Mojojón, mocejón, ligerón o macillón son algunos de los nombres que recibe el mejillón, según la región del país donde se encuentre. Se trata de un molusco que está formado por una concha sólida y una masa visceral. La concha es de color negro azulado y tiene un extremo triangular y otro redondeado. La masa interna tiene forma de saco y es de color anaranjado; pálido o intenso según sean machos o hembras respectivamente.
Mejillones de diversas clases
Californiano, rubio, barbudo o bastardo son algunas de las variedades de mejillón
Además del mejillón común existen otras variedades con características particulares.
– El mejillón californiano: Tiene un aspecto muy similar al mejillón común y se captura en la costa del Pacífico hasta el sur de Alaska. – El mejillón rubio o mejillón Mediterráneo: Es una variedad del mejillón común propia del Mar Mediterráneo. – El mejillón barbudo: Esta variedad se llama así porque tiene una barba muy larga de color oscuro. – El mejillón bastardo o gran mejillón: Su tamaño es superior al mejillón común y su calidad es algo inferior.
Mejillones durante todo el año
La mayor parte de los mejillones que se venden en los mercados de nuestro país proceden de la acuicultura lo que permite consumirlos durante todo el año. Se pueden encontrar, pero a un precio mayor, los mejillones capturados en su hábitat natural, es decir, los mejillones de roca. Estos mejillones salvajes son muy abundantes en zonas costeras como por ejemplo en Galicia. Además, al mercado llegan mejillones criados en distintas partes del mundo como en Nueva Zelanda y en Portugal.
Debido a que los mejillones son abundantes y se capturan con facilidad, se pueden consumir mejillones frescos durante todo el año. El precio de los mejillones es, entre todos los mariscos, uno de los más asequibles, aunque este precio es algo más elevado en los días previos a la Navidad ya que forma parte de recetas típicas navideñas de muchas regiones del país.
Valor nutritivo
El mejillón fresco está presente en el mercado todo el año a un precio asequible, aunque en Navidad se dispara
Respecto a su composición nutricional, el mejillón destaca su aporte de proteínas de buena calidad aunque algo inferior al resto de moluscos. Contiene muy poca cantidad de grasa -inferior a un 2 por ciento- por lo que su valor calórico no es muy elevado, de modo que 100 g de porción comestible de mejillones aporta 67 calorías.
De su contenido de minerales el yodo es el más destacado porque está presente en cantidades abundantes. Además del yodo cabe destacar la presencia de hierro, calcio, sodio, fósforo y magnesio en los mejillones. El hierro que contienen -4,5 g por 100 g de carne de mejillón- es superior incluso al de muchas carnes como la de cerdo o ternera, si bien hay que tener en cuenta que los mejillones se comen en cantidades inferiores a las carnes, o con menos frecuencia. Así mismo es fuente de vitaminas del grupo B, en especial el ácido fólico y la vitamina E.
Tabla de composición por 100 g de porción comestible
Energía (Kcal) | Proteínas (g) | Grasa (g) | AGM (g) | AGP (g) | AGS (g) | Folatos (mcg) | Iodo (mcg) | Hierro (mg) |
67,4 | 10,8 | 1,9 | 0,3 | 0,5 | 0,3 | 27,0 | 40,0 | 4,5 |
En la compra
Los mejillones se pueden encontrar de muchas formas; frescos, congelados o en conserva. Estos últimos se presentan enlatados en diferentes líquidos como por ejemplo salmuera, aceite o tomate. Si se compran frescos es conveniente lavarlos para eliminar restos de suciedad. Si no se van a consumir en el día se recomienda cocer y congelarlos bien sea con o sin la concha.
Recetas para todos los gustos
Una manera muy común de consumir los mejillones es cocinados al vapor y regados con un chorrito de zumo de limón o acompañados de una salsa picante, salsa vinagreta o mayonesa. Cocinados de esta forma los mejillones conservan todas sus propiedades y resultan más digestivos.
En algunos platos los mejillones pueden sustituir a las almejas como por ejemplo los mejillones a la marinera o el arroz con mejillones. Unos fritos que en algunas zonas se conocen como tigres se elaboran con mejillones como ingrediente principal. La carne de los mejillones muy picada se mezcla con otros ingredientes y con una salsa bechamel y todo el conjunto se introduce en las conchas vacías, se rebozan y se fríen. Si los mejillones son grandes se pueden cocinar gratinados y los ejemplares más pequeños son un ingrediente ideal para diversidad de preparaciones: sopa de pescado, cremas de marisco, arroces, pasta, patatas, verduras, ensaladas o pescados. Además, también se pueden emplear para elaborar brochetas, combinándolos con trozos de carne, pescado y verduras.
En definitiva, los mejillones son alimentos que combinan muy bien con todo tipo de alimentos y condimentos aromáticos.