Prácticas con Erasmus

Este programa permite a los estudiantes realizar prácticas en empresas europeas durante un periodo de tres a doce meses
Por Marta Vázquez-Reina 5 de febrero de 2010
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Imagen: Redvers

Erasmus ya no es sólo sinónimo de estudiar en el extranjero. Desde hace dos cursos, el programa de movilidad europeo de mayor éxito entre los universitarios impulsa a los estudiantes a realizar prácticas laborales en empresas, organizaciones o centros de formación extranjeros. Constituye un excelente complemento práctico al programa de estudios y cuenta con el reconocimiento académico por parte de las universidades.

Movilidad europea

La unificación de las universidades europeas en un marco común que promueve el Espacio Europeo de Educación Superior tiene como uno de sus objetivos principales favorecer la movilidad de los estudiantes y trabajadores, de modo que puedan completar su formación en cualquier país de la Unión e integrarse en el mercado de trabajo de otras regiones.

El plan de acción de la Comunidad Europea Erasmus fue el primer paso que dieron los estados miembros para favorecer esta movilidad. Después de 23 años, más de dos millones de estudiantes han completado parte de sus estudios en otros países gracias a este programa, que cuenta con una gran aceptación entre los universitarios españoles. El pasado curso 2008-2009, cerca de 26.000 alumnos de nuestro país participaron en una estancia Erasmus.

Nace con el fin de mejorar la cooperación entre los centros de educación superior y las empresas

Pero no todos fueron a estudiar. Desde hace dos años, el programa ha ampliado su acción al ámbito de las prácticas laborales. El nuevo plan de movilidad, denominado Erasmus Práctica nace con el fin de mejorar la cooperación entre los centros de educación superior y las empresas y favorecer la futura integración de los estudiantes en un ámbito profesional más amplio que el de su propio país. Según los datos del Organismo Autónomo de Programas Educativos Europeos (OAPEE), en el primer año de su implantación, más de 20.000 universitarios europeos participaron en Erasmus Práctica. Más de 1.800 estudiantes eran españoles.

Reconocimiento y ayuda

Erasmus Práctica constituye un plan de movilidad que permite que los universitarios realicen unas prácticas en empresas, centros de formación u otras organizaciones de países europeos durante un periodo de entre tres y doce meses. La ventaja que representa efectuar las prácticas a través de este programa, en vez de hacerlo a título individual (una opción factible), es que la institución académica del estudiante valora esta actividad y la reconoce en el expediente académico y en el Suplemento Europeo al Título, bien como prácticum o proyecto fin de carrera o en forma de créditos de libre elección.

El programa concede una ayuda de 420 euros al mes para sufragar algunos gastos derivados de la estancia

El programa concede a los estudiantes una ayuda de 420 euros al mes para sufragar algunos gastos derivados de la estancia en el extranjero, como el viaje o la manutención. Esta cuantía se complementa, en ocasiones, con una cantidad adicional que aportan algunas administraciones autonómicas o las mismas instituciones de educación superior, como en el caso de la Universidad de Cádiz, que concede 100 euros mensuales más a sus alumnos en prácticas.

Esta beca es imprescindible en muchos casos, puesto que las empresas o centros que acogen a los alumnos no están obligados a remunerar su actividad. Aunque esto depende de cada empleador. Una posibilidad es retribuirles con un sueldo estipulado al mes o proporcionarles otras ayudas, como abono de transporte, cheques de comida o alojamiento.

Funcionamiento

El plan de movilidad está disponible para los alumnos de instituciones de educación superior que cuenten con una Carta Erasmus Ampliada, es decir, que permita la movilidad de los estudiantes tanto para estudiar como para trabajar en el extranjero. En la actualidad, más de 40 universidades españolas tienen concedida esta Carta.

Los centros exigen que los participantes hayan completado al menos el 50% de los créditos del plan de estudios

Pueden participar universitarios de cualquier nivel: Grado, Posgrado o Doctorado. El requisito imprescindible es ser ciudadano de un país de la Unión y estar matriculado en los estudios tanto en el momento de solicitarla como durante el desarrollo de las prácticas. A partir de aquí, las propias universidades establecen las condiciones particulares que deben cumplir sus estudiantes para integrarse en el programa. En general, los centros exigen que los participantes hayan completado al menos el 50% de los créditos del plan de estudios que cursan, aunque algunas instituciones sólo admiten a alumnos de último curso.

Las universidades y empresas piden también a los estudiantes un nivel específico de conocimiento de la lengua del país en el que se va a realizar la práctica. Se puede acreditar con distintos títulos o certificados de idiomas oficiales o mediante la realización de una prueba de idiomas que convoca a tal efecto el centro de estudios superiores.

En cuanto a las compatibilidades, Erasmus Práctica no es excluyente con Erasmus Estudios. Pueden participar en el programa estudiantes que hayan obtenido una beca de estudios siempre que no se disfruten las dos acciones de forma simultánea. Un estudiante puede cursar el segundo semestre como estudiante Erasmus en el extranjero y realizar las prácticas en los meses de verano.

Desarrollo del programa

El estudiante que quiere solicitar una beca de este programa debe haber sido aceptado con anterioridad por una empresa o institución para realizar las prácticas. Esta labor la puede emprender el alumno por su cuenta, si pregunta entre sus contactos o busca entre las ofertas que se publican en diferentes portales especializados en prácticas para estudiantes en el extranjero.

La mayoría de las universidades facilitan una bolsa de ofertas de prácticas para ayudar al alumno en su búsqueda

Sin embargo, la mayoría de las universidades facilitan, a través de sus servicios de relaciones internacionales, una bolsa de ofertas de prácticas para ayudar al alumno en su búsqueda. En ocasiones, el universitario se limita a facilitar su perfil al centro y éste se encarga de localizar las prácticas que más se adecuen a él. La Universidad de Valladolid cuenta con una modalidad de acceso al programa con prácticas ya cerradas con las empresas.

Una vez que la empresa acepta al alumno y cumple con todos los requisitos, la universidad realiza el proceso de selección para la concesión de las ayudas. La baremación depende, en general, del expediente académico, los conocimientos lingüísticos del idioma del país de destino u otras actividades complementarias del currículum del universitario.

Los estudiantes aceptados deben disfrutar de las prácticas dentro de un mismo curso académico. En este programa, se considera como tal desde el 1 de julio al 30 de septiembre. El alumno acuerda la duración con la empresa. Cuando comienza en el puesto de trabajo, se le asigna un tutor que se responsabiliza de la labor y del seguimiento y posterior informe para la universidad.

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