Frutas con hueso: cinco opciones muy saludables

Las frutas con hueso son aromáticas, suculentas y aportan grandes cantidades de agua, además de azúcar, vitaminas, fibras y minerales
Por Natàlia Gimferrer Morató 14 de junio de 2012
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Las frutas se consideran un tesoro para la salud. Son alimentos indispensables para el bienestar del organismo, gracias a sus excelentes propiedades nutritivas. Ricas en fibra, vitaminas, antioxidantes y minerales, son alimentos llamativos, de una variada coloración, forma y tamaño. El consumo de frutas hidrata de forma rápida el organismo, aporta una gran cantidad y variedad de vitaminas y minerales (vitamina C, Vitamina E, calcio, fósforo o hierro), facilita el funcionamiento del aparato digestivo, aporta fibra al organismo y su cantidad de grasa es nula, excepto en algunos frutos secos que aportan grasas insaturadas. Las frutas se pueden clasificar de diferentes maneras, por su naturaleza, estado o características botánicas, entre otras. En este reportaje, se explican las propiedades de las frutas con hueso y se destacan, para ello, los cinco casos más significativos.

Propiedades de las frutas con hueso

Las frutas con hueso tienen, como su nombre indica, un hueso en su interior. Se cultivan en climas moderados y, por lo general, maduran en verano y en otoño. Son idóneas para consumir crudas y también sirven para la elaboración de compotas, pasteles o dulces. Entre ellas destacan el albaricoque, el melocotón, la ciruela, la nectarina y el paraguayo. Aromáticas y suculentas, con una gran cantidad de agua en su composición, estas frutas pertenecen a la familia de las rosáceas y aportan azúcar, vitaminas A, C y E, fibra y minerales.

1. Albaricoque

  • Propiedades. El albaricoque procede de Asia. Similar al melocotón, pero de dimensiones más pequeñas, su color es amarillo anaranjado, con algunos tonos rojos. Tiene un elevado contenido en carotenoides, fibra, minerales como el magnesio, potasio y calcio y vitaminas A y C. Es adecuado para la protección de la piel y la vista y sus antioxidantes contribuyen a un efecto anticancerígeno para el organismo. Su pulpa es de textura fibrosa y consistencia harinosa cuanto más maduro es el fruto.
  • Usos. Los albaricoques se consumen como fruta fresca, aunque pueden utilizarse también para la elaboración de compotas o pasteles. Entre sus derivados destacan los orejones de albaricoque. Estas son frutas desecadas que se obtienen a partir del fruto fresco, al cual se retira la piel, se deshuesa y se trocea para desecar.
  • Cómo elegirlos. Para apreciar su suculento y fresco sabor, es apropiado consumirlos bien maduros. La época de mejor desarrollo es el verano, aunque pueden conseguirse también en invierno. Se deben escoger las piezas con un color más rosado, un tanto maduras, que cedan al apretarlas con el dedo. Es preferible evitar las piezas dañadas o demasiado blandas.
  • Conservación. Los albaricoques deben guardarse en el frigorífico y consumir en 3 o 4 días desde su compra.

2. Melocotón

  • Propiedades. El melocotón es la fruta con más variedades: cada año se venden nuevas especies en el mercado. El crecimiento del tipo de fruto depende de las condiciones climáticas y del tipo de cultivo, de ahí que haya tal variedad. Su origen se sitúa en China, donde hay restos de cultivos con más de 3.000 años. Tiene propiedades muy saludables, una gran cantidad de agua, fibra, vitaminas A, C, B1, B2, B6, minerales como el potasio, fósforo, magnesio, calcio, azufre, cloro, manganeso, cobre, hierro y antioxidantes tipo beta caroteno.
  • Usos. Se pueden consumir como fruta fresca de postre, entre horas o como condimento de ensaladas. También pueden hacerse al grill, fritos, en tartas, helados o soufflés. Sirven para compotas y mermeladas, además de combinar con platos salados, como acompañamiento de carnes, entre otros.
  • Cómo elegirlos. Se deben escoger las piezas con buen aspecto visual, que cedan un poco al apretarlas con el dedo. Por el contrario, se deben rechazar los melocotones con manchas verdes (indican falta de maduración), con golpes o demasiado maduros.
  • Conservación. La mejor época para los melocotones coincide con los meses de junio, julio y agosto. Deben conservarse fuera del frigorífico si están verdes y en el frigorífico si están más maduros, no colocar unos encima de otros y, si es posible, no congelarlos.

3. Ciruela

  • Propiedades. Originaria de Persia, Anatolia y Cáucaso, la ciruela es un fruto de fácil cultivo que resiste muy bien las bajas temperaturas. Contiene una gran cantidad de agua en su composición (cerca de un 80%), además de fibra, vitaminas A, C B1, B2 y E, y minerales como el potasio, magnesio, fósforo, calcio, hierro y azufre.
  • Usos. La mejor época de consumo se extiende desde abril hasta septiembre. Pueden tomarse frescas, secas, en compota o en confitura y como acompañamiento para carnes de todo tipo. Hay muchas recetas elaboradas con ciruelas como aderezo. El pavo, el pollo o la carne de cerdo conforman algunas. Frescas pueden ser un buen postre. Otra opción es abrirlas por la mitad, sacar el hueso y cocinarlas de diferentes maneras. Son buenas para tartas, muses y repostería en general.
  • Cómo elegirlas. Al comprarlas, debe tenerse en cuenta que carezcan de manchas de color marrón y no estén arrugadas porque es señal de excesiva maduración.
  • Conservación. Para conservarlas, deben dejarse fuera del frigorífico si todavía están un poco verdes o dentro de la nevera si están en su punto. No deben apilarse y pueden aguantar tres o cuatro días.

4. Nectarina

  • Características. La nectarina no es un cruce entre melocotón y ciruela. Es una variedad espontánea de melocotón, es decir, surgida sin la intervención de la mano humana. Se diferencia del melocotón en la piel exterior, que es más lisa y brillante, y en su tamaño, puesto que son más pequeñas.
  • Propiedades. La palabra «nectarina» procede de néctar y el fruto recibe este nombre debido a su intenso y sabroso sabor. Es un alimento rico en minerales como hierro, magnesio, fósforo y potasio, fibra y vitaminas como A, B1, B2, B5, E y C. Su escaso nivel de sodio hace que este fruto sea muy beneficioso para combatir la hipertensión o la retención de líquidos.
  • Usos. Pueden consumirse frescas y utilizarse para la elaboración de conservas, mermeladas, confituras y jaleas. Muchas veces forman parte de los ingredientes para postres, tartas, pasteles y helados.
  • Conservación. Deben conservarse en el frigorífico si están maduras o a temperatura ambiente si les falta maduración.

5. Paraguayo

  • Características. El paraguayo -también conocido como paraguaya- es una variedad del melocotón. Su forma es aplastada y su piel, aterciopelada. Procede de una mutación del melocotón. Se cultiva en zonas templadas y solo se diferencia del melocotón en su aspecto físico.
  • Propiedades. Sus características nutricionales son muy similares, rico en carotenos, agua, fibra, vitaminas A, C, B1, B2, B6, minerales como el potasio, fósforo, magnesio, calcio, azufre, cloro, manganeso, cobre, hierro y antioxidantes.
  • Usos. En general se consume fresco, aunque permite más posibilidades gastronómicas. Puede ser ingrediente para tartas, galletas, mermeladas o jaleas.
  • Cómo elegirlos. Al comprarlos, se debe vigilar su aspecto visual, sin manchas que indiquen excesiva maduración.
  • Conservación. Al igual que el melocotón, el paraguayo debe conservarse fuera del frigorífico si está verde y en el frigorífico si está más maduro. No se deben colocar unos encima de otros para evitar dañarlos.
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