Técnicas de pintura decorativa: trapeado y esponjado

Para garantizar un buen resultado, es necesario evitar que el trapo o la esponja se saturen de color
Por EROSKI Consumer 17 de junio de 2002
Img tecnica esponjado
Imagen: Abby Lanes

Las diferentes técnicas de aplicación de la pintura permiten conseguir efectos decorativos muy diversos y llamativos de colores y tonos irregulares. Sobre las paredes o los techos, aportan originalidad que distingue ambientes y permite cubrir superficies con imperfecciones. En este sentido, las técnicas del esponjado y del trapeado son bastante sencillas y rápidas de realizar.

Cómo aplicar la pintura

Ambas técnicas se pueden realizar de dos maneras. En el primer caso, se pinta la superficie sobre la que se quiere trabajar, se aplica una segunda mano algo más diluida y, antes de que se seque, se frota la pintura con la esponja o el trapo.

Una segunda opción consiste en aplicar una o dos capas base y, sobre estas, estampar otro color con un trapo o esponja y pequeños toques. De este modo, se obtendrá una textura más pronunciada.

En cuanto a la pintura, es conveniente que sea plástica al agua o esmalte al aceite. Al elegir los colores, los tonos que contrastan logran un resultado más vistoso. Lo habitual es recurrir a un tono claro para la base y otro más fuerte para destacar sobre el anterior.

Pintar con un trapo

El trapeado se puede emplear en paredes, techos y muebles. Para ello, es necesario utilizar un trapo enrollado, que se sumerge en pintura sin llegar a saturarlo de color. Cuando esto ocurre, hay que sustituir el trapo por otro limpio y volver a mojarlo. Hay que asegurarse de que el trapo está libre de polvo, ya que estas partículas impiden la adherencia de la pintura.

El trapo debe estar limpio y libre de polvo para garantizar una buena adherencia de la pintura

Respecto al procedimiento, es conveniente derramar una pequeña cantidad de pintura sobre un recipiente, mojar el trapo en él, retirar el exceso de color sobre un papel limpio, enrollar el trapo en forma de rodillo y pasarlo sobre la superficie que se quiera decorar.

Las posibilidades son variadas. Se puede emplear esta técnica sobre una base de color uniforme o recurrir a dos tonos para el trapeado, lo que consigue efectos más atrevidos. Al finalizar, la superficie se puede cubrir con barniz acrílico para garantizar una mejor protección.

Esponjado

Para llevar a cabo la técnica del esponjado, se procede de manera similar al trapeado. En este caso, se puede elegir entre diferentes tipos de esponjas, según la forma, el tamaño o el número de poros. Estos orificios son los que consiguen un acabado decorativo u otro.

El procedimiento, igual que el anterior, comienza con una pequeña cantidad de pintura que se vierte sobre un recipiente limpio. En él, se introduce una esponja humedecida en agua, se retira el exceso de pintura y se presiona con pequeños golpes sobre la superficie que se quiere decorar.

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