Cesta de Navidad: los mejores alimentos caseros para regalar

Preparar una cesta de Navidad con alimentos hechos por uno mismo es una manera original, entretenida y económica de agasajar a los seres queridos en estas fiestas
Por Peio Gartzia 2 de diciembre de 2014
Img cesta navidad casera hd
Imagen: yingko

La Navidad es época de intercambio de detalles y regalos. Una manera de demostrar a los nuestros que nos importan -sin caer en los excesos del consumo- es elaborar una cesta navideña preparada por nosotros mismos en casa. La idea es dedicar tiempo y cariño al obsequio y que se note, tanto en quien lo recibe como en nuestro bolsillo. Incluiremos alimentos con un toque personal, desde conservas y aceites personalizados, hasta vinagretas o dulces hechos en nuestras cocinas. En este artículo se destacan algunas ideas para montar una cesta navideña casera, económica, vistosa y única, ya que los alimentos que se incorporen serán el resultado de nuestra creatividad y dedicación.

La cesta de Navidad

En primer lugar, necesitaremos preparar la cesta que contendrá los alimentos. Podemos elegir una bonita caja de cartón, una cesta de mimbre o una caja de madera. Optaremos por una u otra en función de nuestros gustos. Elegiremos el tamaño de acuerdo al tipo y la cantidad de alimentos que introduzcamos en su interior. Para la decoración, dibujaremos, pintaremos, añadiremos lazos o imágenes navideñas. De nuevo, nos guiaremos por nuestros recursos creativos y la técnica o detalle que más nos guste. Cuando tengamos listo el continente, añadiremos el contenido.

Polvorones caseros

Unos polvorones caseros, envueltos en papel o en una cajita, pueden ser un buen inicio. Además, son uno de los dulces reyes de la fiesta.

  • Para elaborar polvorones para unas seis personas, se requieren 300 g de harina, 150 g de azúcar, 150 g de manteca de cerdo, 100 g de almendra tostada molida, 25 g de azúcar glass y media cucharada de canela en polvo.
  • Preparamos la harina sobre una bandeja de horno y tostamos ligeramente hasta que adquiera un color rubio (también se puede hacer en una sartén a fuego suave). Dejamos enfriar una vez tostada. A continuación, disponemos la harina tostada sobre una superficie lisa y fría, formando un volcán en cuyo centro ponemos las almendras molidas, la manteca de cerdo, el azúcar y la canela en polvo. Amasamos hasta obtener una pasta fina y compacta que estiramos con el rodillo hasta que quede de un centímetro de grosor. Cortamos la masa en piezas con forma ovalada y las colocamos en una placa de horno ligeramente untada con un poco de manteca. Introducimos en el horno durante 15 minutos y, una vez fríos, los polvorones se espolvorean con el azúcar glas, se envuelven en papeles finos de forma individual y ¡listos para regalar!

Piezas de turrón casero

En esta cesta tampoco pueden faltar unas piezas de turrón clásico, el duro de almendra.

  • Para hacer una tableta pequeña, necesitamos 50 g de almendra cruda marcona, 50 g de miel, 150 g de azúcar y una clara de huevo.
  • Tostamos las almendras en la sartén durante 5-8 minutos a fuego medio, para que se tuesten de manera uniforme, sin quemarse. Elaboramos un almíbar de azúcar y miel, calentando en un cazo estos dos ingredientes a fuego lento hasta que la mezcla empiece a burbujear. En ese momento, agregamos la clara de huevo ligeramente batida y espumada (sin llegar a punto de nieve), removiendo de manera continua el cazo con el almíbar. Hacemos este proceso siempre a fuego muy suave y sin dejar de remover, hasta llegar a la textura casi de caramelo (aunque sin que coja el color). En este punto, agregamos las almendras tostadas y seguimos removiendo ya fuera del fuego. En los moldes de turrón (o sobre un molde de plum cake) colocamos unas obleas y vertemos la mezcla templada, alisamos la superficie y dejamos reposar. Podemos poner otra oblea encima y un peso para que quede más compacto el turrón. Dejamos enfriar y empaquetamos.

Trufas de chocolate hechas en casa

Un toque de chocolate también será de agradecer y, para aportarlo, nada como unas trufas caseras, que podemos hacer con una sencilla (y deliciosa) receta.

  • Necesitaremos 150 g de cobertura de chocolate, una yema de huevo, 30 g de avellanas tostadas peladas, 75 ml de nata para montar, 20 g de azúcar glas, otros 10 g de azúcar glas para decorar, 10 g de cacao en polvo y 10 g de virutas de chocolate.
  • Fundimos la cobertura de chocolate al baño María hasta obtener consistencia líquida. Esta técnica permite que el chocolate se derrita con lentitud sin quemarse, gracias al calor suave. Si lo pusiéramos en una cazuela en contacto directo con el fuego, con toda probabilidad el chocolate se quemaría y daría un sabor desagradable a la mezcla. Cuando esté fundido, agregamos las avellanas tostadas y muy troceadas, sacamos del fuego y dejamos templar. En el momento en que la cobertura haya perdido temperatura y esté tibia, añadimos la yema del huevo. Batimos la nata con el azúcar glas hasta semimontarla y mezclamos con ayuda de una espátula ambas cremas hasta obtener una masa uniforme. Dejamos reposar en el frigorífico durante cerca de tres horas, hasta que la masa se endurezca, pero todavía sea manejable. Formamos las bolitas, bien con dos cucharas o con las manos mojadas. Rebozamos las bolitas con los fideos de chocolate, cacao en polvo, azúcar glas o con frutos secos tostados y troceados. Hay que conservarlas en frío y dentro de un recipiente cerrado, hasta añadirlas a la cesta.

Galletas de jengibre… para hacer con los niños

Otra opción, entre los dulces, es preparar una cajita con pastas o unas galletas elaboradas para la ocasión, como las galletas de jengibre, tan típicas de la Navidad anglosajona.

  • Elaboramos estas galletas con los siguientes ingredientes: 250 g de harina, 20 g de azúcar moreno, 3 g de canela en polvo, 10 g de miel, 50 g de mantequilla, un huevo, una pizca de ralladura de jengibre y azúcar glas para decorar.
  • Mezclamos en un bol la harina, el azúcar moreno, la canela y la levadura. Cuando estén unidos estos ingredientes, agregamos la mantequilla (en consistencia de «pomada»), la miel, la ralladura de jengibre y el huevo. Se trabaja la masa hasta conseguir una bola homogénea y nada pegajosa. Dejamos reposar esta masa tapada durante dos horas en un lugar fresco. Transcurrido ese tiempo, colocamos la masa entre dos papeles de horno y estiramos con ayuda de un rodillo hasta conseguir una lámina de dos centímetros de grosor. Cortamos con un cortapastas las figuras deseadas y ponemos sobre una bandeja de horno forrada con papel apto para el calor. Cocinamos a 180 ºC durante unos 15 minutos, sacamos y, cuando se templen, espolvoreamos con azúcar glas.

Cesta de Navidad: el toque gourmet

Aunque los productos dulces son los más fáciles de elaborar y los que mejor se conservan, no conviene que en nuestra cesta todo sea dulce. También se le puede dar un toque sibarita… y vistoso. Compraremos, para ello, aceite de oliva de calidad y una o varias botellitas de cristal. En estos recipientes -que podemos decorar, como la cesta-, introduciremos diferentes hierbas aromáticas y especias y, a continuación, verteremos el aceite de oliva. La gama de resultados es muy amplia. Va desde un aceite de pimientas variadas, hasta un aceite de tomillo, de orégano, de hierbaluisa o con aroma de albahaca.

Con los vinagres podemos realizar algo parecido. Elegiremos un vinagre un poco neutro (de sidra o de vino blanco) y lo aromatizaremos con hierbas aromáticas y frutas. Podemos emplear frambuesas, fresas, menta… Además de un sabor exquisito y peculiar, estos regalos gourmet tendrán un colorido espectacular, ya que en su interior se podrán ver las ramitas de hierbas y las frutas elegidas para la ocasión.

Las conservas vegetales y de frutas elaboradas por nosotros son un éxito asegurado, así como algunas salsas y aderezos. Tomates desecados, salsa pesto, frutas en almíbar, fruta escarchada, patés caseros… son solo algunas opciones para agasajar a nuestros amigos y familiares.

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