Dulces navideños para niños: cómo moderar su consumo

El riesgo de que los pequeños aumenten de peso se incrementa en Navidad, debido al cambio de hábitos y al mayor consumo de calorías
Por Alma María Palau Ferré 14 de diciembre de 2012
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Imagen: noblige

Cada vez hay más dulces navideños específicos para los niños, más próximos al chocolate y menos cercanos a la tradición, es decir, al turrón clásico, los polvorones y el mazapán. ¿Cómo moderar el consumo de dulces cuando, además del contenido, los envoltorios actuales son tan atractivos para el público infantil? El siguiente reportaje sugiere cómo mantener los hábitos de alimentación saludable en Navidad, propone ocho pasos para evitar que los menores coman dulces en exceso, detalla cuáles son los principales ingredientes de los dulces navideños y cuáles son las cantidades diarias recomendadas para los pequeños.

Navidad: cómo mantener una alimentación infantil saludable

Hay alimentos tradicionales y estacionales. Es el caso del helado en verano y de los dulces navideños en invierno. Sin embargo, ambos son productos muy calóricos y ricos en grasas y en azúcares. Por ello, deben consumirse con moderación. Esto parece una misión imposible cuando llega la Navidad y los lineales del supermercado se llenan de chocolates y chocolatinas con forma de turrón, «papá noeles», campanas y dulces con envoltorios muy atractivos para los niños, donde no faltan sus personajes favoritos de la televisión.

Los niños prefieren el chocolate a los dulces tradicionales, como el turrón, el polvorón o el mazapán

Si se tiene en cuenta que la comida atrae primero por la vista, es fácil entender por qué los más pequeños harán todo lo posible por tomar los alimentos que más les llamen la atención, que por supuesto serán los dulces. Pero no cualquier dulce. En la actualidad, los niños dejan a un lado la tradición del turrón clásico, el mazapán y el polvorón, mientras que se decantan por los dulces que contienen chocolate; es decir, dulces que ya conocen y consumen y cuya única novedad en estas fechas es la presentación.

Las Navidades, por tanto, no pueden ser una excusa para tomarse vacaciones de la educación nutricional de los hijos. En cambio, son una oportunidad estupenda para enseñarles a respetar las horas de las comidas principales, a no picotear cualquier cosa, a llevar una alimentación variada y a probar un poco de todo, para poder disfrutar luego los dulces que más les gustan. Durante el curso escolar no hay tantas ocasiones como ahora, en las vacaciones, de educarles nosotros mismos y de transmitirles unos valores saludables.

Ocho pasos para evitar que los hijos coman dulces en exceso

  • 1. Esconder los dulces y sacarlos solo en las ocasiones señaladas.
  • 2. Fomentar los postres a base de fruta fresca todos los días y siempre antes de ofrecerles los dulces. La piña es una fruta idónea para hacer una buena digestión y para sorprender también a los pequeños.
  • 3. Llevarles con nosotros a hacer las compras de los menús de Navidad y dejarles elegir uno o dos dulces para estas fechas, pero no más.
  • 4. Darles ejemplo con nuestros buenos hábitos y poner las mismas normas para todos. Lo que no es bueno para ellos, tampoco lo es para nosotros.
  • 5. Para no sobrepasar el umbral de azúcar en las comidas, fomentar el agua como bebida frente a los refrescos y los zumos.
  • 6. Al sacar los dulces a la mesa, sobre todo el turrón de chocolate, hay que ponerlo cerca de nosotros y fuera de su alcance, para que tengan que pedirlo y controlemos lo que comen.
  • 7. Intentar que solo tomen dulces una vez al día.
  • 8. No descuidar el desayuno, completo y saludable, para que no lleguen a la comida principal con demasiado apetito.

Ingredientes principales de los dulces navideños

Los ingredientes de los dulces navideños son, en sí, saludables y nutritivos. No obstante, es obligado cuidar la cantidad y la frecuencia de su consumo.

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Imagen: Olyina

Niños y dulces navideños, ¿cuántos deben comer al día?

Los niños en etapa escolar (6-12 años) necesitan entre 1.600 y 2.500 calorías diarias, siempre en función del tipo de actividad que realizan. Desde el punto de vista nutricional, da igual que las grasas o los azúcares lleguen al organismo por un alimento o por otro. En este sentido, todos los dulces navideños son de elevado contenido calórico (alrededor de 500 kcal cada 100 gramos) y de elevado contenido en azúcares y en grasas. La ración habitual de turrón es de 30 g (una décima parte de una tableta). Si comparamos las grasas, los azúcares y las calorías de estos productos según esos 30 g de ración, tendríamos que:

ProductoKcal/30gAzúcaresGrasas
Turrón de Alicante169 kcal13 g8,5 g
Turrón de Jijona174 kcal13 g9 g
Mazapán165 kcal14 g8,5 g
Chocolate140 kcal20 g6 g
Chocolate negro156 kcal12 g10 g

Por día, no se deberían consumir más de 25-30 gramos de azúcar.

En el caso de los niños diabéticos, es muy importante prestar atención a las etiquetas de los productos. En la actualidad se comercializan dulces cuyo envasado especifica «sin azúcar añadido» y esto puede llevar a confusión al consumidor. Si el azúcar común (sacarosa) se ha sustituido por fructosa, el producto contendrá las mismas calorías que la variedad original. Por lo tanto, no hay que fiarse solo del mensaje más vistoso del envoltorio, sino que habrá que comprobar también la etiqueta al compararla con otro producto similar. Para que un alimento sea apto para diabéticos, no deberá contener más de 0,5 g de azúcar por cada 100 g de producto.

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