El «cheque-bebé» de 2.500 euros por cada nuevo hijo nacido o adoptado después del 1 de julio es ya una realidad legal. El Senado dio ayer luz verde a esta ayuda, que se empezará a cobrar a finales de este mes «previsiblemente», dijo el ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera. Hasta el momento se han registrado más de 120.000 solicitudes.
Caldera explicó que con esta ayuda se pretende echar una mano a las economías familiares, hacer frente a los cambios sociológicos derivados de la incorporación de la mujer al mercado laboral, y estimular una natalidad aún deficitaria.
Oficialmente, estos 2.500 euros son un anticipo por deducción del IRPF, pero en realidad se trata de una subvención directa, igual para todos, sea cual sea el nivel de renta del solicitante. La ayuda para las madres que no coticen se tramitará como una prestación no contributiva, y otro tanto ocurrirá con las mujeres vascas y navarras, debido a los regímenes fiscales propios.
El cheque se eleva a 3.500 euros para las familias monoparentales, numerosas, con hijos discapacitados o cuando la madre tenga una discapacidad igual o superior al 65%.
Se trata de una subvención directa, igual para todos, sea cual sea el nivel de renta del solicitante
De los 120.000 padres y madres que ya han solicitado esta ayuda, el 69% lo han hecho a través de las oficinas de la Seguridad Social y el 31% en la Agencia Tributaria. El Ministerio calcula que entre julio y diciembre 250.500 padres y madres pedirán el cheque, lo que costará 626 millones de euros.
Desde la Federación Española de Familias Numerosas (FEFN) valoran positivamente que estos hogares reciban 1.000 euros más que el resto, porque que «son los que contribuyen al relevo generacional». No obstante, creen que esa ayuda debería ser progresiva, es decir, que se incremente a medida que aumenta el número de hijos.
«Si con el primer hijo se perciben 2.500 euros, con el segundo se debería percibir una cantidad mayor, y esta cantidad tendría que incrementarse también con el nacimiento del tercer hijo, un poco más con el del cuarto y así sucesivamente», señala la FEFN, que recuerda que España sigue estando muy retrasada en protección a la familia con respecto a otros países europeos.
– La cuantía mínima es de 2.500 euros.
– Las beneficiarias son las madres cuyos bebés hayan nacido en España a partir del 1 de julio de 2007 (si la madre ha fallecido, el beneficiario será el padre). En el caso de las adopciones, los beneficiarios serán los adoptantes también a partir de esa fecha.
– Para solicitar la subvención -a través de las oficinas de la Seguridad Social o en la Agencia Tributaria- hay que tener la nacionalidad española o haber residido en España los dos años inmediatamente anteriores al nacimiento o adopción.
– Las solicitudes rigen a partir de la inscripción del bebé en el registro civil.
– La ayuda se eleva a 3.500 euros para las familias numerosas, monoparentales, o si la madre padece una discapacidad igual o superior al 65%.
– La forma de cobro de la ayuda es a través de la deducción en el IRPF (pudiendo percibirse de forma anticipada) o por prestación no contributiva de la Seguridad Social. En los casos de Navarra y País Vasco, como tienen regímenes fiscales propios, se pagará como prestación no contributiva.
– El pago se hará efectivo en el plazo más rápido posible, convirtiendo las comunicaciones de nacimiento o adopción en solicitudes.
– El “cheque-bebé” es compatible con todas las demás ayudas previstas en apoyo a la familia, tanto de la Seguridad Social como de la Hacienda Pública, así como de cualquier otra administración pública.
