Técnicas para tomar apuntes

Diferentes métodos y estrategias permiten que la toma de apuntes sea más eficiente y cómoda para los estudiantes
Por Marta Vázquez-Reina 20 de abril de 2011
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Imagen: Jason Rogers

Escuchar, comprender, analizar y seleccionar. Estos cuatro pasos, previos a la escritura, son esenciales para que los apuntes que se tomen en clase u otras exposiciones orales adquieran utilidad para los estudiantes y no sean un mero documento que recoge la transcripción automática de la información expuesta. Aunque cada estudiante debe adoptar sus propios métodos y “trucos” para recoger las anotaciones en el aula de la forma que le resulte más cómoda y eficiente, existen varias técnicas para tomar apuntes que, adaptadas al alumno, facilitan la tarea posterior de estudio y la comprensión global de los contenidos.

Tomar apuntes en clase no consiste en consignar por escrito una a una todas las palabras que dicta o expone el docente. Tal como explican Renée y Jean Simonet en su libro ‘Cómo tomar apuntes’, esta tarea no es una actividad mecánica, sino «un trabajo inteligente que debe aportar un valor añadido real». La calidad de estas notas, apuntan los autores, «depende de su adecuación al uso que de ellos se quiera hacer».

El estudiante debe seguir diferentes estrategias en la recogida de la información

De este modo, el estudiante debe seguir diferentes estrategias en la recogida de la información en función de su posterior utilización. La forma de anotar varía si los contenidos expuestos son complementarios a los del libro de texto o son informaciones originales del docente que no están recogidas en otros soportes y, por tanto, es necesario plasmarla con más detalle y exhaustividad para facilitar su posterior estudio.

Ante todo, es fundamental recurrir a técnicas y estrategias que permitan que, al estudiar, el alumno sea capaz de comprender lo que ha escrito, las relaciones y la estructura de los contenidos y las ideas o conceptos que son más importantes de la exposición. Existen diferentes métodos para tomar apuntes que facilitan esta labor de organización al estudiante. Se pueden utilizar uno o varios de estos sistemas, según se adecue más a cada asignatura o a la información que se expone.

Método Cornell

ImgImagen: CONSUMER EROSKI

Desarrollado por Walter Pauk, profesor de educación en la Universidad de Cornell (Estados Unidos) en la década de los cincuenta, el método Cornell se ha convertido en una de las principales técnicas para la toma de apuntes en el ámbito anglosajón. Para aplicarlo, es necesario crear una maqueta previa en cada una de las hojas en las que se van a apuntar las notas. El folio o la hoja del cuaderno se divide en tres secciones en forma de «T» invertida:

  • Columna de la derecha: es la base central de los apuntes. En ella el alumno debe anotar todas las ideas importantes que expone el profesor. No se recoge todo, sino que se seleccionan los contenidos de la forma más completa y comprensible posible.
  • Columna de la izquierda: este espacio se deja en blanco mientras se toman notas en la columna principal. En un momento posterior, lo antes posible después de la clase, se anotan en ella las ideas y palabras claves que sirven para clarificar y relacionar entre sí los contenidos anotados y que se pueden utilizar de guía para el estudio.
  • Margen inferior: el área final de la página se utiliza para recoger un resumen o sumario del tema tratado, de modo que de un simple vistazo el alumno puede conocer la información básica de los contenidos.

    El método Cornell también se denomina el de las «5R», referente a sus pautas de utilización

    Este método también se denomina el de las «5R», como referencia a las pautas que debe seguir el alumno para su utilización. El primer paso es registrar la información, tal como se indica, en la columna de notas, para resumir la exposición con la anotación de las ideas y palabras claves y el sumario. Al estudiar con estos apuntes, el estudiante debe recitar con sus propias palabras el tema sin mirar la columna de notas con el referente de las palabras guía y el resumen, reflexionar y formularse preguntas sobre los contenidos y revisar las notas de forma periódica para estar preparado cuando llegue el momento del examen.

    Las supernotas

    Es un método para tomar apuntes, que «aprovecha la forma natural en la que el cerebro procesa la información», tal como define la doctora Trinidad Hunt, autora de la obra ‘Desarrolla tu capacidad de aprender’ y principal impulsora de esta técnica de trabajo. Se recomienda sobre todo para recoger datos en charlas y conferencias en las que es esencial captar bien las ideas genéricas y las relaciones entre ellas.

    Los dibujos, imágenes, texto y otros símbolos facilitan el recuerdo de las ideas expuestas

    Consiste en representar la información expuesta por medio de viñetas y gráficos secuenciales (a modo de cómic), que constituyen unidades de información independientes, pero que se relacionan entre sí, de modo que se crea una estructura comprensible en la que los dibujos, imágenes, texto y otros símbolos facilitan el recuerdo de las ideas expuestas y su lugar e importancia dentro de la exposición global.

    Esta forma de representación con componentes verbales y simbólicos (dibujos, gráficos, etc.) permite registrar las diferentes percepciones del estudiante ante las ideas que se exponen. El tamaño que utilice para las palabras, la colocación de una imagen o el color que le aplique son aspectos que aportan información a los conceptos anotados sin necesidad de utilizar otros recursos textuales más extensos.

    Estrategias visuales

    Las tablas y cuadros son también de utilidad cuando se exponen datos específicos

    En función del tipo de exposición oral en la que toman apuntes, los estudiantes pueden utilizar e intercalar en sus notas diferentes estrategias visuales que les permitan recabar la información de una forma más ordenada y comprensible para el posterior estudio.

  • La enumeración, los colores y las sangrías en el texto son algunos de los elementos visuales que ayudan a que el estudiante, mientras toma apuntes, añada información relevante sobre la importancia o categorización de los contenidos recogidos en el papel.
  • En las clases de Historia, se puede recurrir a las líneas cronológicas, en las que el alumno marca de forma secuencial, con la guía de fechas o hechos históricos, los acontecimientos más relevantes y significativos de cada periodo de tiempo.
  • Las tablas y cuadros son también de utilidad cuando se exponen datos específicos y detallados sobre varios elementos. La representación gráfica en este sentido permite obtener una visión más organizada de la información y establecer relaciones y comparativas entre las distintas referencias expuestas.
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