8 trucos para combatir las subidas de la luz

Utilizar el buscador de Internet en negro, limpiar a fondo las bombillas o instalar un regulador de intensidad permite ahorrar luz y bajar la factura eléctrica
Por Blanca Álvarez Barco 1 de marzo de 2017
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Imagen: AndreyPopov

Si se emplea el buscador de Google en negro y se baja el brillo de las pantallas de los dispositivos electrónicos, se puede ahorrar electricidad. Y también con trucos más parecidos a los consejos de las abuelas, como secarse el pelo al aire o apagar la calefacción mientras se ventila la casa. ¿Es tan necesario ahorrar luz? Sí, y también urgente, tras las nuevas subidas del precio de la electricidad. A continuación se listan ocho trucos para ahorrar energía y reducir la factura de la luz: desde limpiar las bombillas más a menudo hasta desenchufar el cargador del móvil cuando no se usa.

Hace poco más de un mes, la energía eléctrica de nuevo amenazó el bolsillo de los españoles. Mientras el termómetro bajaba, la luz iba en sentido contrario, al mismo o mayor ritmo. En plena ola de frío, el coste de la electricidad se disparó y alcanzó el nivel de 2013 (cuando se intervinieron los precios), lo que supone unos 100 euros más al año en la factura eléctrica de las familias, como sugirió el propio ministro de Industria, Álvaro Nadal. ¿Cómo combatir las subidas? ¡Con trucos como estos se consigue disminuir el recibo de la luz!

1. Utilizar el buscador de Internet en negro

Casi todo el mundo utiliza Internet para diversas tareas. Un buen modo de ahorrar es emplear el buscador de color negro como el de Google. Al usarlo bajará la factura de la luz al mismo tiempo que se contribuye al ahorro global de energía. Como informan en su propia página, varios estudios han demostrado que un monitor consume más energía si la pantalla es blanca o de un color claro que si es negra o de color oscuro: hay hasta un 20% de diferencia de gasto con unos colores u otros.

Por ello, instan a utilizarlo como página de inicio, aunque el ahorro sea pequeño. Sumado a otros gestos, se puede ahorrar y verlo en negro recordará al usuario la importancia del ahorro energético.

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2. Disminuir el brillo de la pantalla del móvil, el ordenador y el televisor

Si la batería del móvil dura más tiempo, habrá que cargar menos el teléfono y, por tanto, se ahorrará. Una de las maneras más sencillas de alargar las horas de duración de su batería es reducir el brillo de la pantalla. Lo mismo se puede hacer en la pantalla del ordenador. Es posible configurar el sistema operativo para disminuir el brillo, así como desconectar la pantalla y el disco duro de forma automática cuando se detecte que no se está haciendo nada con él. En los televisores también se puede calibrar el brillo, de manera que se puede reducir y bajar así el consumo de electricidad.

3. Desenchufar el cargador del móvil cuando no se utilice

Un consejo escuchado una y mil veces, pero que por pereza o prisas no siempre se sigue, es desenchufar los cargadores del móvil cuando no se utilicen. ¡Y es muy sencillo! Cuando se haya terminado de cargar el teléfono, siempre hay que desenchufar el cargador de la pared o la regleta donde se tenga.

No es un gasto muy grande, pero si se mantiene enchufado durante todos los días del año y se suma a otros pequeños desembolsos, al final se derrocha más dinero y energía de lo que uno se pueda imaginar.

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Imagen: RyanMcGuire

4. ¡Usar menos el secador de pelo!

El secador es uno de los pequeños electrodomésticos que más electricidad gasta. Esto se debe a que utiliza un sistema de resistencia eléctrica para producir calor, que es muy caro y poco eficaz. Si se deja secar el pelo al aire, en especial en verano, se logra reducir el gasto en luz.

Lo mismo sucede en el caso de la plancha. Si se usa, se debe hacer con medida y aprovechar para planchar la mayor cantidad posible de prendas de una vez. Se puede ahorrar más aún al planchar la ropa con la tetera o el colchón.

5. Utilizar con medida la campana en la cocina

Si se tiene la intención de cocinar durante largo rato y se utiliza la campana extractora, se debe hacer con sentido común, pues gasta mucho y, además, extrae el aire caliente, por lo que puede enfriar la casa. Por eso, si mientras se cocina no hay mucho humo, no tiene sentido tenerla a la máxima potencia.

Por último, tenerla limpia es fundamental para ahorrar. Los fabricantes indican que si los filtros están sucios es como si no habría campana, y además gasta más. ¿Por qué? El motivo es que cuando están llenos de grasa, el extractor necesita más energía para trabajar.

6. Instalar reguladores de luz

Usando un regulador o dimmer se puede ahorrar un 50% de la potencia regulada. Así, si una lámpara se regula de 100 vatios a 60 vatios, entonces la potencia de ahorro es de 20 vatios. Un regulador deja controlar la intensidad de luz según el ambiente que se quiera conseguir: más tenue o más luminoso.

Instalarlos es sencillo. Para hacerlo, se pueden seguir los consejos de este vídeo:

7. Limpiar las bombillas al menos dos veces al año

La limpieza ayuda a ahorrar… al menos en el caso de las bombillas. Una bombilla llena de polvo resta luminosidad a la habitación y, además, hace gastar dinero. Y es que se calcula que una bombilla sucia de 100 vatios produce una luz equivalente a 60 o 75 vatios, ¡pero sigue consumiendo por 100!

Solucionar este problema es sencillo, aunque hay que limpiarlas con cuidado y evitar romperlas. Lo primero que se debe tener en cuenta es que siempre hay que desconectar la lámpara de la corriente eléctrica antes de desenroscar una bombilla, además de esperar a que se enfríe para desenroscarla. Para limpiarla, hay que usar un paño humedecido levemente y frotar con suavidad, aunque si la bombilla es halógena, mejor un paño seco.

8. Ventilar la casa con la calefacción o el aire acondicionado apagados

Ventilar la casa a diario es imprescindible por motivos de limpieza y salud. Pero se debe hacer durante no más de 10 minutos por habitación. Y, siempre que no se tenga calefacción central, apagando la calefacción mientras se airea. En verano sucede lo mismo: se debe apagar el aire acondicionado mientras se ventila. En cuanto se haya terminado, la casa se caldeará o enfriará -según sea calefacción o aire- en pocos minutos y no se habrá desperdiciado esa energía.

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