Nuevo desplome de la bolsa

Por cada 1.000 euros invertidos en Bolsa desde el inicio del año, los pequeños y medianos inversores han perdido una media de 200
Por José Ignacio Recio 25 de junio de 2008
Img labolsa
Imagen: Neil Gould

Los inversores pierden el 10% de sus ahorros en junio

Nada menos que un 10% es lo que han perdido los ahorradores españoles que tienen invertido su dinero en Bolsa a lo largo de este mes de junio, tras seis caídas consecutivas que han dejado al Ibex-35 en mínimos anuales y, lo que es peor, en precios que no se veían desde septiembre de 2006. Parece un desplome, aunque ciertamente es un goteo que se lleva acumulando desde inicios de este ejercicio en el que la renta variable se ha dejado en el camino el 20% de los ahorros de los inversionistas. Si se puede calificar esta tendencia como grave, lo es aún más cuando se constata que otros mercados bursátiles no están cayendo con la fuerza del español. A lo largo de 2008, el FTSE londinense se ha dejado un 12%, mientras que el Dow Jones solamente lo hace en un 9%. La duda que asalta ahora los pequeños y medianos inversores, los más afectados por esta crisis, es si el selectivo rebotará con violencia tras perder ya más del 10% en junio o las caídas se prolongarán en próximas sesiones. El contexto económico no es muy alentador para una evolución futura con la persistencia de los temores asociados al sector financiero, con un petróleo cerca de máximos y de datos económicos de debilidad que inducen a los analistas a que persistan cesiones adicionales.

El mercado financiero ofrece mecanismos para aprovecharse de las bajadas de las bolsas como es la venta a crédito, que es un producto que permite obtener beneficios con esta tendencia

El parqué cerró ayer en el nivel más bajo desde septiembre de 2006 tras encadenar su sexta bajada consecutiva, a causa de las negativas perspectivas sobre la economía nacional y otros factores internacionales, como el precio del crudo y las malas expectativas en Estados Unidos. La sesión fue negativa para la gran mayoría de compañías cotizadas en el Ibex, muchas de las cuales se encuentran ya en mínimos. Solamente cuatro de las 35 compañías que componen el selectivo de la Bolsa española consiguieron cerrar en positivo: Grifols, que subió un 3,63%, Mapfre y Acerinox con una revalorización del 1,92% y el 1,43%, respectivamente, mientras que FCC se anotó un modesto 0,31%. Por el contrario, Tele 5 fue el valor más castigado al caer más del 5%. Las energéticas lo hicieron en un 2% y 4%, mientras que entre los grandes valores BBVA cayó un 1,86%, Santander un 1% y Telefónica otro 0,94%. Fuera del selectivo, Afirma fue quien se llevó la peor parte al desplomarse un 32,74%.

Caída anual del 20%

En la renta variable nacional las caídas afectan a casi todos los valores y sectores. Tan sólo cinco compañías del selectivo se encuentran en terreno positivo en este año: Gamesa (+5,22%), Grifols (+33,23%), Mapfre (+5,65%), Repsol (+3,12%) y Técnicas Reunidas (+20,83%). Las restantes se hallan en una pendiente bajista que está afectando a sus accionistas que han visto cómo desde que empezó el año han disminuido sus ahorros a la mitad, como en los casos de las personas que hayan invertido en Tele 5, Bolsas y Mercado de España e Iberia que han bajado un 55%, 46% y 45%, respectivamente. Los resultados no son mejores para quienes tengan posiciones compradoras en las grandes compañías, como Iberdrola (-19%), Inditex (-30%), BBVA (-24%), Santander (-19%) o Telefónica (-23%). Las constructoras son otro de los sectores que han caído en picado, con sus empresas punteras en mínimos desde hace muchos meses: FCC (-24%), Ferrovial (-21%) y Sacyr Vallehermoso (-26%). Pero la sangría no afecta sólo a los integrantes del Ibex-35 sino que influye en todo el Mercado Continuo, con caídas por encima del 50% en valores como Antena 3 Televisión, Inmobiliaria Colonial o EADS.

Esta situación se plasma en que ahora los inversores disponen de menos capital en su cuenta de valores que a finales de 2007. Así, por ejemplo, un inversor con una cartera de valores valorada, en diciembre de ese año, en 5.600 euros, habrá visto como las minusvalías sufridas durante los primeros seis meses del nuevo ejercicio le han reportado un valor de 4.480 euros, es decir 1.120 euros menos, en consonancia con el 20% de caída de la bolsa española durante este período. Cantidades que lógicamente se incrementarán a medida que el capital invertido sea mayor. De ahí que sean numerosos los pequeños inversores que se preguntan qué deben de hacer ante un momento bursátil como el actual.

Alternativas para el inversor

Alternativas para el inversor

La Bolsa suele anticipar el escenario económico con el que nos encontraremos dentro de unos meses o años. Desde esta perspectiva, la bajada de la renta variable significa que está descontando los malos datos económicos vigentes en la economía nacional y que afectan directamente a la economía de los consumidores: mayor desempleo, aumento de la inflación, subida de los carburantes y caída en el consumo. Por otro lado, ante la crisis bursátil actual es lógica la precaución y el temor por parte de los inversores ante el devenir de las cotizaciones de las compañías que cotizan en bolsa. Pero el diagnostico no puede ser el mismo para todos ellos, no es lo mismo “estar invertido” que estar en una posición de liquidez, ya que la estrategia que se habrá de seguir variará en función de la posición que tenga en estos momentos cada uno de ellos.

Ante la espiral bajista que puede desarrollar la renta variable nacional en los próximos días la mayoría de analistas aconsejan olvidarse de la Bolsa hasta el próximo ejercicio

Inversores en liquidez: son los que en estos momentos están fuera del mercado. Prácticamente la totalidad de los analistas bursátiles recomiendan estar fuera del mercado, por lo menos, hasta bien adentrado el 2009 y se vislumbre la evolución de la renta variable. Tan sólo algunos de estos analistas se decantan por realizar compras selectivas en empresas que están en condiciones de afrontar un período recesivo.

En el otro lado de la balanza se encuentran los inversores que están invertidos -que ya han invertido sus ahorros-. Es especialmente delicado darles un consejo ya que para ello es necesario saber su grado de liquidez, su perfil como inversionistas y qué grado de perdidas pueden afrontar. De forma general tienen ante sí varias opciones que trataremos de explicar de la forma más sencilla.

  • Medio o largo plazo: si la inversión está orientada al medio o largo plazo lo mejor que pueden hacer es despreocuparse durante unos meses de la cotización de sus inversiones y esperar a que dentro de un par de años recuperen los niveles de compra.

  • Valores sólidos: aquellas personas que hayan comprado valores sólidos que proporcionan un alto rendimiento por dividendo, al medio o largo plazo, deben igualmente abstenerse de realizar operaciones de venta, ya que a través de esta retribución pueden obtener una rentabilidad anual por encima de la inflación actual (4,6%).

  • Cortoplacistas: para los que han orientado su inversión al más corto plazo la solución es la más complicada de todas. De ahí que solamente puedan aplicar dos estrategias: bien vender las acciones asumiendo las pérdidas con las que cotizan en estos momentos o bien aprovechar un fuerte repunte que tengan las bolsas para deshacer sus posiciones en la renta variable.

  • Especuladores: los inversores que hayan querido hacer plusvalías rápidamente lo tienen más difícil en estos momentos, ya que pueden tardar muchos meses, incluso años, para que sus apuestas bursátiles recuperen los precios de compra.

Oportunidad de negocio

Aunque parezca sorprendente, también se puede rentabilizar la inversión durante los períodos bajistas a través de ciertos productos financieros que ha creado la ingeniería financiera de las entidades financieras. Se trata, en concreto, de la venta a crédito. ¿Pero en qué consiste esta posibilidad de inversión? Muy sencillo, si el usuario tiene la certeza de que algún valor va a bajar a corto o medio plazo, el banco o caja de ahorros le propone realizar esta operación a través de una mecánica bien definida a través de tres pasos que debe efectuar el usuario:

  1. El banco o caja de ahorros le presta los valores que el cliente desee.
  2. El cliente los vende al precio de hoy.
  3. La entidad le proporciona hasta tres meses para devolver los valores al precio que tengan entonces y que, según sus previsiones, será inferior al actual. De esta forma, el inversor obtendrá la diferencia.

La venta a crédito, por tanto, es un producto que permite obtener grandes beneficios en épocas bajistas de la bolsa, aunque si no se cumplimentasen estas premisas también hay que asumir que las pérdidas que puede sufrir una persona que contrate esta modalidad serán importantes. En la actualidad la gran mayoría de entidades financieras comercializan este producto, tanto en su vertiente tradicional como “online”. Lo aconsejable es acudir a la entidad que menos comisiones aplique para efectuar estas operaciones, ya que algunas de ellas ofrecen promociones y ofertas que permiten abaratar sensiblemente el coste final de esta operación bursátil.

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