Las cuentas corrientes se encarecen, ¿cómo elegir la más adecuada?

El mantenimiento de una cuenta abierta en estos momentos cuesta un 4,4% más que en 2008 pero, con muchos bancos agobiados por la crisis, es un buen momento para negociar
Por Gracia Terrón 19 de enero de 2010
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Imagen: carl dwyer

Es típico de enero: suben los precios y, con la crisis, también la banca se ha sumado al incremento de tarifas. A cierre de 2009, de media, las comisiones que cobraban las entidades financieras por sus servicios básicos habían subido un 6,5%. Entre los productos que más se han encarecido, figuran las denominadas cuentas a la vista, el instrumento que más crece en ahorro. En los últimos 12 meses, sólo la comisión de mantenimiento de una cuenta se ha incrementado un 4,4%. Las entidades se escudan en la crisis y en la caída de negocio para justificar este aumento de tarifas. Sin embargo, en este contexto, los bancos están más dispuestos a negociar para no perder clientes. Es momento de comparar ofertas. Si un usuario no está conforme con la subida aplicada, lo primero que debe hacer es negociar el mantenimiento de sus comisiones anteriores o, incluso, pedir la exención de las mismas si es un cliente vinculado.

Comisiones en cuentas

Son uno de los productos bancarios más admirados. Según los últimos datos del Banco de España, a cierre del tercer trimestre de 2009, el 43% del ahorro de las familias españolas, unos 299.209 millones de euros, permanecía depositado en las denominadas cuentas a la vista a pesar de que no ofrecen remuneración. De media, hasta noviembre, las entidades rentabilizaban el ahorro depositado en estos productos a un interés del 0,40%, si bien muchos bancos y cajas apenas optan por el 0,1%. La principal virtud de estas cuentas es que son la puerta de entrada a una entidad financiera, el vehículo que permite mantener una relación con un banco, domiciliar la nómina y los recibos, realizar operaciones básicas como transferencias y disfrutar de una tarjeta de crédito o débito. Además, para poder suscribir otro producto bancario, es habitual que las entidades exijan tener una cuenta a la vista abierta.

Bancos y cajas de ahorros explican que los múltiples servicios a los que permite acceder una cuenta a la vista justifican el cobro de comisiones de mantenimiento de las mismas. A cierre de 2009, cobraban de media 42,14 euros anuales por mantener una cuenta a la vista abierta. Ello supone un 4,4% más que a finales de 2008.

En 2009, ante el agravamiento de la crisis financiera, los bancos volvieron a apostar por elevar las tarifas de sus servicios

Aunque en 2005 y 2006 se inició una fuerte guerra por bajar comisiones para atraer a nuevos clientes (Santander lanzó su servicio Comisiones Cero, BBVA sus Cuentas Claras, Banesto su Tarifa Plana en Comisiones), en 2009, ante el agravamiento de la crisis financiera, los bancos volvieron a apostar por elevar las tarifas de sus servicios. Las comisiones se encuentran ahora en máximos históricos. Desde bancos y cajas afirman que es la reacción lógica a la caída de negocio y que es habitual en épocas de crisis, para tratar de contrarrestar la disminución de márgenes debido a los bajos tipos de interés y al mayor coste que deben pagar por conseguir financiación en los mercados de capitales. Sin embargo, pese a que puede tratarse de un argumento razonable, también es cierto que los bancos necesitan más a sus clientes y están más dispuestos a negociar con tal de no perderlos.

Más caras

El Banco de España exige a todas las entidades registrar en su web y publicar en los tablones de anuncios de sus sucursales las tarifas máximas que pueden aplicar por cada uno de los servicios que prestan. En el capítulo de cuentas a la vista, el incremento ha sido notable en las grandes entidades financieras españolas: Santander establece una tarifa máxima de 46,88 euros anuales por mantener una cuenta a la vista, Bankinter aplica un cobro máximo de 45 euros anuales, Banesto exige 60 euros anuales, Caja Madrid baja hasta 36,06 euros, La Caixa cobra 30 euros y BBVA, 30,05 euros.

Desde las entidades admiten que es el cobro de tarifas máximo que pueden aplicar aunque, en realidad, los buenos clientes pagan comisiones más bajas y, en algunos casos, ni siquiera eso. Sin embargo, son muchos los usuarios que, por no realizar movimientos en las cuentas o por mantener un saldo bajo, tienen que soportarlas. Para todos ellos, es un producto caro ya que, en su mayoría, las comisiones superan con creces los intereses de estas cuentas: por mantener 1.000 euros en una cuenta a la vista tipo, un banco puede dar un interés anual de 1 euro (un 0,1%), mientras que puede cobrar 42 euros anuales por mantenerla abierta.

El cliente puede y debe reaccionar

El cliente puede y debe reaccionar ante la subida de tarifas. Ahora, para muchos usuarios es más fácil cambiar de banco, ya que tienen menos dinero atado en depósitos a plazo y más en cuentas a la vista, con liquidez absoluta y que no exigen un plazo de permanencia determinado para rescatar el dinero. A lo largo de 2009 se advirtió cómo el cliente bancario busca liquidez ante la incertidumbre económica, la subida del paro y la escasa remuneración de otro producto bancario conservador y clásico por excelencia, el depósito bancario.

Cuanta mayor sea la vinculación con el banco, más presión se puede hacer para rebajar o eliminar comisiones

Si en enero se depositaba en ellas el 39% del ahorro, durante marzo, abril y mayo alcanzó el 40% y a partir de junio se situó en el 42%. En septiembre marcó su nivel más alto, el 43%. A cierre del tercer trimestre, el ahorro invertido en depósitos bancarios marcó su nivel más bajo del año, 396.271 millones de euros.

Pero, ¿cómo puede negociar el cliente bancario?, ¿cuáles son los límites máximos de las peticiones que puede hacer a su entidad?, ¿cuándo puede reclamar?.

  • Cualquier cliente bancario puede negociar con su entidad una bajada de comisiones. Las entidades tienen un amplio margen de actuación, que les permite tanto suprimirlas como aplicar las tarifas máximas que publican en el Banco de España y en sus sucursales. El cobro de comisiones puede ser casi personalizado para cada cliente.

  • ¿Cuánto se puede negociar? Cuanta mayor sea la vinculación con el banco, más presión se puede hacer. Por lo general, basta con tener la nómina domiciliada para que la entidad baje las comisiones o las suprima. Ésta es una práctica generalizada. Si además se cuenta con plan de pensiones, tarjetas e hipoteca, la negociación debe concluir en una exención total de comisiones por los servicios básicos. Si la entidad se resistiera, puede ser útil amenazar con cambiar de banco.

  • ¿Cuándo se puede reclamar? Las entidades están obligadas a comunicar a sus clientes cualquier cambio en las condiciones firmadas en el contrato inicial, al menos, 15 días antes de ponerlas en práctica. Si un banco incumple este compromiso, el usuario está en su derecho de reclamar primero a su entidad y, en segunda instancia, ante el Servicio de Reclamaciones del Banco de España.

Cambiar de banco puede ser una buena opción ante una subida indiscriminada y oculta de comisiones. Parece una opción engorrosa y poco apetecible para muchos usuarios de banca, pero en realidad es sencillo. Basta con dirigirse a la nueva entidad y abrir una cuenta (es suficiente con llevar el DNI). La mayoría de las entidades solicitan el cambio de domiciliación de recibos bancarios. Según un informe de la Comisión Europea, España es el país de la Unión que cuenta con los servicios bancarios más caros. Cobra, de media, 178 euros anuales por utilizar una cuenta a la vista y realizar con ella operaciones básicas (como transferencias, apuntes o sacar dinero de cajeros). Sólo le supera Italia, con un coste de 253 euros. Sin embargo, aunque algunos bancos cobran estos precios (e incluso más altos), otras entidades no cobran nada (como la banca on line).

Menos rentabilidad

Desde el punto de vista de las comisiones, conviene más que nunca comparar tarifas de mantenimiento aplicadas por mantener una cuenta a la vista. Pero la comparativa debe extenderse a los tipos de interés. Una modalidad particular son las cuentas de ahorro, instrumento con liquidez absoluta pero que remunera el ahorro a tipos superiores a los de las cuentas a la vista. Con la crisis, mientras que las comisiones suben, los tipos de interés bajan, por lo que también conviene rastrear el mercado en busca de las mejores ofertas.

Las cuentas de ahorro más rentables son de manera habitual las de la banca on line, aunque hay excepciones. La Cuenta por + de Bancaja tiene un interés del 2,20%; la Cuenta de Ahorro Pau Gasol de Bancopopular-e remunera el ahorro a un interés del 2,10%; la Cuenta Azul, de Ibanesto, da un 1,60%; ING Direct, Caja Duero y Caja Mar ofrecen un interés del 1,5% en la Cuenta Naranja, Cuenta e-Duero y Cuenta i, respectivamente; el interés TAE de la Cuenta Superior de Caja Madrid es del 1,25%.

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