Noni, la fruta del Pacífico

Esta fruta exótica proviene de una de las plantas medicinales más importantes de la Polinesia, de la cual se utilizan también las raíces
Por Elena Piñeiro 25 de junio de 2009

El “Morinda citrifolia L”, más conocido como noni, es un arbusto originario del sudeste asiático que fue introducido en la India y la Polinesia. El fruto que produce se emplea en Tahití y Hawai como medicina, ya que entre sus componentes químicos figuran la escopoletina, alcaloides, vitamina C y minerales como magnesio, hierro y potasio, entre otros. La sinergia entre sus componentes conferiría a esta fruta sus propiedades medicinales.

Numerosas publicaciones acreditadas difunden las acciones beneficiosas del noni para la salud, si bien aún queda mucho camino por recorrer hasta asegurar que tanto la fruta como sus derivados son eficaces y seguros para el tratamiento de determinadas afecciones. La Universidad de Hawai tiene una extensa web con información acerca de esta fruta, que encontramos en nuestros mercados en forma de zumo.

De la fruta al complemento dietético

La bióloga Julia F. Morton definió el noni en el año 1992 como un arbusto recto y largo, recubierto de corteza verde brillante; las hojas son elípticas, grandes, simples, brillantes, con venas bien marcadas. Florece a lo largo de todo el año, dando lugar a pequeñas flores blancas, de forma tubular; éstas producen frutos múltiples, de forma ovoide, con una superficie irregular de color amarillento o blanquecino. Contiene muchas semillas, dotadas de un saco aéreo que favorece su distribución por flotación. Cuando madura, exhala un olor penetrante y desagradable.

De ser un fruto totalmente desconocido en aquel entonces, ha pasado a encontrarse entre las «superfrutas» aprobadas por la Comisión Europea, que en el año 2003 la definió como un nuevo alimento o ingrediente alimentario permitido en nuestros mercados. En occidente se consume sobre todo en forma de zumo y, aunque casi toda la producción es originaria del Pacífico (Tahití y Hawai), su auténtico origen se sitúa en el sudeste asiático.

La «Morinda citrifolia L.» es una de las plantas medicinales más importantes de la Polinesia, de la cual se utilizan en la actualidad no sólo sus frutos, sino también sus raíces, sus hojas y hasta la corteza. El empleo tradicional del noni por los polinesios le atribuye efectos relacionados con actividad antibacteriana, antiviral, antifúngica, antihelmíntica, analgésica, antiinflamatoria, hipotensora e inmunoestimulante.

El hecho de que se haya aprobado su comercialización en Europa no equivale a la ratificación de las propiedades beneficiosas para la salud que se le atribuyen

No obstante, en la actualidad la comercialización del zumo de noni a gran escala se apoya en toda una serie de propiedades potenciales que todavía están por demostrar. Según Will Mc Clatchey, del Department of Botany and Cancer Research Center, de la Universidad de Hawai, los productores de zumo y suplementos dietéticos derivados del noni están comercializando sus productos a partir de indicaciones aún no suficientemente probadas. Estas indicaciones están basadas, en opinión de Mc Clatchey, en los antiguos usos tradicionales de la Polinesia, algunos de los cuales se han estudiado en el laboratorio, aunque no lo bastante como para obtener evidencia científica tras el consumo humano.

Algunas publicaciones atribuyen al investigador Ralph M. Heinicke haber sido un promotor del empleo del noni y haber difundido diversas propiedades, incluidas las referentes al tratamiento del cáncer, a partir de resultados de investigaciones incipientes o estudios preclínicos insuficientes.

Mito y realidad

El zumo de noni se comercializa en España desde el año 2003 en el que se editó la Decisión 2003/426/CE de 5 de junio del 2003 por la que se autoriza la comercialización del «zumo de noni» como nuevo ingrediente alimentario de conformidad con el reglamento (CE) nº 258/97 del Parlamento Europeo y del Consejo. La opinión del Scientific Committee on Food de la Comisión Europea sobre este producto es que, a las dosis recomendadas de 30 mililitros diarios (equivalentes a 0,5 ml por kg de peso para un adulto), el zumo es seguro, ya que no constan indicaciones de efectos adversos en estudios hechos con animales o de toxicidad o alergenicidad.

Sin embargo, en su informe sobre el producto, el organismo europeo cita que no existe evidencia de los beneficios para la salud que promueven sus productores y que, en todo caso, sus beneficios podrían ser similares a los de cualquier zumo de frutas. Por lo tanto, el hecho de que se haya aprobado su comercialización en Europa, no equivale a la ratificación de las propiedades beneficiosas para la salud que se le atribuyen, al menos por el momento.

Algunos de sus múltiples usos recientemente difundidos, sin confirmación científica, son: estimulante del sistema inmune, regulador del ciclo menstrual, eficaz antitumoral (sobre todo frente al cáncer de mama), purificador de la sangre, adelgazante, modulador del sistema nervioso, depurativo, eficaz contra el lupus y los problemas renales, entre otros.

Según una reciente revisión realizada por Francisco J. Morón Rodríguez, de la Facultad de Ciencias Médicas Dr. Salvador Allende -Laboratorio Central de Farmacología de La Habana-, «la información científica disponible no permite validar los usos y su seguridad del empleo de «Morinda citrifolia», porque está limitada a estudios preclínicos farmacológicos y carece de un mínimo de investigaciones toxicológicas que respalden la seguridad. Esto es particularmente relevante en tratamientos para problemas de salud de complejidad como el cáncer».

¿UN FUTURO BRILLANTE?

Los más de 80 millones de litros anuales que se consumen de zumo de noni alrededor del mundo atestiguan que en realidad se trata de un producto demandado. La abundancia en su composición química de nutrientes protectores y fitoquímicos hace de ésta una fruta prometedora. Entre sus componentes se han identificado en análisis bromatológicos distintos polisacáridos, que de forma aislada han mostrado documentados efectos sobre el sistema inmune, antitumoral y antibacteriano.

La escopoletina, que se halla también en la fruta de la pasión y en la estevia, podría regular la presión sanguínea y también tiene propiedades antimicrobianas. La presencia sustancial de vitamina C (33,65 mg por 100 gramos), junto a minerales como el magnesio, hierro, potasio, selenio, zinc y cobre, convierten el zumo de noni en una bebida rica en antioxidantes y nutricionalmente interesante. Así todo, no se puede olvidar que la demostración de un efecto biológico de un compuesto o de una sustancia aislada no permite asegurar que el consumo de la fruta en su conjunto produzca la misma actividad, debido a las múltiples interacciones que se dan entre sus numerosos componentes.

En este sentido, no se puede afirmar que el zumo de noni sea un producto anticancerígeno por tener antioxidantes en su composición. Las investigaciones que se han de realizar son complejas y requieren un largo tiempo y mucho trabajo en el laboratorio así como estudios en personas hasta tener evidencia científica de las propiedades de un alimento.

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