Delantales y guantes: elegancia y comodidad en la cocina

Además de proteger de salpicaduras y quemaduras, los delantales y guantes permiten dar un toque de color y estilo al momento de cocinar
Por EROSKI Consumer 19 de marzo de 2013
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Imagen: TajaTaja

Usar delantales y guantes en la cocina representa un buen hábito tanto para protegerse de quemaduras y salpicaduras como para cuidar la ropa. Además, adoptar un vestuario exclusivo para cocinar destaca la importancia de esta tarea y le aporta un toque de elegancia. Se pueden escoger distintos modelos de mandiles, según el gusto de cada cocinero. Los guantes, junto con los clásicos de lienzo, pueden ser de materiales diversos como silicona o telas especiales que aíslan de las altas temperaturas. Así se explica a continuación.

Delantales personalizados

Hay varios tipos de delantales. Los más comunes cubren casi toda la parte delantera del cuerpo, desde el pecho hasta las rodillas. Otros, en cambio, lo hacen solo desde la cintura y, por tanto, son útiles en un menor número de tareas. Incluso hay modelos que tapan los hombros y protegen prácticamente todo el cuerpo.

El delantal ha de ser cómodo y del gusto de la persona que lo viste con asiduidad

En cuanto al diseño, en ocasiones cuentan con bolsillos en la parte delantera, muy útiles para tener a mano guantes, trapos de cocina o cualquier otro elemento que sea necesario mientras se preparan los guisos.

Lo más apropiado es que el mandil sea cómodo y del gusto de la persona que lo lleve con asiduidad, ya que de este modo lo empleará con mayor frecuencia. No obstante, otro tipo de delantales pueden ser fuente de motivación para que ciertas personas (que vivan o no en la misma casa) participen en la preparación de los alimentos.

Si se desea que sean los niños quienes ayuden en estas tareas, siempre que no impliquen riesgo alguno, es interesante conseguir un delantal de su tamaño. Los diseños con colores o dibujos de sus personajes favoritos son idóneos para este fin. También se pueden comprar o confeccionar delantales en blanco y decorarlos junto con los pequeños con dibujos o frases graciosas. Además de pasar un buen momento juntos mientras los adaptan a sus gustos, sentirán mayor apego hacia esa prenda.

De la misma manera, se pueden preparar mandiles personalizados para adultos, con frases, colores o cualquier otro elemento que los distinga. Hasta puede haber un delantal especial para invitados, destinado a huéspedes o personas que pasen por la cocina de manera ocasional y a quienes se desee involucrar en las tareas propias de este lugar.

Guantes funcionales y de diseño

Los guantes convencionales protegen la mano y la muñeca, aunque algunos diseños cubren el antebrazo, casi hasta el codo

Los guantes de cocina de tamaño convencional protegen la mano y la muñeca, pero otros cubren el antebrazo, casi hasta el codo. Los que se consiguen en los comercios pueden ser de lienzo o algodón, al igual que los delantales tradicionales, pero reforzados para resistir las altas temperaturas a las que se exponen. Modelos más modernos están diseñados con materiales como silicona o neopreno, cuya tolerancia al calor es superior.

Los guantes de silicona representan una posibilidad muy adecuada. Pese a que se asemejan a los guantes de goma, no se derriten al contacto con el calor. Las cualidades de ese material los hace resistentes, indeformables y térmicos. Son impermeables y se limpian con mucha facilidad.

Un tipo de guante parecido al de silicona, pero más sofisticado, es el elaborado con un tejido especial tipo neopreno, como los trajes de buceo. Este material soporta temperaturas muy extremas, desde 260ºC hasta -92ºC. Además, estos guantes están provistos de zonas antideslizantes y sus fibras se someten a un tratamiento que reduce la proliferación de bacterias.

Delantales y guantes, buenos aliados en la cocina

Los delantales y guantes son aliados importantes en la cocina, ya que protegen la ropa y parte del cuerpo de posibles salpicaduras y quemaduras. Sin embargo, pese a que están en la cocina a menudo, por pereza o falta de hábito, no se emplean. Tal vez añadir a su utilidad un diseño bonito o un detalle personalizado sea una motivación suficiente para incorporar estas piezas a los atuendos de uso normal en el momento de preparar los alimentos.

A diferencia de los guantes, que en general solo son necesarios al trabajar con el horno y tener que manipular objetos a altas temperaturas, el uso del mandil es conveniente casi siempre en la cocina. Evita las manchas en la ropa y ayuda a que esta no se impregne del olor de los alimentos. Se debe procurar que el delantal esté siempre a mano (puede colgar de un gancho en la pared, en un sitio de fácil acceso) y que vestirlo sea sencillo. Si además su diseño o dibujo es atractivo para quien cocina o combina con la decoración de la estancia, mucho mejor.

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