Mantenimiento de los muebles de bambú

Son ligeros y resistentes, pero necesitan ciertos cuidados para conservarlos en buen estado
Por EROSKI Consumer 1 de abril de 2003
Img muebles bambulistado
Imagen: wakx uy

El mobiliario de bambú ya no es exclusivo de jardines y terrazas. Es un material cada vez más utilizado en el interior del hogar: mesas de comedor, sillas, alfombras, cabeceros de cama o suelos. Su dureza y duración sobrepasan las de otras especies consideradas de gran calidad, como la madera de roble o de haya. Sin embargo, el bambú es un material vivo y natural que requiere ciertos cuidados para mantener su aspecto y calidad.

Limpieza

Los muebles de bambú son ligeros y fáciles de transportar, ya que están huecos en el interior. No obstante, su peso no es proporcional a la resistencia y a la durabilidad que proporcionan los tratamientos preventivos. Los muebles de bambú, sobre todo si se encuentran en el exterior, deben limpiarse de manera periódica.

Se debe retirar el polvo acumulado en las hendiduras y en las uniones. Un cepillo suave de cerdas largas o la aspiradora son útiles para este cometido. Si el mueble ha estado un tiempo descuidado o algunas zonas están más sucias, conviene pasar un paño humedecido, o el mismo cepillo que se ha empleado con anterioridad, empapado en agua y jabón neutro. También es posible sustituir el detergente por un preparado salino. La proporción correcta es: una cucharada de sal por cada litro de agua.

Arreglos comunes

El hundimiento de la trama del bambú, en especial en el asiento de las sillas, es uno de los problemas más comunes. Para solucionarlo, se recomienda apuntalar la zona afectada con unos listones. Deben colocarse como refuerzo en la parte del asiento que permanece oculta a la vista, atornillados a la estructura de la butaca.

El hundimiento de la trama es uno de los problemas más comunes en los muebles de bambú

Otra labor de mantenimiento habitual en este mobiliario es el refuerzo de las uniones, que se aflojan con el paso del tiempo y el uso. Para su arreglo conviene encolarlas, antes de que el deterioro sea mayor.

Si estos cuidados son insuficientes, se puede pintar la superficie para que recobre su color natural. Se debe utilizar una pintura al spray y aplicarla con ráfagas cortas, a cierta distancia para asegurar un acabado regular. Para proteger el color, sobre todo si el mobiliario se ubica en el jardín, es conveniente aplicar un barniz incoloro, apropiado para exteriores. De esta manera, se evitan los daños producidos por el sol, la lluvia y los cambios bruscos de temperatura.

Alfombras de bambú

La resistencia al tránsito, su alta durabilidad y la calidez que proporcionan han logrado que las alfombras de bambú sean desde hace tiempo una opción más para vestir y proteger los suelos del hogar. Una de sus principales ventajas es la facilidad con que se limpian. Basta cepillarlas con una escoba de cerdas suaves o pasar la aspiradora para eliminar la suciedad diaria.

Durante los dos primeros meses se aconseja no utilizar este electrodoméstico, ya que se dañan las lamas de bambú o el tejido, según sea su acabado. En este tiempo, es suficiente con dar la vuelta a la alfombra, pisarla para que suelte el polvo y los residuos acumulados y después barrer el suelo. El bambú es una fibra vegetal que acumula menos polvo que otros materiales. Es, junto con el yute, el sisal, el coco o las algas, uno de los componentes adecuados para personas con asma, alergia a los ácaros o problemas respiratorios en general.

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