Parir sin estrés, técnicas para conseguirlo

El nerviosismo que genera el parto debe superarse con ejercicios de relajación que reduzcan la tensión muscular y permitan tomar el control de la situación
Por Marta Vázquez-Reina 8 de agosto de 2012
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Imagen: serf

Tensión, ansiedad y miedo. Estas son algunas de las principales sensaciones que acompañan a la embarazada cuando debe enfrentarse por primera vez a un parto. Si estas emociones no se controlan de forma adecuada, pueden afectar a la percepción del dolor de la gestante y, también, al desarrollo del alumbramiento. Para superar el estado de estrés, los especialistas recomiendan aplicar durante el alumbramiento distintas técnicas de relajación para reducir la tensión en el parto. Pero antes es importante, como se recuerda en este reportaje, aprender a tranquilizarse para tomar el control de la situación y conocer cuatro técnicas de relajación eficaces para lograrlo.

Relajación para reducir la tensión en el parto

El parto es uno de los momentos que más estrés provoca en una embaraza

El momento del parto es, sin duda, una de las situaciones que provoca mayor estrés y nerviosismo en las gestantes, sobre todo en las madres primerizas, que se enfrentan a un escenario por completo desconocido. Para poder superar este trance con autocontrol y equilibrio mental y poder, asimismo, contribuir al buen desarrollo del parto, es necesario que la mujer logre alcanzar un estado de relajación.

En este sentido, la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO) afirma que el conocimiento de algunas técnicas de relajación es importante, tanto durante el embarazo como en el momento del parto. Según este organismo, estos métodos ayudan a la embarazada a controlar de la manera más adecuada el parto, porque le permiten reducir las molestias, el nerviosismo, la tensión, el cansancio y la angustia que preceden, por lo general, al alumbramiento.

Aprender a tranquilizarse para tomar el control de la situación

Los cursos de preparación al parto incorporan técnicas de relajación para la gestante
La mayoría de los cursos de preparación al parto, o educación maternal, incluyen las técnicas de relajación dentro de los contenidos fundamentales de su parte práctica, junto con los ejercicios de respiración que también suelen incorporar este tipo de enseñanzas preparatorias.

En estas sesiones, es habitual practicar con los ejercicios de relajación progresiva de Jacobson. Durante estas clases, el preparador enseña a la embarazada a identificar y contraer los distintos grupos musculares de su cuerpo para, a continuación, mostrarle las diferentes formas en las que puede lograr relajarlos.

La idea es que la gestante tome conciencia de las diferentes sensaciones que se producen durante los ejercicios de contracción y relajación para que, después en el parto, pueda reconocerlas y aplicar el sistema más adecuado que le ayude a dominarlas.

Para conseguirlo, es aconsejable que la práctica que se lleva a cabo en los cursos de preparación al parto se complemente con el entrenamiento en casa, durante los meses previos al alumbramiento.

Cuatro técnicas de relajación eficaces

  • Entrenamiento autógeno de Schultz: este método de autorrelajación se emplea, sobre todo, para mitigar el dolor durante el parto. Se basa en la concentración psíquica y mental, así como en la autohipnosis, para tratar de modificar algunas sensaciones físicas. Trabaja las percepciones de pesadez y calor, la confianza y la respiración.

  • Relajación con tacto: requiere de la colaboración de la pareja u otra persona, que se encargue de colocar sus manos sobre los diferentes grupos musculares y de realizar un pequeño masaje sobre ellos, para que la gestante los relaje por contacto.

    La confianza en la pareja es importante para realizar algunos de los ejercicios de relajación
    Es importante que haya una buena comunicación entre la embarazada y el encargado de palpar, para indicarle las partes del cuerpo en las que necesita un mayor contacto o presión, así como para comunicar si siente algún dolor o incomodidad en alguna zona específica.

  • Aromaterapia: el poder relajante de algunas esencias, como la lavanda, la melisa o la rosa, pueden resultar de utilidad para relajar a la embarazada durante el parto.

    Estos aromas se pueden impregnar en un pañuelo, o realizar pequeños masajes con ellos sobre el cuerpo de la embarazada, para que pueda respirarlos bien y ayudar a la mujer a liberar endorfinas, que colaboran en la mitigación del dolor.

  • Sofrología: el objetivo de esta técnica de relajación es proporcionar a la madre confianza y seguridad para afrontar el alumbramiento en positivo. Consiste en llevar a cabo diferentes ejercicios de relajación y respiratorios, que favorezcan la disminución del dolor y la prepararación para el alumbramiento, en armonía y sin tensiones.

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