Soy parado, joven, ama de casa… y busco trabajo

Utilizar las redes sociales, aceptar cambios en la carrera profesional y no rechazar empleos peor remunerados son requisitos esenciales para acceder a un trabajo
Por Ana Palomo Trigo 6 de julio de 2012
Img adicto trabajo
Imagen: Flynn Wynn

El verano es un buen momento para encontrar trabajo. Mientras unos afortunados descansan o se van de vacaciones, para otros la época estival puede representar una oportunidad de volver a entrar en contacto con el mercado laboral. Las perspectivas laborales no invitan al optimismo, ya que la cantidad de quienes buscan empleo ha aumentado con respecto al número de puestos de trabajo que se ofrecen. Pero, los desempleados ¿cómo deben buscarlo y en qué sector? Jóvenes, mujeres o parados de larga duración, según sus peculiaridades, deben en muchos casos aceptar cambios en su carrera profesional y no rechazar empleos peor remunerados.

1. Jóvenes desempleados que buscan su primer empleo

La falta de experiencia de los jóvenes se puede suplir con el dinamismo, la juventud y las ganas de aprender. Aunque la incorporación de la mujer al empleo es más tardía, el 83% de los jóvenes tienen su primer trabajo remunerado alrededor de los 20 años. Su modo de acceso al mundo laboral es, sobre todo, a través de las redes informales: les ayudan a encontrarlo sus padres u otros familiares.

Estar dispuesto a afrontar nuevas tareas e, incluso, aceptar un cambio de ciudad ayuda a encontrar un empleo

Menos del 10% de los jóvenes comienza su experiencia laboral con un trabajo estable. La mitad de los que consiguen su primer empleo tiene un contrato temporal. Además, este suele estar muy poco relacionado con los estudios que hayan realizado (o aún realicen).

2. Parados que han perdido su empleo hace poco

Desde el primer día en que una persona se queda en paro tiene que empezar a buscar trabajo, aunque cuente con muchos meses de prestación. Para ello, debe rastrear en los portales de empleo de Internet, actualizar allí el perfil y adaptar su currículum para cada puesto al que opta.

Asimismo, se puede buscar trabajo a través de la antigua empresa. A menudo, un empleo anterior puede servir como punto de partida para encontrar un nuevo puesto. Si los jefes y superiores quedaron satisfechos con la labor que realizó el trabajador, es posible que puedan recomendarle en alguna otra compañía.

Por otro lado, si en la anterior empresa el trabajador tuvo contacto con proveedores, clientes o con otras firmas del mismo sector, estos le pueden orientar sobre compañías que buscan a personas con un perfil parecido para ocupar un puesto similar.

3. Desempleados mayores de 45 años

Los mayores de 45 años, uno de los colectivos más afectados por los despidos masivos, buscan un trabajo, aunque sea de carácter eventual, para hacer frente a su situación económica. Las principales desventajas en la contratación de las personas con esta edad vienen marcadas por su alto coste salarial, la resistencia al cambio, su falta de movilidad funcional y geográfica, su pérdida de capacidad física y su formación, en algunos casos, obsoleta. Complementar la formación a través de cursos y recurrir al autoempleo son opciones mientras no se encuentra trabajo.

Complementar la formación a través de cursos y recurrir al autoempleo son opciones mientras no se encuentra trabajo

Además, si los amigos o familiares del desempleado trabajan en una empresa, pueden hacer llegar a sus superiores o al departamento de personal el currículum para que lo tengan en cuenta. Muchas compañías prefieren contratar a personas que han sido recomendadas por sus propios empleados, porque, de esta forma, ahorran en los procesos de selección. Un amigo o familiar puede proporcionar al candidato muchos detalles sobre la empresa que le ayudarán a preparar de forma correcta la entrevista de trabajo.

4. Parados de larga duración

El número de parados de larga duración que dejaron su empleo hace tres o más años aumentó en 2011 un 43%, hasta un total de 704.900. Esta cifra representa un 15,4% del total de los desempleados. En los casos en que el nuevo empleo tarda en llegar, es fundamental mantener una actitud optimista y apoyarse en las personas cercanas.

Realizar la búsqueda de trabajo con planificación es la mejor garantía de éxito. Por ello, hay que aprovechar al máximo el tiempo destinado a buscar empleo, siguiendo unas sencillas indicaciones:

  • El currículum debe estar actualizado.

  • No hay que presentarse a ofertas de trabajo que no se adaptan al perfil del candidato.

  • La importancia del mercado oculto: con una guía empresarial o telefónica se selecciona las empresas que pertenezcan al propio sector de actividad del candidato y se les envía el currículum, aunque no se sepa si necesitan sus servicios. Es una acción que lleva su tiempo pero con la que, a veces, se puede conseguir un empleo.

  • La eficacia de crear una red: hay que comunicar a todas las personas conocidas (amigos, familiares, antiguos compañeros de trabajo o de estudios, vecinos, etc.) que se está buscando empleo. Cuantas más personas lo sepan, más posibilidades hay de encontrarlo a través de una red de contactos.

5. Mujeres que se reincorporan al mercado laboral

Las amas de casa se incorporan al mercado laboral, con el fin de aportar un ingreso extra a una unidad familiar cada vez más afectada por la situación de desempleo de alguno de sus miembros. De hecho, en 2011, 195.000 amas de casa dejaron sus hogares para buscar un empleo.

En este sentido, los centros de formación de la mujer, los sindicatos y los ayuntamientos tienen, a menudo, bolsas de empleo o tablones de anuncios con ofertas de trabajo y posibilidades de poner un anuncio propio. Entre estos trabajos se puede incluir el cuidado de niños, ancianos y personas dependientes, las labores domésticas, las clases particulares, el teletrabajo, etc.

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