Las herramientas más prácticas para regalar a un aficionado del bricolaje

El taladro, el atornillador eléctrico y la lijadora son algunas de las propuestas más demandadas
Por EROSKI Consumer 7 de noviembre de 2002
Img atornilladorlist

En las fechas navideñas, es habitual que surjan numerosas dudas sobre qué regalar. La originalidad y la utilidad que se le dará al obsequio son los criterios que guían a menudo las compras. Una opción apropiada para los aficionados al bricolaje es regalar herramientas que les permitan renovar algún viejo utensilio o aumentar la variedad que ya tienen. Algunas de las imprescindibles son el taladro, el atornillador eléctrico, la lijadora y el sargento.

Taladro y atornillador eléctrico

El taladro es un instrumento eléctrico básico. Fijar una estantería en la pared o perforar materiales para pasar por ellos un cable son algunos de los múltiples usos de esta herramienta. Antes de adquirir un taladro, es conveniente conocer la potencia real del aparato. Para uso doméstico, basta con que la herramienta tenga 450W.

Es fundamental fijarse en la velocidad real de perforación, que se expresa en revoluciones por minuto (RPM), y que su valor máximo se sitúe entre 1.500 y 2.800 RPM. También es muy útil que incluya un regulador de velocidades ya que materiales duros, como el hormigón o el acero, requieren que la broca gire de forma más lenta que en otras superficies blandas, como madera o plásticos.

El peso de la herramienta es otro aspecto que se debe considerar. Los taladros muy pesados dificultan el trabajo. Resulta más útil seleccionar herramientas ligeras pero potentes. Los modelos con batería son menos pesados que los convencionales. Están desprovistos de cable y se pueden utilizar en cualquier estancia, aunque se carezca de corriente eléctrica -algo frecuente durante las obras-. No obstante, es necesario utilizarlos de manera periódica para que la batería no se estropee. Para adquirir un taladro inalámbrico con suficiente autonomía, la batería debe ser, al menos, de 12 voltios.

Para adquirir un taladro inalámbrico con suficiente autonomía su batería debe ser, al menos, de 12 voltios

Algunos taladros además de perforar cuentan con una función atornilladora. También es posible adquirir instrumentos específicos que sólo se utilizan para atornillar. Estos últimos son prácticos para el montaje de muebles. Antes de adquirirlos, es aconsejable asegurarse de que el modelo dispone de rotación inversa para destornillar y de bloqueo del eje para utilizar la herramienta de forma manual. Es imprescindible conocer el par de apriete de la máquina, es decir, la cantidad de fuerza que aplica en los tornillos. Ésta es una consideración clave.

Lijadora y decapador

El pulido es una operación necesaria para muchos acabados. Hay distintos modelos de lijadora: de banda, delta o rotoexcéntrica, entre otras. Sin embargo, la orbital es una de las más polivalentes. Consigue superficies de gran finura. Para que sea una herramienta útil, debe comprarse un modelo con una base amplia que cubra una mayor área de trabajo. También es fundamental que disponga de un control de velocidad variable para ajustar el ritmo en función del material que se trabaje. Siempre que sea posible, es aconsejable adquirir un modelo con mango ergonómico para mayor comodidad de uso y control de la herramienta.

La lijadora orbital es una de las herramientas más polivalentes

El decapador térmico es otro utensilio muy funcional. Si trabaja a altas temperaturas, se utiliza para estañar metal y soldar tuberías de plástico, mientras que si lo hace con menos calor facilita el secado de la pintura, acelera el proceso de encerado y se utiliza para descongelar tuberías de agua. Su forma es muy similar a la de un secador de pelo, pero debe manejarse con precaución ya que hay modelos que expulsan aire caliente a más de 500º. Lo más seguro es comprar una herramienta que permita regular la temperatura y la potencia a distintos niveles.

Sargento o gato de apriete

El sargento, gato o tornillo de apriete es una herramienta muy utilizada en bricolaje, en especial en carpintería. Sus usos son variados: se emplea para inmovilizar dos piezas, para apretar un encolado y para sujetar con firmeza sobre el banco o mesa de trabajo el elemento que se vaya a arreglar.

Hay sargentos de diferentes tamaños. Un abertura de 30 a 50 cm es suficiente para los trabajos más habituales. Si se emplea para superficies de grandes dimensiones como puertas o mesas, deben ser de mayor amplitud (un metro o más). Los sargentos se compran a pares puesto que en la mayoría de las ocasiones se utilizan ambas herramientas para equilibrar el ajuste.

Sigue a Consumer en Instagram, X, Threads, Facebook, Linkedin o Youtube