Colocar un estor enrollable

El estor enrollable es un sistema práctico y de muy sencilla instalación para reemplazar a las cortinas tradicionales
Por EROSKI Consumer 9 de febrero de 2005
Img estor
Imagen: owlhere

Colocar un estor enrollable es una tarea que no entraña mayores dificultades. Lo más importante es tener cuidado para que la estructura de soporte quede horizontal. Luego solo resta colocar la tela, que puede estar sujeta con grapas o velcro. La ventaja de este último sistema es que se puede retirar la tela tantas veces como haga falta, ya sea para lavarla o cambiarla.

El estor enrollable, un recurso fácil de colocar

Colocar un estor es una de esas tareas sencillas que, sin embargo, debe hacerse con la suficiente atención y puntillosidad. De lo contrario, el estor puede instalarse mal y representar un detalle negativo en la decoración de un salón, un dormitorio u otra estancia de la casa. Conviene tenerlo presente, dado que el uso de estores enrollables es cada vez más frecuente, dada la simplicidad de su sistema y colocación y su bajo coste.

Los estores enrollables se comercializan en las tiendas, aunque es posible fabricarlo uno mismo. Su confección es una tarea sencilla, que resulta económica y permite alternativas en los diseños, con toques de color especiales, cenefas, formas que no sean rectas en la parte inferior y cualquier otra variante que imagine quien lleve a cabo la labor.

Fijar la estructura del estor

En cualquier caso, la tarea de colocación siempre comienza por fijar en la parte superior de la ventana el soporte del estor. Hay dos clases de soportes: una estructura alargada, cuya extensión excede de 10 a 15 centímetros el ancho de la ventana, o dos piezas sueltas, que se colocan por separado. La sujeción a la pared se realiza por medio de tacos y tornillos, es decir, implica realizar orificios. Por lo general, los estores cuentan con dos tornillos en cada extremo, para garantizar la seguridad de la estructura.

Con un nivel de burbuja, hay que asegurarse de que el soporte del estor queda en posición horizontal

Lo fundamental en este paso es la horizontalidad de la línea del soporte, ya que, si queda inclinada, también quedará inclinado todo el conjunto. El uso de un nivel de burbuja asegura un buen resultado. Conviene, si el soporte es alargado, apoyarlo contra la pared, usar el nivel para corregir su posición hasta alcanzar la más apropiada y marcar los puntos donde habrá que taladrar. Si son dos las piezas que sujetarán el estor, lo más conveniente es trazar una línea horizontal en la pared y, en relación con ella, colocar los soportes.

La tela del estor

El siguiente paso es trabajar con la tela. Será necesario realizar un dobladillo en el extremo inferior de la misma, si carece de él. A continuación, se introduce en el doblez una barra o listón, que con su peso hará que la tela quede siempre extendida y lisa. Este dobladillo queda abierto en ambos extremos, de manera que la barra se puede sacar cuando sea necesario.

Un listón en la parte inferior de la tela permite que esta se mantenga siempre lisa y extendida

Después hay que ajustar el extremo superior de la tela a la barra, en la cual se enrollará el estor. Según el modelo, esta operación se puede efectuar con grapas, de manera que la unión será permanente, o bien con velcro. La ventaja de esta opción es que se puede retirar la tela en cualquier momento, para lavarla o cambiarla.

El último paso consiste en colocar esta barra en el soporte que se ha fijado al principio en la pared. El modo de asegurarlo también depende del modelo, aunque por lo general se consigue con tornillos o tachuelas. Con este paso, el estor ya está instalado: desde ese momento se puede regular para dejarlo enrollado por completo o que cubra una parte o la totalidad de la ventana.

Otros usos para el estor enrollable

Si bien la mayoría de las veces que se piensa en un estor es para que impida el acceso de los rayos del sol o para proteger la intimidad a través de una ventana, también sirve para otros usos.

Un estor enrollable permite separar ambientes dentro de una misma estancia. La única diferencia en la instalación en una ventana es que hay que colgar el soporte del techo. De esta forma, constituye una manera simple de dividir espacios cuando sea necesario y volver a unirlos, sin necesidad de paneles, biombos ni otra clase de estructuras más complicadas de armar.

Otra función posible es la de cubrir puertas. En este caso, la instalación es similar a si estuviera en una ventana, con la diferencia de que la tela debería llegar casi hasta la línea del suelo. Representa una opción útil para separar la cocina del comedor, o espacios similares, sin necesidad de instalar una puerta de madera o metal, que establece una división mucho más marcada.

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