¿Qué electrodomésticos disparan la factura de la luz?

Si se aplican ciertos trucos en el uso de electrodomésticos como la nevera, la lavadora o el horno, se evitará que encarezca el recibo de la electricidad
Por Teresa Belaire, Helpmycash 14 de octubre de 2015
Img cocina
Imagen: Emily May

Entre los factores que más hacen crecer mes a mes en casa el recibo de la luz está el uso de los electrodomésticos. Pero ¿cuáles son los aparatos eléctricos que más consumen? ¿Existe algún truco para mantener a raya este gasto? En este artículo se descubre qué electrodomésticos son los que más energía consumen y cómo controlarlos ahora que ha entrado en vigor la facturación de la luz por horas.

Electrodomésticos, ¡máxima fuente de consumo eléctrico!

De todos los servicios de nuestra casa que requieren electricidad, los electrodomésticos son los responsables de más de la mitad de la factura que pagamos. Por ello, no está de más saber cuáles son los aparatos que más consumen para tenerlos bajo control.

Tan solo aplicando la lógica ya se puede deducir que los electrodomésticos que más electricidad requieren son los que deben producir energía, bien en forma de calor o de frío. Así pues, el frigorífico lidera el consumo energético de nuestro hogar con un 31%, seguido de la lavadora (12%), la televisión (12%) y el horno (8%), según los datos del Instituto para la Diversificación de la Energía (IDAE), dependiente del Ministerio de Industria.

Trucos para controlar el consumo de los aparatos eléctricos

Tras señalar cuáles son los electrodomésticos que más luz consumen, solo queda aplicar algunos consejos que eviten que ese gasto se dispare. Así, es recomendable tomar las siguientes medidas:

  • Nevera y congelador. Si no queremos que estos aparatos consuman más de lo necesario, es importante regular la temperatura, ya que cuanto más frío queramos que tengan, mayor es el gasto eléctrico. Del mismo modo, debemos impedir que se creen placas de hielo, porque esto haría que el motor tuviera que trabajar más para mantener la temperatura.
  • Lavadora y lavavajillas. Para evitar que el recibo de la luz se hinche, no está de más revisar cómo utilizamos estos electrodomésticos. De primeras, no es aconsejable recurrir a temperaturas de más de 30 ºC, ya que esto requiere más energía. De la misma manera, es preferible apostar por programas cortos. Eso sí, en cualquier caso, el truco no tiene sentido si los usamos con media carga o menos, ya que al final acabaremos empleándolos más veces de las necesarias.
  • Horno y microondas. Es muy importante que los mantengamos limpios. Además, en el caso del horno, es crucial que cuando lo estemos utilizando no abramos la puerta. Hay que tener en mente que este gesto hace que se pierda calor y, por tanto, el aparato deba usar más energía para recuperarla.
  • Televisión y ordenador. En ambos casos es recomendable no dejarlos encendidos si no estamos utilizándolos, por mucha compañía que hagan mientras realizamos otras tareas. Aunque en el caso de la televisión el consumo es bastante mayor, no está de más ser cuidadosos con los equipos informáticos; en este caso también se pueden aplicar otras medidas, como regular el brillo de la pantalla o evitar el uso de los salvapantallas.

El consumo fantasma

Ahora que ya sabemos cuáles son los electrodomésticos que más consumen y cómo controlar que no requieran más energía de la necesaria, toca abordar lo que se conoce como consumo fantasma. Bajo este apelativo se esconde la energía que se genera cuando dejamos los electrodomésticos en suspensión o modo stand by. En este grupo podemos englobar los televisores, los reproductores de DVD o las pantallas de ordenador. Ahora bien, ¿es significativo este consumo? ¿Cuál es el truco más sencillo para ahorrárnoslo?

El consumo fantasma supone un 11% del gasto final, un porcentaje demasiado elevado para un aparato que no está haciendo nada. Para evitar que esto suceda, el truco es muy simple: conectar los aparatos en una regleta con botón de encendido y apagado. De esta forma podremos desconectar todos los aparatos electrónicos a la vez sin necesidad de desenchufarlos uno a uno.

En resumen, evitar que nuestras facturas de luz no se disparen está en nuestras manos y para conseguirlo solo necesitamos dos cosas: una buena tarifa de luz y ser responsables con nuestro consumo. Y es que, como ya hemos podido ver a lo largo de los meses, la electricidad no bajará tanto como para dejarnos los aparatos conectados de forma indiscriminada.

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