Entrevista

Luis Arranz, Presidente de la Comisión Permanente de la Conferencia de Decanos y Directores de Magisterio y Educación

Muchos maestros españoles acabarán ejerciendo su profesión en otros países de Europa
Por Marta Vázquez-Reina 10 de febrero de 2008
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Imagen: CONSUMER EROSKI

Luis Arranz, Doctor en Historia por la Universidad Complutense de Madrid, y actualmente Decano de la Facultad de Educación de esta misma universidad, preside desde el año 2004 la Comisión Permanente de la Conferencia de Decanos y Directores de Magisterio y Educación. Un periodo durante el cual se han gestado todos los cambios que llevarán a la implantación en el curso 2009-2010 de la nueva titulación de Maestro, de acuerdo a la integración del sistema universitario español en el Espacio Europeo de Educación Superior.

Los estudios de Magisterio pasarán de ser una diplomatura a convertirse en una titulación superior, de tener una duración de tres años a completarse en cuatro. ¿Dónde está el origen de este cambio?

Este cambio, que cuenta con el consenso prácticamente unánime de toda la profesión, es la culminación de un sueño por el que se ha estado peleando durante diez años. Es un gran logro el haber conseguido que finalmente se equiparen los estudios de Magisterio a las actuales licenciaturas o a los futuros grados. Esto significará no sólo ampliar un año más la formación de los Maestros, sino también equipar la profesión a la de los docentes superiores.

Por otra parte, otro de los grandes cambios es que las especializaciones se verán reducidas únicamente a dos, en vez de las siete actuales.

Efectivamente, a partir de ahora existirán dos titulaciones, Maestro de Infantil y Maestro de Primaria. El resto de especializaciones, Audición y Lenguaje, Educación Especial, Educación Musical, Lengua Extranjera y Educación Física pasarán a ser menciones dentro de la titulación.

¿Por qué se ha optado por este modelo?

El nuevo modelo apuesta más por un maestro generalista
Este modelo apuesta más por un maestro generalista. El problema de las especializaciones radica en que actualmente, en la actividad docente, el maestro no sólo imparte la asignatura en la que está especializado, sino que puede impartir cualquier otra. Aunque estos maestros cuenten con una formación más fuerte en aquella especialización por la que han optado, no tienen la suficiente preparación para afrontar todas las materias que finalmente imparten en el aula, teniendo en cuenta que estamos hablando de una carrera que tenía una duración de únicamente tres años, en los que la especialidad ocupaba un tercio de la formación.

¿Se reducen entonces los contenidos de las especializaciones?

Se reducirán más o menos en una cuarta parte, pero lo que hay que valorar es la ventaja imprescindible de que con este modelo, gracias al plus de un año más de duración, el maestro contará con mayor formación en todas las disciplinas que se puedan dar en Infantil y Primaria, aunque la formación especializada sea menos extensa.

¿Se podrá completar esta formación con estudios de posgrado?

Las titulaciones siempre se podrán complementar con titulaciones de Máster
Efectivamente. Las titulaciones de grado serán Maestro de Infantil y Maestro de Primaria con la correspondiente mención, pero siempre se podrán complementar con titulaciones de Máster. Se verán casos en que de las titulaciones que se van a perder con el nuevo modelo nazcan futuros Máster, por ejemplo, un Máster en Educación Musical o en Educación Física, o en aquella especialización que cualquier universidad esté capacitada para implantar.

¿Habrá algún cambio igualmente en la duración del Practicum?

Tal como marcan los criterios de adaptación al Espacio Europeo de Educación Superior, todas las titulaciones deben dar a las prácticas un peso importante dentro de su currículo. Sin embargo, hay que tener en cuenta que en el caso de Magisterio, al contrario que en otras titulaciones, el practicum está ya consolidado y forma parte sustancial de la titulación, por tanto, aunque aumentará algo la duración de las prácticas, no será un cambio realmente significativo.

Respecto a los idiomas, a los maestros de Infantil y Primaria se les exigirá que alcancen cuando finalicen sus estudios el nivel A2 del Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas en una lengua extranjera, que se corresponde con un nivel de usuario básico. ¿Cree que es suficiente este nivel?

No, creo que es bajo. Pienso que se ha optado por este nivel dadas las circunstancias reales de conocimientos de idiomas que imperan en nuestro país, pero a sabiendas de que es uno de los aspectos capitales en la formación del profesorado, tanto para su actividad docente, como de cara incluso a la movilidad profesional que se persigue con la creación del Espacio Europeo de Educación Superior.

Esa movilidad a la que se refiere, ¿será posible en el caso de los maestros, teniendo en cuenta las diferencias existentes entre los distintos sistemas educativos europeos?

Las nuevas titulaciones se están generando con una mirada clara puesta en Europa

Las nuevas titulaciones se están generando con una mirada clara puesta en Europa, es una de las mayores ventajas que van a tener los nuevos titulados. Hemos llegado a que los magisterios prácticamente se unifiquen, de modo que tengan unas bases relativamente comunes que permitan que un maestro de España pueda ejercer su actividad docente en otro país europeo de manera automática. De hecho, creo que muchos maestros españoles van a acabar ejerciendo su profesión en otras partes de Europa, porque hay países, como por ejemplo Holanda, donde hacen falta muchos maestros y España es uno de los estados comunitarios con mayor número de titulados.

¿Afectarán de algún modo los cambios en la titulación a la consideración social que tiene actualmente el maestro en España?

Personalmente, el Maestro se sentirá mejor considerado, por el simple hecho de que va ha pasar de una “categoría inferior” a equiparse con las profesiones docentes superiores, con los consecuentes cambios en el salario y las gratificaciones. Pero la imagen social es más una cuestión de respeto que de formación. Mientras que la sociedad no considere que un profesional de la enseñanza merece todos los respetos y todo el apoyo, las transformaciones serán escasas. En este sentido, más que lo puramente académico, lo que tendría que cambiar sería la legislación superior, autonómica o estatal.

Se refiere a factores como el Bullying, acoso escolar, rebeldía en las aulas…

Son necesarias normativas que respalden a los profesionales en su actividad docente

Exacto. La legislación daba antes al profesor una cobertura ante estos fenómenos sociales que no posee ahora. Actualmente, si el maestro no encuentra el suficiente respaldo legal para actuar ante cualquier problema en las aulas, se seguirá sintiendo sólo ante el peligro. Son necesarias las normativas que respalden a los profesionales en su actividad docente.

Algunos informes educativos como PISA o PIRLS, evidencian que el rendimiento de los alumnos en algunos estados europeos es claramente superior al de los demás, ¿corresponde parte de este éxito a la figura del profesor en estos países?

Por supuesto. En Finlandia, que es uno de los ejemplos más claros, hay dos componentes principales que explican el éxito del rendimiento de sus alumnos. Uno de ellos el aspecto vocacional de los profesores del país, que para acceder a la profesión tienen que pasar por un durísimo proceso de selección, y el segundo aspecto, más importante aún, es el respeto de la sociedad a la figura del maestro, ya que reconoce la enorme responsabilidad que tienen estos profesionales en la educación de sus hijos. La conjugación de estos dos aspectos influye de manera evidente en los resultados académicos.

Para terminar, si comparáramos la figura del maestro de hace 20 años en nuestro país con los titulados actuales ¿cuáles serían las diferencias más relevantes y de qué modo han afectado al rendimiento escolar?

La interculturalidad o la inmigración en las aulas no se han podido absorber con la celeridad necesaria

Las diferencias no son demasiadas, quizás el profesor de hace 20 años se formó en especialidades más clásicas, de las ramas humanísticas o científicas, y sus conocimientos generalistas eran mayores que los de los maestros actuales, pero estos cuentan con la ventaja de haber recibido una formación más metodológica y más didáctica. Sin embargo, creo que más que diferencias en la formación, el factor determinante es, como he apuntado antes, una diferencia en el entorno social. Hay que tener en cuenta, asimismo, que el maestro actual ha tenido que hacer frente a otros componentes sociales, como la interculturalidad o la inmigración, que no se han podido absorber con la celeridad necesaria, de modo que se producen los desajustes en el rendimiento que podemos apreciar en estos momentos.

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