La capa de imprimación

Protege la superficie y la prepara para mejorar la adherencia de la pintura
Por EROSKI Consumer 5 de enero de 2005
Img imprimacion listado
Imagen: tanais

Antes de pintar una superficie, hay que asegurarse de que se encuentra en buenas condiciones. No sólo debe carecer de grietas, sino que también es necesario que esté libre de polvo y presente las características adecuadas para que la pintura agarre. En ocasiones, resulta difícil que estos productos se adhieran a soportes vitrificados, gres, azulejos o superficies metálicas. La solución en estos casos pasa por aplicar una capa de imprimación que impide, entre otras cosas, que el líquido resbale.

Su aplicación es similar a la de la pintura. Se extiende una capa sobre la superficie y, una vez seca, se aplica el producto de acabado. Si se hace de esta manera, la imprimación prepara la pared, asegura un contacto óptimo con la pintura, protege la superficie y evita el paso al exterior de componentes nocivos o contaminantes.

Se puede emplear sobre materiales plásticos, melamina, hormigón y metales

Según el soporte sobre el que se aplique, hay diferentes tipos de imprimación. Ésta se puede emplear sobre materiales plásticos, melamina o PVC, además de hormigón y metales como el cobre, el aluminio, el zinc o el acero, que se caracterizan por una adhesión especialmente difícil. Cuando se trata de hierro, hay productos específicos que, además de mejorar la adherencia, tienen propiedades antioxidantes frente a la corrosión. Estos productos son muy prácticos para proteger barandillas metálicas expuestas a la intemperie o mobiliario de jardín.

Superficies porosas

La madera es otro de los materiales que responde bien a la imprimación. Sobre ésta, sella los poros y actúa contra la formación de hongos. Asimismo, en superficies similares como el yeso o el cemento, también porosas, tapa los pequeños orificios y evita las manchas de humedad.

Evita las manchas de humedad y la formación de hongos

La imprimación para madera suele tener una tonalidad incolora y resiste el lijado. Su uso es habitual en madera nueva para endurecerla y conseguir un buen acabado. Se utiliza en tableros de DM y paneles de madera contrachapada o aglomerada.

En superficies de yeso repara las grietas y los desconchados. Es útil en albañilería interior para rellenar fisuras o agujeros, con acabado en blanco. En este caso, se puede aplicar con espátula y lijar. Este producto evita que, al aplicar la pintura, la pared la absorba y el acabado no sea homogéneo.

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