Tableros contrachapados

El espesor de las chapas y los tratamientos a los que se someten determinan su calidad
Por EROSKI Consumer 14 de agosto de 2003
Img tableros
Imagen: Chris Darling

Los tableros contrachapados se fabrican a partir de la unión de varias chapas de madera. El número de capas suele ser impar, siendo más estables los tableros con un número de chapas mayor, a partir de cinco. Su elaboración admite la combinación de madera blanda, dura o ambas, aunque tiene en cuenta la dirección de las fibras, de manera que la de un tablero es contraria a la del siguiente.

En general, cada chapa tiene un grosor aproximado de entre 6 y 7 milímetros y está compuesta por derivados de la madera. En función de su uso, en interior o exterior, se recurre a un tipo de adhesivo u otro en la fase de encolado, que es una de las más importantes. Se debe utilizar un adhesivo fuerte para que las chapas permanezcan unidas y la estructura en la que se empleen gane estabilidad y resistencia.

Por otro lado, se caracterizan por una ligereza que facilita su manipulación, cierto nivel de humedad y conductividad térmica y una densidad variable. Asimismo, es preferible que se sometan a tratamientos ignífugos e insecticidas para mejorar la respuesta al fuego, a las condiciones ambientales y a los organismos xilófagos, entre otros.

Cómo elegirlos

Los tableros contrachapados son muy útiles en trabajos decorativos, para la fabricación de muebles, puertas, cubiertas, forjados o revestimientos. A la hora de adquirirlos hay que tener en cuenta el espesor, la estética y la especie de madera. Con frecuencia, se recurre a maderas finas de pino, chopo, eucalipto y frondosas, como el okume. Cada especie tiene unas peculiaridades y un dibujo (nudos) concretos, por lo que la elección depende de su destino.

Hay que tener en cuenta el espesor, la estética y el tipo de madera

Por otro lado, según recuerda la Asociación de Investigación Técnica de las Industrias de la madera AITIM, existen diversos tipos de tableros de acuerdo a las normas europeas. Así, se clasifican por su fabricación en tableros contrachapados de chapas, enlistonados y compuestos. Respecto a su forma y perfil, pueden ser planos o moldeados -con caras curvas-, mientras que el acabado puede ser lijado, escariado (acabado fino), preacabado o revestido.

Cuidados

Si no se ponen en práctica ciertos cuidados, los tableros contrachapados corren el riesgo de estropearse. En concreto, algunos adhesivos pueden causar la aparición de manchas en las capas superficiales. Por otro lado, la acción de los rayos ultravioletas y las variaciones de humedad pueden llegar a provocar, según AITIM, la rotura de las fibras, mientras que agentes oxidantes como el cloro o el alcohol favorecen su deterioro.

Para comprobar la calidad de los tableros, el marcado CE certifica que cumplen con la Directiva Europea de Productos de la Construcción. Esta marca afecta, en su mayoría, a tableros utilizados en carpintería y mobiliario.

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