Reparar grietas en la fachada

Los revestimientos antigrietas cubren las fisuras y previenen su aparición
Por EROSKI Consumer 17 de junio de 2007
Img fachada listado
Imagen: Jim Moore

La fachada es el principal elemento de protección de una vivienda. Las condiciones del interior dependen del estado en que se encuentre el exterior. Por ello, un buen mantenimiento de la fachada es fundamental. Fisuras y grietas son sus enemigos habituales. No hay que dejarlas extenderse. Además, su eliminación y prevención es sencilla.

Los movimientos, principalmente contracciones, que puede experimentar una fachada debido a los cambios de temperatura u otras condiciones climatológicas facilitan la aparición de estas hendiduras. Los revestimientos antigrietas se encargan de subsanarlo y evitar que ocurra de nuevo en el futuro. Algunos revestimientos permiten cubrir primero las grietas que se hayan formado y alisar así la fachada. De esta manera, preparan la superficie para su posterior pintado.

Además de proteger, estos productos decoran el aspecto exterior de la vivienda. En su mayoría, son revestimientos lavables que se pueden adquirir en diferentes tonalidades y aplicar sobre cualquier material (hormigón, ladrillo, cemento, yeso…). Suelen ser impermeables para proteger la fachada de la acción del agua y la aparición de moho, ya que la exposición a la lluvia y a la nieve la hacen más vulnerable al deterioro.

En cuanto a las grietas, los mejores resultados se obtienen en fisuras finas. Sobre ellas, el revestimiento actúa como una capa protectora que, a modo de plaste, cubre el hueco dejado por la grieta, protege el borde de la misma y evita que aparezcan nuevas hendiduras gracias a unas propiedades elásticas que le permiten soportar bien las contracciones de la fachada.

Aplicación

Antes de aplicar el producto, hay que limpiar la fachada, eliminar cualquier resto de suciedad o material anterior -pintura, barniz- y arreglar posibles desconchones. También hay que asegurarse de que la superficie está completamente seca, sin humedad y libre de polvo. Por último, si existe riesgo de lluvia o la temperatura se sitúa por debajo de 5º C, es conveniente esperar para aplicar el revestimiento. La humedad dificulta el agarre.

Ante riesgo de lluvia o temperaturas bajas, conviene no aplicar el revestimiento

El revestimiento se puede extender con rodillo, brocha o pistola. En cualquier caso, lo habitual es que tenga que diluirse previamente en agua. Cuando sea así, el fabricante indicará en el envase del producto la cantidad de agua necesaria. Generalmente, al aplicar varias capas, el porcentaje de agua es mayor en la primera capa que en las siguientes.

Protección de elementos decorativos

Además de reparar el aspecto general de la fachada, también hay que cuidar los detalles decorativos. Materiales porosos como la piedra o el mármol aceptan bien la protección con barnices especiales para exteriores. Además, su aplicación dificulta la adhesión de polvo y suciedad, así como una mejor resistencia a la aparición de grietas. Uno de los principales inconvenientes de este tipo de recubrimientos es, no obstante, su respuesta al paso del tiempo, puesto que pueden llegar a oscurecer la superficie sobre la que se aplican.

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