Minipréstamos, más rápidos pero más caros

Los minicréditos pueden ser una solución apta cuando se necesita dinero urgente, pero su coste es muy elevado por sus altos tipos de interés
Por José Ignacio Recio 27 de mayo de 2013
Img billetes euros
Imagen: Mathias.Pastwa

Los minipréstamos de cantidades pequeñas pueden ser una solución real para hacer frente a imprevistos económicos que descuadren el presupuesto, cuando se necesita dinero urgente. Sin embargo, hay que tener cuidado porque debido a su coste, elevado por el incremento en los tipos de interés, no son recomendables como medio de financiación habitual. A continuación se explican tanto las situaciones en que se solicitan estos minicréditos, como las entidades que los conceden y los problemas que pueden acarrear.

Préstamos solo para necesidades y urgencias

La falta de liquidez en muchos hogares españoles está generando que sea preciso contar con pequeñas cantidades en las economías domésticas para poder llegar a fin de mes. Para solucionar este problema, se recurre a una financiación atípica. Y lo es, sobre todo, porque se requieren entre 100 y 600 euros, cuantías mínimas aunque puede que esenciales para las necesidades particulares o familiares. Para adelantarlas, no solo los bancos comercializan pequeños préstamos, sino también entidades de crédito rápido, que dotan a los usuarios de liquidez sin muchas exigencias. Pero sus tipos de interés son más elevados que en los préstamos bancarios tradicionales, y hacen que por cada 100 euros prestados haya que devolver en torno a 20 euros.

La amortización de los minipréstamos es ultrarrápida, pues se debe reponer el dinero en varios días o semanas a lo sumo

Hay que saber con exactitud a qué se destinarán estos adelantos, ya que no se deben pedir para cualquier capricho. Sobre todo, porque hay otros instrumentos de financiación con menos intereses, y estos minicréditos solo deben formalizarse ante alguna urgencia que se genere en el día a día, haya que afrontar unos pagos imprevistos o surja alguna compra excepcional. Debido a su coste elevado, no son recomendables como medio de financiación habitual.

Por otra parte, hay que tener en cuenta que estos créditos rápidos se caracterizan también porque su amortización es ultrarrápida, y se debe reponer en varios días o semanas a lo máximo. De ahí que sean préstamos para necesidades muy puntuales de los usuarios y que no convenga abusar de ellos.

A pesar de lo que pudiese pensarse en principio, con una menor exigencia en sus condiciones, es necesario ser titular de un trabajo para obtenerlos. Aunque también son accesibles para los que cobran prestaciones por desempleo, incapacidad o jubilación, una realidad que no sucede en los créditos bancarios habituales.

Ofertas de dinero rápido

Los minipréstamos son pequeños adelantos que conceden a sus demandantes hasta 600 euros, de forma casi instantánea, a través de Internet o SMS, pero hay que devolverlos en una sola cuota a los pocos días de su concesión, entre unos 10 y 30 días.

Los minipréstamos conceden a sus demandantes hasta 600 euros, de forma casi instantánea, a través de Internet o SMS

No obstante, los límites más altos (entre 400 y 600 euros) están destinados solo a los clientes de estas empresas; las primeras peticiones barajan cantidades aún menores, que casi nunca sobrepasan los 300 euros.

Las compañías que se encargan de proporcionarlos a sus clientes tienen unas mismas constantes, y solo leves diferencias en sus propuestas hacen que se distinga un producto de otro.

Una de estas empresas, ¡QuéBueno.es!, genera adelantos de hasta 300 euros, que se pueden ampliar a 600 si los demandantes ya son clientes de la misma.

Credito Pocket.com aporta entre 50 y 300 euros, e incluso 400 euros para segundas solicitudes, con un plazo de devolución que puede variar entre 1 y 41 días.

Crédito Nuevo, por su parte, eleva la financiación máxima hasta 600 euros, que debe amortizarse en 21 días como fecha límite, aunque en este caso no están destinados para desempleados o autónomos.

Prestamo10.com es otra empresa de estas características que se encarga de proporcionar esta pequeña financiación, que limita a 300 euros para primeras operaciones y a 500 euros a los antiguos clientes. Su plazo de devolución llega a 30 días.

Evitar esta financiación no es tan difícil

Esta clase de financiación tan especial, para cantidades tan pequeñas y con tipos de interés muy elevados, se puede evitar a través de otros mecanismos de financiación menos costosos para los usuarios.

  1. Uno de ellos es el anticipo de nómina, aunque es probable que requiera de la contratación de una cuenta-nómina.

  2. Otra opción son los créditos preferentes, a los que tienen derecho los buenos clientes de bancos y cajas de ahorro, y que se pueden formalizar bajo unas mejores condiciones de contratación.

  3. Los créditos entre particulares, ya sea entre amigos o los propios familiares.

  4. También se puede conseguir que sea la empresa quien dote a los trabajadores de estas pequeñas cantidades en concepto de adelanto de su nómina.

Sigue a Consumer en Instagram, X, Threads, Facebook, Linkedin o Youtube