¿Por qué la leche materna tiene tantas bacterias?

La leche materna contiene más de 700 tipos de microrganismos distintos, que protegen al bebé de infecciones y enfermedades
Por Marta Vázquez-Reina 13 de marzo de 2013
Img lactancia materna como evitar infecciones pecho listado
Imagen: CONSUMER EROSKI

Una reciente investigación de científicos españoles del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y del Centro Superior de Investigación en Salud Pública de la Generalitat Valenciana concluye que la leche materna contiene más de 700 tipos de bacterias que protegen al lactante de infecciones y enfermedades. El número y la diversidad de estos microorganimos varían según el tipo de parto y el peso de la madre. Este artículo explica para qué sirven las bacterias de la leche materna y por qué son tan importantes para el bebé. También aborda el motivo por el que la leche de fórmula no tiene las mismas propiedades que la materna.

Más de 700 bacterias en la leche materna

La leche materna es el mejor alimento que se le puede proporcionar a un hijo, por eso la Organización Mundial de la Salud recomienda que se mantenga la lactancia natural de forma exclusiva, al menos, durante los primeros seis meses de vida.

Las bacterias de la lactancia materna fortalecen las defensas del bebé

La leche materna es un alimento único e insustituible. Y no solo por sus nutrientes, ya que incorpora otros compuestos beneficiosos para el desarrollo del bebé, entre ellos, las bacterias.

Una reciente investigación ha revelado que la leche materna contiene más de 700 tipos diferentes de bacterias. De hecho, un niño que se alimente con entre 500 y 800 mililitros de leche materna «recibe entre 100.000 y 10 millones de bacterias al día», concluyen Alex Mira, del Centro Superior de Investigación en Salud Pública de la Generalitat Valenciana, y María Carmen Collado, del Instituto de Agroquímica y Tecnología de los Alimentos (CSIC), coautores de este estudio.

¿Para qué sirven las bacterias de la leche materna?

«El papel biológico de las bacterias aún no está claro», apuntan Collado y Mira. Aunque su función, apuntan, puede estar relacionada «con la digestión del alimento y la estimulación del sistema inmune del bebé«.

Los especialistas coinciden en que las bacterias de la leche afectan de forma significativa al desarrollo del niño durante las diferentes etapas del crecimiento. Por ello, apuntan, «la lactancia materna juega un papel muy relevante».

Según los investigadores, existen diferencias significativas en la microbiota intestinal de los pequeños alimentados con leche materna y los que reciben leche de fórmula. En los lactantes naturales son más frecuentes «las bacterias del género bifidobacterium, así como el ácido láctico, que ayudan a proteger al bebé contra las enfermedades», añaden.

Gracias a una técnica de secuenciación del ADN, Mira y Collado han detectado, además, que las bacterias presentes en la primera leche materna (calostro) y en la leche madura también son diferentes.

El tipo de parto influye en la leche materna

Una de las conclusiones de la investigación es que la leche materna que recibe un bebé que ha nacido por parto vaginal es diferente de la que alimenta a un recién nacido por cesárea programada.

La leche materna que recibe un bebé nacido por parto vaginal es diferente de la que alimenta al nacido por cesárea

Mira y Collado apuntan que la leche de las mujeres sometidas a cesárea electiva o programada «tiene una composición diferente y una menor diversidad bacteriana». Sin embargo, la leche de las madres a las que se les ha practicado una cesárea no programada sí tiene una composición bacteriana muy similar a la de las que han tenido un parto vaginal.

Estos datos, apuntan Mira y Collado, sugieren que el estrés fisiológico y las señales hormonales que se producen como preparación para el parto (aunque desencadene en cesárea) «pueden influir de manera significativa en la composición y diversidad microbiana de la leche materna».

Más peso, menos bacterias en la leche materna

Img grasas
Imagen: Carin Araujo

Un elevado Índice de Masa Corporal (IMC) de la madre y una ganancia de peso excesivo durante el embarazo influyen también en la composición de las bacterias de la leche materna.

La leche de estas mujeres «es distinta y presenta una menor diversidad que la leche de las madres con peso normal y un incremento de peso adecuado en la gestación», apuntan Mira y Collado.

Este factor puede afectar a corto y largo plazo en la salud del bebé. Los investigadores recuerdan que la leche materna influye en la microbiota intestinal del niño. Y esta es clave «en el desarrollo de algunas enfermedades como alergias, celiaquía, diabetes e, incluso, obesidad». De hecho, tal como apuntan los autores del estudio, «la lactancia materna protege al bebé de padecer obesidad».

¿Se puede imitar la leche materna?

Aunque el 70% de las madres españolas optan por la leche materna cuando nacen sus bebés, tan solo una cuarta parte continúa la lactancia exclusiva durante los seis meses siguientes. Las madres que abandonan la lactancia recurren a la leche de fórmula para alimentar a sus hijos. Pero ¿resulta igual de beneficiosa la leche artificial que la leche humana?

La Sociedad Europea de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica señala que las fórmulas infantiles tratan de “acercar su composición a la de la leche materna”. Sin embargo, apuntan María Carmen Collado y Alex Mira, la leche de la madre es un alimento único, “cuya compleja composición y evolución hace muy difícil que pueda ser imitado”.

En el caso de las bacterias, el número de especies distintas que incorpora la leche de fórmula “es muy limitado, comparado con el espectro encontrado en la leche humana”, puntualizan los investigadores.

En este sentido, la información sobre los microorganismos de la leche materna -y de los factores que influyen en ellos- puede ayudar a “desarrollar nuevos productos que beneficien al bebé”.

Sigue a Consumer en Instagram, X, Threads, Facebook, Linkedin o Youtube