Fondos de inversión: ¿de acumulación o de distribución?

En los fondos de acumulación las ganancias se almacenan y el capital final es mayor, pero los de distribución reparten una renta periódica y dotan de liquidez al inversor
Por José Ignacio Recio 12 de junio de 2013
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Imagen: Images_of_Money

Son tantos los fondos de inversión que pueden contratarse en los mercados financieros que se hace una labor más que dificultosa decantarse por uno de ellos para rentabilizar los ahorros. Los hay para todos los gustos: monetarios, renta fija o variable, gestión alternativa, emergentes… Pero, como se explica a continuación en este reportaje, para que el proceso de selección se haga menos farragoso, hay una división más sencilla para diferenciar estos productos: ver si son de acumulación o de distribución.

Diferencias entre fondos de acumulación o de distribución

La mayoría de los fondos de inversión que se comercializan se basan en la acumulación, ya que más del 80% pertenecen a esta categoría. No reparten ningún tipo de dividendo, sino que lo van acumulando en el propio fondo, con lo que su valor de liquidación crece de manera progresiva. Eso quiere decir que, transcurrido un tiempo, las ganancias o pérdidas no cotizan sobre el capital invertido en principio, sino por el importe total generado en la inversión. Esto puede hacer que los inversores se inclinen por este modelo de inversión, al permitir que las plusvalías generen también ganancias.

Pero en los últimos meses han adquirido protagonismo los fondos de distribución (o de reparto), que se caracterizan porque reparten de manera periódica un dividendo entre sus partícipes, que puede ser mensual, semestral, trimestral o anual, en función del diseño de la gestora. Esta opción se genera, sobre todo, en los fondos de renta variable, aunque también están apareciendo algunos de renta fija que incluyen esta particularidad.

Tiene una notable ventaja, como es el hecho de que sus titulares reciben todos los años una renta fija, que oscila entre el 2% y 6% (similares a los dividendos de Bolsa) que permiten gozar de mayor liquidez en la cuenta corriente de sus suscriptores. Como punto negativo, el dividendo cobrado no tiene las mismas ventajas fiscales que el que se cobra por una acción, debido a que en el último caso los primeros 1.500 euros procedentes de acciones no tributan a Hacienda, mientras que los derivados de los fondos de inversión sí que lo hacen.

¿Por cuál me decido?

Uno de los problemas de los usuarios cuando desean suscribir un fondo de inversión es decantarse por uno u otro modelo. La elección requiere de un estudio previo de ambas propuestas, pero sobre todo de las expectativas de los propios inversores.

Acumulación:

  1. A favor:

    • La oferta es mucho más amplia.
    • Las ganancias se van acumulando en el propio fondo, con lo que su valor de liquidación crece de forma progresiva.

    • Por lo general, al cabo de unos años los usuarios se encontrarán con un mayor capital en su fondo.

  2. En contra:

    • No permiten disponer de liquidez inmediata en las ganancias obtenidas, a no ser que vendan parcial o totalmente sus participaciones.
    • Las posibles pérdidas pueden generarse sobre el capital acumulado en el fondo, y no sobre el importe inicial de la inversión.

Distribución:

  1. A favor:

    • Favorece la liquidez de los partícipes, que dispondrán de una renta fija todos los años que podrán destinar a sus gastos personales.
    • Amortigua las posibles pérdidas que pudiese generar el fondo en el periodo de inversión.

    • Son más favorables para las inversiones a medio y largo plazo, al disponer de una renta periódica.

  2. En contra:

    • Aunque van apareciendo cada vez más modelos de esta clase, su oferta todavía no es tan amplia como en los fondos de acumulación.
    • La mayoría de ellos se limita al segmento de los fondos de inversión basados en renta variable, mientras que los perfiles más conservadores carecen de muchas opciones para contratarlos.

    • Tienen un tratamiento fiscal peor respecto a los dividendos generados por las acciones en Bolsa.

Cómo distinguirlos

Los inversores con menos experiencia pueden tener algún problema para seleccionar su modelo de fondo ¿Cómo pueden reconocer uno u otro? Para solucionar este problema, hay tres opciones:

  • Recibir ayuda desde su banco o caja de ahorros, o en su defecto desde el servicio de banca telefónica. Ellos se encargarán de disipar cualquier duda sobre este y otros aspectos de los fondos de inversión.

  • A través de las webs de las entidades de crédito, se puede saber con meridiana claridad qué fondos reparten o no dividendo. Hay un canal de búsqueda en el que habrá que señalar el modelo requerido, bien acumulación o bien distribución. Aparecerá de inmediato un listado con todos los fondos que cumplan con el requisito seleccionado.

  • Se puede determinar también de qué clase son solo por la denominación del producto diseñado por las gestoras: en los fondos de acumulación aparece en su nombre la letra “A”, mientras que en los de distribución será la “D”.

De cualquiera de estas formas los usuarios podrán conocer de qué fondo se trata y así evitar elecciones erróneas que puedan entorpecer su estrategia de inversión.

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