¿Para qué sirven los títulos propios de las universidades?

Los títulos propios de máster, experto o especialista están orientados sobre todo al mercado laboral
Por Marta Vázquez-Reina 24 de septiembre de 2008
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Imagen: Thiago Martins

Los títulos propios son enseñanzas ofertadas y certificadas por las universidades españolas con el objetivo fundamental de atender aquellas necesidades formativas que no se recogen en el catálogo oficial de titulaciones universitarias. Aunque carecen de reconocimiento oficial, su enfoque eminentemente práctico y adaptado a la demanda de formación especializada en distintos sectores profesionales los convierte en una de las alternativas más comunes entre los estudios de posgrado universitarios.

Tal como establece la Ley Orgánica de Universidades, las universidades españolas, además de la oferta de enseñanzas superiores oficiales, recogidas en el Catálogo de Títulos Universitarios Oficiales, pueden establecer otro tipo de enseñanzas conducentes a la obtención de diplomas y títulos propios que no tienen carácter oficial ni validez en todo el territorio nacional. Estas enseñanzas propias permiten a las universidades responder a la demanda social de formación especializada en los distintos campos de conocimiento que generalmente no está incluida en las titulaciones oficiales.

En los últimos años la oferta de títulos propios se ha incrementado más de un 21% en nuestro país

Ya sea por la necesidad de los titulados universitarios de un mayor grado de especialización que les permita incrementar sus posibilidades de inserción laboral, o por la exigencia de los avances científicos y tecnológicos, que obligan a muchos profesionales a reciclarse y completar continuamente su formación, lo cierto es que la evolución del entorno socioeconómico y el incremento de la competitividad en el mercado laboral ha impulsado en los últimos años la demanda y la oferta de este tipo de enseñanzas especializadas; de hecho, según los datos del último informe La Universidad Española en Cifras, en tan sólo cuatro años la oferta de títulos propios se ha incrementado más de un 21% en nuestro país y el número de alumnos que optan por estas enseñanzas asciende a más de 96.000 estudiantes. Una de las claves de este éxito radica en la amplia flexibilidad y autonomía de la que disponen estas titulaciones, ya que, al estar desprovistas de los rígidos moldes de los títulos oficiales, pueden responder de manera inmediata a las necesidades de formación o especialización que se requieren en cada momento, ofreciendo un gran abanico de alternativas formativas a un amplio perfil de estudiantes o profesionales.

Dentro de los títulos propios de posgrado se distinguen normalmente tres categorías: máster, especialista y experto, dependiendo de la titulación requerida para realizar los estudios y la duración de los mismos. Entre ellos, los títulos de experto son los que han experimentado una mayor evolución en las universidades; con más de 1.700 títulos, la oferta de esta categoría de estudios se ha incrementado en un 85% en los últimos años y alcanza ya a más de 43.500 estudiantes. Asimismo, los títulos de máster (1.347 títulos) y los de especialista (1.281) han evolucionado notablemente, con más de 30.000 y 22.000 alumnos respectivamente en sus enseñanzas.

Las enseñanzas tienen un carácter más práctico y relacionado con el entorno laboral

Aunque todas las universidades utilicen la misma denominación para estos títulos, la amplia autonomía de la que gozan para el diseño de títulos propios hace que no siempre haya homogeneidad entre ellas en las características fundamentales de estos programas: duración, créditos, precios o requisitos de acceso. No obstante, hay una serie de distintivos comunes que definen estos programas:

  • Las enseñanzas tienen un carácter más práctico y relacionado con el entorno laboral, lo cual permite al alumno especializarse desde un punto de vista profesional más que teórico, gracias también a que los profesores pueden ser del entorno empresarial y no exclusivamente doctores universitarios.

  • La flexibilidad de estos programas permite cambiar o adaptar los contenidos de un año para otro, según las necesidades formativas de cada momento.

  • El título que otorgan no tiene carácter oficial ni ningún reconocimiento en el extranjero, por tanto su realización está más orientada al reconocimiento profesional que al académico. En algunos casos, sin embargo, pueden estar homologados por empresas públicas o privadas que han participado o colaborado en el establecimiento de las enseñanzas por sus necesidades concretas de profesionales especializados en una materia o actividad determinada.

    Los títulos

    Título de máster: estos estudios están orientados fundamentalmente a titulados universitarios de segundo ciclo, y excepcionalmente a titulados de sólo primer ciclo cuyas titulaciones tengan conexión con las enseñanzas especializadas del título de máster. La duración de los máster propios es generalmente menor que los oficiales, 500 horas (50 créditos) aproximadamente, frente a las 1.500 mínimas de los oficiales; aunque siempre dependerá de la programación de cada universidad, puesto que hay algunos que pueden tener una duración de hasta dos cursos académicos.

    Pueden acceder personas que no posean una titulación universitaria

    Título de experto universitario: al igual que los títulos de máster, el de experto se dirige fundamentalmente a la especialización en un área profesional directamente relacionada con el mercado laboral, pero con una duración menor, entre 20 y 30 créditos, que pueden completarse en algunos casos en un semestre académico.

    Uno de los aspectos más relevantes de estos títulos es que a ellos pueden acceder, además de los titulados de Primer o Segundo Ciclo, personas que no posean una titulación universitaria, siempre que acrediten una experiencia profesional directamente relacionada con la especialidad del título y que cumplan los requisitos legales de acceso a la universidad. Asimismo, pueden acceder a estos estudios quienes se encuentren en posesión de un título extranjero de enseñanza superior, sin necesidad de homologación de dicho título, bastando la autorización otorgada por el rector de la universidad correspondiente; no obstante, debe tenerse en cuenta que cada título de experto puede tener requisitos propios de acceso, según determine la universidad que los ofrezca.

    Título de especialista universitario: los requisitos de acceso a estos programas de posgrado son generalmente los mismos que para el título de Experto; igualmente, sus contenidos están dirigidos al perfeccionamiento y especialización profesional pero su duración suele ser menor. Sin embargo, hay que considerar siempre que, como ya hemos dicho anteriormente, no existe homogeneidad entre las universidades a la hora de categorizar los títulos propios y es frecuente que en algunos centros universitarios el título de especialista tenga una carga lectiva mayor que el de experto o al contrario. Por tanto, es fundamental consultar en la propia universidad en la que se quieran realizar estos estudios las características particulares de cada programa.

    ¿Cuánto cuestan?

    Al no tener la categoría de oficiales, los precios de los títulos propios de las universidades son marcados según los criterios que establezca cada centro universitario en función de las características específicas de cada programa. Aunque en algunos casos no tiene que ser correlativo, generalmente las tasas de estos programas están condicionadas por la duración de los mismos. De este modo, los títulos de máster siempre tendrán un precio superior al de los de experto o especialista.

    Obviamente, el precio de estos programas también depende de la financiación que tenga cada uno. Mientras algunos de ellos se autofinancian enteramente con los precios de matrícula que abonen los alumnos, otros pueden tener una financiación subvencionada o participada en parte por instituciones externas o por la propia universidad. Asimismo, aunque estos programas no se pueden beneficiar del sistema de becas públicas del Estado, en muchos casos las mismas universidades o entidades externas participantes establecen un número de becas específicas para estos programas, que pueden cubrir la totalidad o parte de las tasas académicas.

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