Crisis: diez razones para el optimismo

Mantener el optimismo en tiempos de crisis ayuda incluso a obtener contrapartidas positivas y a beneficiarse de la compra de determinados servicios o productos
Por José Ignacio Recio 7 de junio de 2012
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Imagen: Anya Driscoll

El optimismo puede ser un canalizador para dar un impulso a la economía nacional. Lo dicen algunos expertos en temas financieros, que recalcan que hay que confiar en el futuro, por muchos nubarrones que indiquen los principales datos macroeconómicos. Si se mantiene este estado de ánimo, incluso se pueden obtener contrapartidas positivas en época de “vacas flacas” y beneficiarse de la compra de determinados servicios o productos.

Aspectos positivos en plena crisis

La recesión económica por la que atraviesa España, el incremento incesante del paro, el cierre de empresas y los problemas del sistema financiero nacional están llevando a los españoles a una situación de desánimo que les hace controlar su consumo al máximo. Pero en tiempos de crisis también pueden salir a relucir aspectos positivos para los intereses de los consumidores, y no hay que olvidar que en momentos de depresión económica es cuando se iniciaron las grandes fortunas del mundo.

Para hacer frente a la crisis hay que ser optimista, prudente y no distraerse

El optimismo puede ser un canalizador para dar un impulso de la economía nacional, según señalan expertos en temas financieros como Leopoldo Abadía. Este afirma que para hacer frente a la crisis hay que ser optimista, prudente y no distraerse.

Razones para el optimismo en plena crisis

En crisis es posible, por ejemplo, hacer adquisiciones u operaciones económicas más rentables, amputar los productos tóxicos del sistema financiero o incrementar la seguridad de los ahorros.

  1. Se podrán comprar acciones en la renta variable mucho más baratas que hace apenas un par de años. Pueden ser auténticas oportunidades de compra para incrementar de forma notable el patrimonio personal en los próximos años, en los que se puede doblar su precio.

    Eso sí, hay que ser selectivo y decantarse por opciones bursátiles estables y que dispongan de unas cuentas empresariales saneadas.

  2. La experiencia habrá enseñado a todos a ser más cuidadosos a la hora de contratar un producto financiero tóxico. Las propias entidades financieras los están eliminando de su lista de productos. Se tiende hacia una mayor transparencia en todas las propuestas de ahorro e inversión, y los clientes bancarios cuentan ya con una más amplia y mejor información sobre la estructura de los mismos.

  3. Para las personas que tengan liquidez será un momento oportuno para realizar una compra o adquisición de un bien material con una rebaja considerable con respecto al precio de hace varios años.

    La compra de una vivienda, un garaje o incluso la puesta en marcha de un pequeño negocio, por ejemplo, son oportunidades que se pueden originar en esta nueva etapa. Sin ir más lejos y por primera vez en muchos años, se pueden conseguir verdaderas «gangas» en el mercado inmobiliario. No conviene olvidar que los pisos acumulan un abaratamiento del 21,5% desde el precio máximo alcanzado en el primer trimestre de 2008, según la estadística del Ministerio de Fomento, que confirma así la aceleración que el descenso de los precios de los pisos registra desde comienzos de 2011.

  4. Se impulsa el ahorro razonable, la supresión de gastos inútiles. En estos periodos de recesión económica es beneficioso soltar lastre para comprar solo lo necesario y lo que da calidad de vida: alimentación, viajes, sanidad, cultura, etc. Es una lección elemental.

  5. Hará confiar más en las entidades financieras de nuestro país, ya que los últimos problemas de la banca española han originado que sus cuentas sean más transparentes. Habrá mayor seguridad para los ahorradores y una mayor vigilancia administrativa para evitar que determinados casos o prácticas poco éticas vuelvan a repetirse.

  6. La menor demanda de los servicios y productos creará un descenso en su precio y será más barato comer fuera del hogar, contratar un paquete turístico…

  7. Se puede disparar el incremento en la rentabilidad de determinados productos financieros como pagarés bancarios, bonos autonómicos, deuda pública… Aunque pueden conllevar riesgos, si se actúa con cautela se puede conseguir una rentabilidad cercana al 5%.

  8. Los mejores clientes bancarios podrán acceder a vías de financiación preferente para su consumo o adquisiciones, en mejores condiciones de contratación que a través de la tradicional oferta de préstamos.

  9. La actual crisis puede hacer a las personas más selectivas. No se comprarán los productos, artículos, bienes o diseños financieros a las primeras de cambio, y se valorará cada vez más la relación calidad-precio de la que se benefician los consumidores españoles a través de una compra más responsable.

  10. Cuando las medidas económicas aplicadas surtan efecto, el crecimiento de la economía española puede ser más fuerte de lo normal.

Comportamientos positivos anticrisis

Manteniendo una actitud optimista no se resolverá la crisis económica, pero se alejarán las depresiones, la ansiedad y una vida más triste, en definitiva. La aparición de noticias alarmistas en época de crisis genera que el ciudadano medio no consuma, gaste poco dinero y aumente su pesimismo, muchas veces de forma infundada.

No se trata de mentir u ocultar la realidad, sino de generar comportamientos positivos, ya que estos momentos serán historia dentro de unos años.

  • No desanimarse y sacar nuevos proyectos que puedan ser referencia para los demás ciudadanos.
  • Valorar la cultura del trabajo y el esfuerzo sobre la del dinero fácil, que poco aporta al desarrollo económico de un país.

  • Formarse y perfeccionarse para mantener un puesto de trabajo o acceder a un empleo.

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