La tumbona, descanso en la terraza y el jardín

Las tumbonas son el asiento más cómodo para disfrutar al aire libre, tanto en el jardín como en la playa y, si el sitio lo permite, incluso en el balcón
Por EROSKI Consumer 21 de mayo de 2013
Img tumbona jardin
Imagen: Kurtis Garbutt

Las tumbonas son el asiento que mejor permite disfrutar de la terraza o el jardín cuando llega el buen tiempo. Se fabrican en diversos materiales, desde las sencillas plegables y más ligeras hasta modelos más sofisticados y con diseños modernos. Este artículo describe las tumbonas como el mueble idóneo para relajarse y descansar, los distintos materiales con que se construyen, las variantes de diseño ergonómico y cómo y dónde guardarlas cuando llega el invierno.

Tumbonas para relajarse y disfrutar

Las tumbonas son el asiento por excelencia del descanso al aire libre. Permiten echarse en ellas y disfrutar tanto de tomar el sol, como de relajarse con una buena lectura o música o para dormir una buena siesta. Y se adaptan, además, a distintos contextos: el jardín, el balcón (si se cuenta con espacio suficiente), el parque, la playa… Mientras haya buena temperatura, la tumbona es una gran compañía.

Para dar mayor comodidad, muchas tumbonas permiten graduar la inclinación del respaldo e incluyen reposabrazos y reposapiés

En general, los modelos son bastante parecidos, pero pueden introducir diversas variantes para dar más comodidad, como la posibilidad de graduar la inclinación del respaldo y la inclusión de reposabrazos y reposapiés (también pueden ser regulables) y de patas con ruedas para facilitar el traslado.

En muchos casos, además, es posible añadir accesorios, sobre todo cojines, para que ganen en confort. Otro complemento que a menudo resulta muy útil es una especie de alforja, que se coloca en los laterales y funciona como «bolsillos» para la tumbona. Por su forma, recuerda a los «portamandos» a distancia, diseñados para que cuelguen del sofá. En el caso de las tumbonas, los objetos más comunes que se guardan allí son gafas, teléfonos, revistas y cremas.

Materiales de las tumbonas

Aunque también puedan usarse en espacios interiores, las tumbonas son muebles de exterior y, en general, se confeccionan con los materiales que son típicos para estas piezas, desde madera y fibras naturales o sintéticas, hasta plástico, aluminio y otros tipos de metal. Por eso, si las tumbonas se incorporan a un juego de muebles de jardín ya existente, lo más conveniente es buscar materiales similares. Sin embargo, pueden diferenciarse y marcar contrastes, no solo a través de los materiales sino también de los colores. Las tonalidades más vivas e intensas pueden convertirse en una auténtica señal del verano y el buen tiempo.

Muchas tumbonas plegables se pueden guardar colgadas en la pared, tanto en un trastero como en el garaje

Las tumbonas más sencillas y económicas están fabricadas en plástico o aluminio. Son también las menos resistentes, pero en general cuentan con dos cualidades muy apreciables: son plegables y muy ligeras. Esto las hace muy apropiadas, sobre todo en el momento de guardarlas, ya que resultan fáciles de trasladar y, plegadas, ocupan poco espacio.

Los modelos realizados en madera también es habitual que sean flexibles, solo que un poco más pesados. A cambio, son más firmes y resistentes, por lo cual aumenta su vida útil.

Es importante, en estos casos, que la superficie del asiento (de tela o lona) sea flexible, para dar comodidad al usuario, pero no tanto para hacer que el cuerpo se hunda y quede en una posición incómoda. Por otra parte, el tipo de tejido debe permitir una suficiente aireación, para que la piel pueda respirar.

Tumbonas de diseño ergonómico

Existen tumbonas modernas con diseños ergonómicos, que favorecen un mejor descanso. Sus líneas curvas, además de adaptarse mejor a la forma del cuerpo humano, les da un estilo muy contemporáneo, sobre todo si están construidas en materiales metálicos o sintéticos. De todos modos, también las hay de madera o de fibras como el mimbre y el ratán.

El punto negativo de estos modelos es que en muchos casos no son plegables, por lo cual requieren de un sitio amplio donde guardarlos cuando llega el mal tiempo. Además, son bastante pesados y difíciles de trasladar.

Guardar las tumbonas durante el invierno

Si no se cuenta con un trastero donde guardar las tumbonas, estos muebles pueden resultar una molestia en el momento de hacerlo cuando llega la temporada invernal.

Para maximizar el aprovechamiento del espacio, muchos modelos de tumbonas plegables se pueden colgar en la pared, tanto en el trastero como en el garaje o en algunas otras estancias poco transitadas de la casa. Es una opción muy válida siempre que sea posible.

Otra alternativa -que puede aportar un aire original al salón– es escoger una tumbona que, además de cumplir con su función al aire libre, combine de forma adecuada con la decoración interior. De esta manera, durante el verano sirve para tomar el sol en la terraza y, para el invierno, se convierte en un asiento más para ver la televisión, leer o descansar.

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