma-linolénico, GLA). Los autores estudiaron semillas de 30 especies de plantas, sobre todo de los géneros Boraginaceae (borrajas) y Primulaceae (prímula). El uso del aceite de semillas de estas plantas se revela interesante como fuente adicional de este tipo de grasas esenciales, los omega 3, hasta ahora reconocidas casi de manera exclusiva en los pescados azules.

Plantas de los géneros Boraginaceae y Primulaceae son ricas en ácidos poliinsaturados omega 3, reconocidos casi de forma exclusiva en pescados azules

Los autores descubrieron que la distribución de ácidos grasos es muy diferente entre los distintos géneros, e incluso, en la misma familia. La borraja es la especie más conocida de las Boraginaceae y su aceite se usa mucho como complemento dietético, si bien especies del género Echium, unas 60 especies más conocidas como «viboreras» por la forma parecida de su pistilo a la lengua de una víbora, se han descubierto como las de mayor cantidad de ácidos grasos omega 3 (47,1%), con predominio del ALA (36,6%) y cantidad abundante de SDA (15%).

Este último, el ácido estearidónico (SDA), es precursor para la síntesis endógena en mayor medida de EPA (ecosapentaenoico, con propiedades antiinflamatorias) en los seres humanos. Otras especies de Boraginaceae ricas en ácidos grasos poliinsaturados, en este caso más cantidad de omega 6, fueron la conocida como lengua de gato (Omphalodes linifolia), la Cerinthe minor y la lengua de pedrisca o mijo del sol de la flor azul (Buglossoides purpureocaerulea), con su llamativa flor azul.

Quiénes se podrían beneficiar del aporte extra de omega 3

Los ácidos grasos omega 3 y omega 6 son esenciales para el crecimiento y el desarrollo humano, ya que están presentes en las membranas celulares. El aporte de DHA (omega 3) durante el embarazo, la lactancia y la primera infancia se revela clave tanto para el correcto desarrollo de la visión como del tejido neuronal cerebral del niño. El DHA es un ácido graso que desempeña un rol estructural y funcional en el cerebro y en la retina. Además, en nutrición terapéutica destaca su papel en la prevención y tratamiento de varias enfermedades inflamatorias, como la artritis reumatoide, la enfermedad cardíaca y otros trastornos inflamatorios de distinta índole, como la dermatitis o la endometriosis.

Las dietas modernas occidentales son bajas en omega 3 y muy concentradas en omega 6, como consecuencia del alto consumo de carne y de aceites de girasol y maíz. Si este desequilibrio se mantiene, se altera el equilibrio entre las moléculas precursoras de eicosanoides proinflamatorios y antiinflamatorios.

La principal fuente dietética de la EPA y DHA, ambos omega 3 con efecto antiinflamatorio, son los peces marinos. En el reino vegetal, un tipo de omega 3, el ácido estearidónico (SDA), es precursor para la síntesis endógena en mayor medida de EPA en los seres humanos. Este componente se ha detectado abundante en el aceite de semillas de las especies Echium (Boraginacae). Un mayor estudio sobre la composición de estas plantas puede revelarse interesante para la nutrición preventiva y terapéutica.

OMEGA 3 VERSUS OMEGA 6

Las semillas de las plantas analizadas contienen cantidades considerables de omega 3 y omega 6, por lo que podrían ser interesantes como complemento nutricional, debido a la función biológica de estos ácidos grasos como precursores en la síntesis de eicosanoides. Pero el debate en la comunidad científica se centra en concretar el consumo proporcionado de ácidos grasos omega 6 para lograr beneficio de su actividad antiinflamatoria, y no proinflamatoria. Se conoce que, en el grupo de los omega 6, el ácido linoleico y el ácido araquidónico son el sustrato para la producción de eicosanoides, moléculas inflamatorias, vasoconstrictoras o proagregantes plaquetares, como la prostaglandina E2, el tromboxano A2 y el leucotrieno B4, que incrementan el riesgo de enfermedad cardiovascular.

También se conoce que los ácidos grasos omega 6 elevan otros eicosanoides antiinflamatorios y antiagregantes (prostaciclina, lipoxina A4,11 y ácidos epoxyeicosatrienoicos), por lo que, tal y como afirma la Asociación Americana del Corazón, no es correcto considerar a los omega 6 solo como agentes proinflamatorios.

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