¿Tu chico tiene miedo al sexo durante el embarazo?

Pese a los temores de hacer daño a la mujer o al bebé, durante la gestación no solo se puede practicar sexo seguro, sino que además es beneficioso y más placentero
Por Cristian Vázquez 25 de febrero de 2015
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Imagen: Aristocrats-hat

A muchos hombres, las relaciones sexuales durante el embarazo les generan un temor: el de que la mujer o el bebé puedan resultar afectados. Este miedo les puede llevar a que se cohiban y hasta a que perjudiquen la intimidad con la pareja. Sin embargo, durante la gestación se puede practicar sexo seguro, que además es beneficioso y más placentero, y probar nuevas posturas. De esta manera es posible mantener la plenitud de la vida sexual también en esta etapa. A continuación se enumeran cinco ideas y consejos para animar a los hombres con miedo al sexo durante el embarazo y se explica cómo hablar del tema.

1. Hablar de miedo al sexo en el embarazo

Hablar acerca de la situación es el consejo más básico y esencial. La pareja necesita de una buena comunicación para esclarecer dudas, temores, sensaciones y sentimientos. De esta manera, ambos tendrán claro que el problema no es otro que el miedo del hombre de hacer daño a la mujer o al bebé, por lo que podrán buscar medidas para solucionarlo.

2. Sexo seguro durante el embarazo

Las relaciones sexuales no entrañan riesgos para la gestante ni para el niño. En ocasiones, después del coito, la mujer experimenta pequeños sangrados, que podrían ser motivos de preocupación. Pero, siempre que sean pequeños y que «no experimente dolores, calambres ni ningún otro síntoma extraño, no serán motivo de alarma», explica Francisca Morelo, vicepresidenta de la Federación Española de Sociedades de Sexología. Esos sangrados se deben a que los vasos sanguíneos del cuello del uterino y las paredes de la vagina tienen una mayor irrigación, lo cual los hace dilatarse y los expone a estas pequeñas roturas, sin mayor consecuencia.

Las relaciones con penetración sí están contraindicadas cuando se trata de embarazos de riesgo. Para estos casos, de todos modos, existen otras formas del erotismo, que van desde los besos y caricias hasta la masturbación y el sexo oral.

3. El sexo durante el embarazo es beneficioso

El sexo durante la gestación no solo no es peligroso, sino que, al contrario, tiene beneficios para la salud de la pareja e incluso para el propio bebé. «Las relaciones sexuales en este periodo afianzan el vínculo en la pareja«, apunta Lydia Luque, presidenta de la Asociación Sexológica Sexcuela. Además, la mujer experimenta cambios hormonales que «hacen que se sienta muy sensible y necesita sentirse deseada», por lo cual el sexo ocupa un rol fundamental.

El bebé, por su parte, disfruta del balanceo producido por los movimientos de su madre y de las contracciones del útero ocasionadas por el orgasmo. Además, esos movimientos y la liberación de oxitocina que se produce durante el acto sexual pueden contribuir, en el último tramo del embarazo, a desencadenar el parto. Por este mismo motivo, se desaconsejan las relaciones en esa etapa final cuando existe riesgo de parto prematuro.

4. Sexo durante el embarazo, mayor placer

Otro motivo más para animarse a tener sexo durante la gestación es que, por lo general, resulta más placentero por varias razones. Por un lado, la ya mencionada mayor irrigación sanguínea en el cuello del útero y las paredes vaginales aumenta la sensación de placer en la mujer. En el hombre, por su parte, se puede desarrollar un incremento del deseo sexual ante el crecimiento de los pechos de su mujer o ante las nuevas curvas de su cuerpo. De hecho, tener sexo con una mujer en estado es una fantasía erótica para numerosos hombres.

La falta de preocupaciones relacionadas con métodos anticonceptivos también puede ayudar al disfrute. Y mucho más aún si el embarazo ha costado y durante algún tiempo existió el riesgo de que las relaciones sexuales se convirtieran en rutinarias y muy centradas en el objetivo de lograr la concepción; es el momento de gozar de todo lo contrario.

5. Posturas nuevas

Y si todo lo anterior no es suficiente para convencer al hombre, queda un as en la manga: la posibilidad de probar posturas diferentes, especialmente divertidas y placenteras para el tiempo del embarazo. Sobre todo en los últimos meses de la gestación, cuando el tamaño de la tripa de la mujer obliga a tomar ciertas precauciones, se pueden aprovechar para dar lugar a la creatividad, relajarse y disfrutar.

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