Modalidades de pago con tarjeta

Las tarjetas permiten el pago inmediato, a fin de mes o un abono aplazado, pero hay que tener en cuenta que habrá que pagar intereses
Por José Ignacio Recio 4 de junio de 2009
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Imagen: Lotus Head

La crisis obliga a mirar con lupa los gastos y a controlarlos de manera minuciosa. Una de las claves para reducir el dinero que se desembolsa cada mes es utilizar las tarjetas “con cabeza”. Conviene escoger la modalidad de pago que se adecue más y mejor a las necesidades de liquidez de cada familia y a su capacidad de gasto real, evitando la posibilidad de endeudamiento. No es lo mismo usar una tarjeta de pago inmediato que aplazado, ya que éste, más cómodo, conlleva intereses que habrá que abonar cada vez que venza el plazo, y a la larga supondrá un mayor desembolso.

Las características de la tarjeta que se tenga contratada son las que marcan la modalidad del pago: inmediato, fin de mes o aplazado.

Pago inmediato

Los importes de todas las operaciones que se realicen con esta tarjeta (compras o retirada de efectivo) se cargan directamente en la cuenta corriente. Esta modalidad se aplica a las tarjetas de débito.

  • Ventajas: no se producen recargas ni se aplican intereses, excepto los derivados del normal uso de las tarjetas.
  • Inconvenientes: dependen de la liquidez de la cuenta asociada y no sirven para aplazar pagos.

Pago fin de mes

El importe dispuesto durante el mes se cargará en la cuenta corriente de su titular a principios del mes siguiente. Esta modalidad es opcional para algunas de las tarjetas de crédito. Se puede elegir también la modalidad de pago aplazado.

  • Ventajas: permite hacer gastos sin tener que afrontar su pago inmediatamente, a la vez que puede inducir a planificar mejor el presupuesto doméstico de cada periodo mensual.
  • Desventajas: supone desembolso al que habrá que hacer frente todos los meses, incluyendo los tipos de interés que se apliquen en cada tarjeta.

Pago aplazado

Esta modalidad consiste en pagar una cuota o un porcentaje fijo al mes, siempre con un mínimo establecido que dependerá del tipo de tarjeta. Es la forma de pago obligatoria para las tarjetas con bonificación o tarjetas «revolving», y opcional para las tarjetas de crédito. A su vez dispone de otras variantes que pueden ser seleccionadas por su titular en función de sus necesidades. Mediante el pago aplazado con un porcentaje constante, el titular abona un porcentaje constante cada mes del saldo dispuesto de su tarjeta, siempre con un mínimo de 30 euros, por norma general. Para otro tipo de tarjetas correspondientes a la gama más alta, por ejemplo la modalidad «Platinum», el mínimo será de 60 euros. En el caso del pago aplazado con una cantidad fija, el titular abona una cuota fija al mes del saldo dispuesto de su tarjeta, con un mínimo del 3% o el 5% (lo más habitual).

  • Ventajas: permite realizar una mejor gestión de los gastos realizados a través de la modalidad que mejor se adapte a cada perfil de usuario.
  • Inconvenientes: supone, sin embargo, un incremento en los gastos, ya que si por ejemplo se selecciona una cuota muy pequeña, se alargará en exceso el periodo de amortización y se pagarán más intereses.

Tipos de interés y comisiones

El tipo de interés nominal medio que se aplica en el pago aplazado es del 1,25% mensual, que se liquidará mensualmente (TAE 16,07% anual). Para las tarjetas MasterCard, el tipo de interés nominal que se aplica en el pago aplazado es del 0,97% mensual, y se liquida mensualmente (TAE 12,28% anual). En operaciones a crédito, esta comisión se devenga en el momento de la disposición de efectivo y se liquida en los primeros días hábiles del mes siguiente, mientras que en las operaciones a débito, la comisión se devenga y liquida en el momento de la disposición de efectivo.

También hay que tener en cuenta la comisión que aplican los cajeros y establecimientos que no son de la misma red, que alcanza entre el 3% y 5% sobre la cantidad retirada. De ahí la importancia de conocer previamente qué bancos y cajas de ahorros pertenecen a la misma red, algo que permitirá obtener un mayor ahorro.

CONSULTAS

Para llevar una mejor y más ordenada gestión sobre el estado de las cuentas es muy útil recurrir a las consultas sobre la situación en que se encuentra la tarjeta. En general y, a través del banco o caja de ahorros emisor, se pueden realizar las siguientes operaciones:

  • Consulta de saldo, que informa tanto del importe dispuesto como el disponible de la tarjeta titular, y también de las adicionales, si las hubiera.
  • Consulta del extracto, por la que se examinan todas las operaciones realizadas en los tres últimos meses con cada movimiento detallado.
  • Consulta de autorizaciones en la tarjeta, para saber en cada momento cuántas personas tienen acceso a ella y qué movimientos realizan.
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