Ocio con niños: alternativas baratas para tiempos de crisis

Divertirse con los niños sin comprometer el presupuesto familiar es posible con un poco de tiempo, imaginación e interés
Por Marta Vázquez-Reina 28 de marzo de 2012
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Imagen: Crimfants

El ocio con los niños puede ser barato. Una tarde en el cine, una visita a su restaurante favorito o el último juguete de moda son algunos caprichos de los más pequeños que, si se repiten con demasiada asiduidad, pueden mermar el presupuesto mensual de muchas familias. Esto se nota más hoy en día, cuando la actual situación económica exige reducir los gastos y ahorrarse los consumos superfluos, incluso en casa. Pero a pesar de que sea necesario prescindir de ellos, con un poco de tiempo y alguna dosis de interés es posible encontrar alternativas igual de atractivas para que los niños se diviertan sin que la economía familiar se resienta. En este reportaje, proponemos cuatro ideas para ahorrar.

Objetivo: reducir los gastos de ocio infantil

Tener hijos eleva de forma significativa el gasto que cada mes deben afrontar las familias. Comida, ropa, pañales, guardería o material escolar son algunos de los costes que no pueden eludir los padres. Sin embargo, sí es posible esquivar -o al menos reducir- otros gastos adicionales derivados de los niños, que cada mes repercuten en el presupuesto familiar. Sobre todo, esto sucede con los gastos que se refieren a sus momentos de ocio.

La idea no es renunciar a los planes que resultan más atractivos y divertidos para los pequeños, sino ofrecerles otras alternativas más económicas que también les permitirán disfrutar, aunque de una forma diferente.

Cuatro ideas para ahorrar en el ocio con los niños

1. Un plan de cine… en casa

Una tarde de cine puede suponer un desembolso bastante elevado. Según la auditora Rentrak, el precio medio de la entrada en nuestro país alcanzó en el año 2011 los 6,59 euros, lo que supone un gasto mínimo de 13,18 euros (sin contar los extras en palomitas o chucherías) si al menos acuden a la sala un adulto y un niño.

Una alternativa más económica es organizar una sesión de cine en casa. Alquilar una película tiene un coste mucho más reducido (no más de 2 o 3 euros), que se reparte entre todos los espectadores. Para hacer la tarde más divertida y atractiva, se puede invitar a dos o tres amigos del niño a ver la película y amenizar la sesión con una buena ración de palomitas caseras, mucho más económicas que en las salas de cine.

2. Sacar provecho a la biblioteca

Cuentos, libros, películas y hasta videojuegos son algunos de los materiales de préstamo gratuito que ofrece la extensa red de bibliotecas públicas españolas. Cuando hay que reducir los gastos, esta alternativa es una opción más que recomendable para cubrir los momentos de ocio de los pequeños, a la vez que fomentamos en ellos el interés por la lectura y los libros y otras opciones culturales.

Los servicios de las bibliotecas públicas de nuestro país también incluyen, en muchos casos, distintas propuestas didácticas gratuitas para niños y jóvenes, en forma de cuentacuentos o talleres en torno al libro, la lectura y literatura. Pueden ser una interesante actividad extraescolar, amena y sin coste alguno.

3. Juguetes caseros

Tienen muchos juguetes, pero siempre quieren más. Cuando la economía aprieta y hay que evitar este gasto superfluo, es el momento de aprovechar los múltiples recursos con los que se cuenta en la mayoría de los hogares. Con un simple cartón, un poco de lana y dos palillos, es posible realizar una divertida marioneta. Otra opción: con un CD viejo, un rotulador gastado y algo de pegamento, es fácil fabricar una original peonza.

Estas y otras muchas ideas sobre manualidades infantiles caseras por muy bajo coste se pueden encontrar en la actualidad en los numerosos portales de Internet que giran en torno a esta temática o en algunos libros y manuales que se pueden solicitar en préstamo en cualquier biblioteca pública.

4. Menú infantil divertido

Pizzas, hamburguesas y perritos calientes -aderezados en ocasiones con un «regalo sorpresa»- forman parte de los planes de ocio preferidos por los niños, con el añadido de ser una alternativa a la que más les cuesta renunciar. Entonces, ¿por qué no emularlo en casa? Además de fácil, será muy económico y, a la vez, entretenido.

El primer paso es comprar los ingredientes para preparar su plato favorito. Elaborarlo en casa siempre tendrá mucho menos coste que adquirirlo en un establecimiento de «fast food». Y será más sano. Para hacerlo más divertido, una buena idea es dejar que los pequeños ayuden a cocinarlo. En segundo lugar, se pueden adquirir unas cuantas chucherías o sencillos juguetes económicos e incluirlos como obsequio en el menú casero.

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