Alergia al cacahuete

La introducción temprana de este alimento en la dieta infantil y su presencia en numerosos productos procesados explican el aumento de su incidencia
Por Maite Zudaire 4 de noviembre de 2008
Img cacahuetes cascara
Imagen: sanja gjenero

El cacahuete es uno de los alimentos que con más frecuencia causa reacciones alérgicas, y en ocasiones con consecuencias graves. Su participación en dichas reacciones ha aumentado en los últimos años, en parte debido al aumento del consumo de esta leguminosa, al ser más habitual en la dieta europea y presentarse de diversas maneras: en aperitivo, fresco, frito, asado, en mantequilla o en forma de aceite.

Imagen: lentejas y guisantes e, incluso, anacardos y semillas de sésamo. Este hecho explica en parte la reacción inmunológica cruzada que experimentan un importante porcentaje de personas alérgicas al cacahuete, al consumir diversos frutos secos y leguminosas distintas a dicho alimento.

El problema de esta alergia alimentaria es que es raro que desaparezca con los años. Incluso hay expertos que sugieren la posibilidad de que la alergia al cacahuete tenga un fundamento genético, aunque en este asunto queda mucho por dilucidar.

Ingredientes ocultos, etiquetado trasparente

A través de una noticia se conoció que una persona alérgica a los cacahuetes experimentó una grave reacción alérgica al consumir mantequilla de almendra. Tras la investigación, se encontró que el 10% de la mantequilla de almendra producida por una determinada planta procesadora estaba contaminada con proteínas de cacahuete, debido a que en la fábrica se alternaba la producción de mantequilla de ambos frutos secos. Este problema de sensibilización a un alimento concreto a través de una fuente dietética desconocida también ha ocurrido con productos, como caramelos y galletas, procedentes de industrias donde los fabricantes elaboraban alternativamente productos con y sin cacahuetes en las mismas máquinas.

La gravedad de la situación llevó a la Comisión Europea a revisar con firmeza la normativa relativa al etiquetado de alimentos. En noviembre de 2003 entró en vigor la nueva normativa comunitaria, la Directiva 2003/89/CE, relativa a la indicación de los ingredientes de los productos alimenticios, que hace obligatoria la descripción en la etiqueta de ingredientes reconocidos entre los alergenos alimentarios más corrientes.

Entre ellos se incluyen la leche y sus derivados, leguminosas (incluidos los cacahuetes y la soja), huevos, crustáceos, pescados, hortalizas, trigo y cereales que contengan gluten, frutos de cáscara, apio, mostaza y granos de sésamo, y productos derivados de todos estos alimentos, además de sulfitos. Tras un periodo de adaptación previsto para la industria alimentaria a las nuevas disposiciones, desde el 25 de noviembre de 2005 todos los productos comercializados deben cumplir dicha normativa.

Así, los distintos productos que puedan contener aunque sean «trazas», es decir, cantidades insignificantes de alimentos alérgenos, deben incluir en sus etiquetas la leyenda que advierta de esta posibilidad. Por ejemplo, si se revisa el etiquetado de diversos productos se observa cómo la etiqueta de un chocolate 70% cacao cuyos ingredientes son pasta de cacao, azúcar, manteca de cacao y lecitina, advierte de que «puede contener trazas de derivados de la leche, avellanas, almendras, cacahuetes y otros frutos de cáscara». La etiqueta de unas galletas rellenas de chocolate incluye un apartado de información para alérgicos que dice «contiene gluten, leche y sus derivados y soja. Puede contener trazas de huevo y cacahuetes».

Por otra parte, las personas con alergia al cacahuete también han de tener en cuenta que algunos restaurantes de comida asiática (chinos, vietnamitas o tailandeses) tienen costumbre de emplear mantequilla de cacahuete para unir los extremos de los «rollitos de primavera», y evitar así que se desprendan mientras se fríen, o emplean este alimento para dar sabor o aromatizar determinados platos.

EUROPREVALL: NOVEDADES EN ALERGIAS

EuroPrevall es un proyecto financiado por la UE integrado por más de 53 centros de investigación de 17 países europeos, además de Suiza, Islandia, Ghana, Nueva Zelanda, Australia, Rusia, India y China. El objetivo es investigar las complejas interacciones entre la ingesta de alimentos y el metabolismo, el sistema inmunológico, los antecedentes genéticos y los factores socioeconómicos, para determinar los principales factores de riesgo implicados en la alergia alimentaria.

Europrevall tiene siete objetivos principales, que convergen en un objetivo común: el de mejorar la calidad de vida de las personas con alergias alimentarias. Estos objetivos son los siguientes:

  • Establecer la prevalencia de las alergias alimentarias en adultos y niños, y los patrones de reactividad a los cinco principales alimentos alergénicos en toda Europa.
  • Identificar nuevas y emergentes alergias alimentarias en Europa oriental y en el Lejano Oriente.
  • Investigar la relación de las alergias alimentarias y factores genéticos y ambientales.
  • Proveer información actualizada sobre los principales alérgenos alimentarios.
  • Desarrollar nuevos diagnósticos y herramientas de predicción de alergias alimentarias.
  • Proporcionar información sobre el efecto de la transformación de los alimentos en la modulación de las propiedades alergénicas de los alimentos.
  • Determinar el impacto socioeconómico y el costo de las alergias a los alimentos y sus tratamientos en la Comunidad Europea.
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