Bebetecas: bibliotecas para bebés que amarán los libros

Las bebetecas son áreas acondicionadas para que los niños se familiaricen desde pequeños con los libros y la lectura, que estimulan su desarrollo cognitivo
Por Cristian Vázquez 22 de noviembre de 2013
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Imagen: Stacy Spensley

Las bebetecas son un tipo especial de biblioteca, destinadas a los bebés y niños de hasta seis años. No solo incluyen libros adecuados a esas edades infantiles, sino también un mobiliario acorde para que los pequeños se sientan cómodos. Este artículo explica cómo las bebetecas estimulan el amor de los niños por los libros y describe la consigna de que los libros son para mirar, escuchar y compartir. También proporciona consejos para el correcto uso de estos espacios.

Bebetecas: bibliotecas con libros infantiles para mirar, escuchar y compartir

Las bibliotecas infantiles pueden ser instituciones autónomas o espacios dentro de una biblioteca mayor, con libros y otros materiales destinados a los menores. Pero, desde hace unos años, se ha ido aún más allá. Nacieron las bebetecas, áreas destinadas de forma específica para bebés y niños muy pequeños, hasta los seis años (o menos, según cada caso). Supone una manera de promover el amor por los libros desde lo más temprano posible, es decir, los primeros meses de vida.

Las bebetecas son espacios donde los bebés comparten tiempo de juego con la lectura

Según la definición de la especialista Mercè Escardó i Bas, la «bebeteca es un servicio de atención especial para la pequeña infancia (de cero a seis años), que incluye un espacio y un fondo de libros» escogidos para satisfacer las necesidades de los más pequeños y de sus padres. Esta área, además, posibilita el préstamo de estos libros, además de celebrar actividades como charlas y cuentos. Por tanto, no son únicamente espacios con libros destinados a los niños más pequeños; tampoco, ludotecas.

«Las bebetecas no son solo un lugar de juego«, explica en su web la Biblioteca Central de Cantabria, que cuenta con una, «sino un espacio de motivación e iniciación de los más pequeños en la literatura, un espacio para desarrollar y estimular sus futuros hábitos lectores«. El objetivo es generar un entorno que favorezca el desarrollo de la afición por la lectura, que tanto estimula el desarrollo cognitivo de los niños.

En general, las bebetecas se acondicionan con muebles adaptados para los pequeños, así como para sus padres y madres. Tanto el tamaño como la distribución y los colores de los asientos, mesas y demás piezas están pensados en los menores. Se procura, además, que sea un sitio sin contaminación auditiva y de fácil acceso.

Red de bebetecas en España

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Imagen: César Rincón

La primera bebeteca en España fue inaugurada en 1991 en el municipio catalán de Parets del Vallès. La iniciativa, sin embargo, ya tiene presencia en numerosas localidades españolas.

La Red de Bibliotecas Municipales de A Coruña incluye varias bebetecas en esa ciudad gallega, dirigidas a bebés de hasta dos años de edad. Sus responsables explican en su portal que se trata de «lugares de encuentro, donde la lectura es mirar, escuchar y compartir». Son «espacios pequeños para niños pequeños», que permiten compartir tiempo de juego con la lectura.

En septiembre de 2013, la Biblioteca Infantil de Oñati, en Gipuzkoa, inauguró un nuevo espacio propio para los menores de cero a seis años. El servicio de bebeteca ya existía, pero crearon esa división para «responder mejor a las necesidades de los usuarios», según explicó Arantzazu Ibarrondo, responsable del área.

Bebetecas: consejos para el buen uso

La Biblioteca Central de Cantabria enumera una serie de recomendaciones para el correcto uso y disfrute de la bebeteca. A continuación, un resumen de las más importantes:

  • Los niños deben estar siempre acompañados por un adulto.

  • La zona de colchonetas queda reservada para el uso de los pequeños hasta tres años de edad. Para acceder a ella tendrán que descalzarse.

  • Se aconseja no prolongar el tiempo de estancia más allá del momento en el que se empiece a notar impaciencia en el bebé. De este modo, se evita que la sala se utilice como un lugar de juego, ajeno a los libros.

  • No comer ni beber en la sala, para el mejor cuidado de los libros y el mobiliario.

  • Si bien al ser un espacio dedicado a los más pequeños será inevitable que se genere cierto nivel de ruido, la clave es intentar en lo posible que sea bajo, y no moleste a los usuarios de otras salas.

  • Los carros y sillas infantiles de paseo, siempre que no sean imprescindibles, se dejarán fuera de la bebeteca, en un área destinada para ello.

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