Bajada de tipos: cómo afecta al consumidor

La bajada de los tipos de interés debería abaratar las hipotecas, aunque por otro lado disminuye la rentabilidad de los ahorros
Por José Ignacio Recio 16 de mayo de 2013
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Imagen: ralphunden

Tras la bajada de los tipos de interés en la zona del euro, una cosa es lo que interpretan los mercados financieros y otra, su repercusión directa sobre la ciudadanía. Los consumidores desean saber si se abaratarán los préstamos, si se podrán ahorrar algo de dinero en las hipotecas o si sus inversiones generarán más rentabilidad, circunstancias que se explican en el siguiente reportaje.

Bajan los intereses, ¿positivo o negativo?

Todos los mercados financieros estaban pendientes hace unos días de la decisión del Banco Central Europeo (BCE) sobre si mantendrían los tipos de interés, situados en el 0,75%, o por si el contrario, los rebajarían en un cuarto de punto. Al final, su presidente, el italiano Mario Draghi, anunció lo segundo y los puso en el 0,5%, una decisión saludada por los agentes financieros. Nunca el precio del dinero había estado tan barato en el viejo continente. No obstante, y a pesar del recorte de los tipos, el precio del dinero en la zona del euro sigue siendo superior al de Estados Unidos (0,25%) y Japón (0,10%).

La noticia fue recogida con cierto escepticismo por parte de los consumidores españoles, que se preguntan ahora cómo les afectará el recorte en los tipos de interés, y si es que tendrá alguna influencia en sus economías domésticas. ¿Pueden salir beneficiados con esta medida? ¿Tienen que temer más repercusiones negativas para sus ya deterioradas finanzas familiares?

La bajada en los tipos de interés se tendría que reflejar en las hipotecas, ya que la mayoría de ellas están referenciadas al euríbor

Una cosa es lo que interpretan los mercados financieros y otra, bien distinta, su alcance directo sobre los ahorradores. Estos deben manejar los posibles escenarios en lo que se refiere a su relación con las entidades de crédito, en la línea de si abaratarán sus préstamos, si se ahorrarán algo de dinero en sus hipotecas o si sus inversiones generarán más rentabilidad a sus cuentas corrientes, entre otras disyuntivas.

Hipotecas

En teoría, la bajada en los tipos de interés se tendría que reflejar en las hipotecas, ya que la mayoría de ellas están referenciadas al euríbor. Y, en principio, una reducción en un cuarto de punto debería abaratar estas vías de financiación e implicar un ahorro en aquellas personas que tengan contratado este producto, por lo cual sería una noticia positiva para las familias españolas que se encuentren en esta situación. No obstante, la cuantía de esa rebaja depende de las condiciones pactadas con la entidad a la hora de firmar el crédito y, en la actualidad, los bancos y cajas de ahorro los ofrecen con diferenciales de hasta el 4%.

El índice de referencia europeo cerró abril en el 0,52% tras bajar de nuevo en este periodo. En la práctica, significa que el titular de una hipoteca media de 120.000 euros a 20 años que revise su préstamo cada año comprobará que su cuota de hipoteca mensual disminuye en cerca de 50 euros.

Préstamos

Los créditos en general (particulares, para el consumo, etc.), por otra parte, deberían abaratarse al mejorar sus tipos de interés a sus demandantes. Pero la duda que albergan los consumidores es que este margen de ahorro se quede en los bancos, debido a las especiales circunstancias por la que atraviesa el sistema bancario español.

En la actualidad, los ofrecen con unos tipos de interés más caros, entre el 8% y el 11% y, presumiblemente, quedarán intactos tras la revisión en los tipos de interés en los países comunitarios.

Menor rentabilidad en el ahorro

Uno de los mayores impactos en los usuarios afectará a la contratación de ciertos productos de renta fija (imposiciones, pagarés bancarios, etc.). La bajada de los tipos de interés se reflejará en un descenso (o cuando menos mantenimiento) de la rentabilidad de estos productos, ya de por sí devaluados por esta tendencia monetaria, y puede incidir en que sus márgenes de remuneración sean menores.

Todo ello en un contexto de franca devaluación de estos productos, que se mueven con una rentabilidad que es raro que sobrepase la barrera del 2%, y eso siempre que los plazos de permanencia sean más duraderos, entre uno y tres años, según las recientes recomendaciones del banco emisor nacional.

En todo caso, la tendencia para generar rentabilidad de estas propuestas de ahorro no logra batir a la inflación, con lo que sus suscriptores perderán poder adquisitivo, o lo que es lo mismo, su rentabilidad real será negativa si contratan alguno de estos productos bancarios. Entonces, ¿qué tendrían que hacer los ahorradores para amortiguar esta posible bajada de rentabilidad en estos productos?

La bajada de los tipos de interés se reflejará en un descenso de la rentabilidad de los productos de renta fija

No tendrían muchas salidas, pero una de ellas consistiría en desviar sus ahorros hacia la renta variable, con preferencia a la Bolsa, que se mueve mejor en estos escenarios económicos. Su capacidad para revalorizar su capital sería mejor, pero también pueden verse inmersos en un proceso bajista que merme su patrimonio personal. Esta estrategia está destinada a los inversores más agresivos, que intentan que sus cuentas se revaloricen de forma más rápida y contundente, a ser posible a nivel de los dos dígitos.

Otra postura, para posiciones más defensivas, es adentrarse en el sector de los fondos de inversión de renta fija, mejor a largo plazo, que son los que recogen con mayor optimismo estas medidas, tal y como reflejaron gran parte de los fondos en el mismo día de hacerse efectivo este recorte de tipos de interés en Europa. Las subidas, en un solo día, se acercaban hasta el 1% en algunos de ellos.

Las estrategias para mejorar la cuenta corriente de los usuarios pasan por suscribir algunos de estos productos, a través de una oferta muy plural y diversificada por parte de las gestoras.

También pueden inclinarse por los fondos monetarios que, aunque mucho más conservadores, ofrecen una mayor seguridad a los suscriptores. No obstante, las revalorizaciones de estos productos no son muy espectaculares, ya que se mueven entre un 2% y un 3% de rentabilidad anual, algo más de lo que reportan los depósitos y pagarés bancarios.

Más dinero en circulación

Otro de los posibles efectos de la bajada de tipos de interés en la zona del euro es que se incremente el dinero en circulación y, por tanto, se deprecie el euro (en especial con respecto al dólar estadounidense).

De ser así, la principal consecuencia sobre los consumidores españoles es que este verano salir al extranjero (a países extracomunitarios) saldrá más caro. Por tanto, deberán optar, para plasmar su ahorro en este concepto, por destinos nacionales y también internacionales (pero dentro de los países europeos que tengan la misma moneda que nosotros).

Y, siendo puntillosos, incluso se puede viajar a otras áreas geográficas que pudiesen mantener sus monedas en depreciación con respecto a la moneda común europea. Por tanto, una solución para viajar estas próximas vacaciones por unos precios más económicos consistiría en acudir a los mercados de divisas en búsqueda de información para comprobar cuáles son las que están depreciadas con respecto al euro, e inclinarnos por estos destinos.

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