Cementerios para perros: un modo especial de decir adiós a nuestro amigo

Los cementerios para perros cuentan con distintas esculturas, placas y fosas para enterrar a las mascotas
Por Eva San Martín 10 de mayo de 2012
Img cementerio perros
Imagen: NatalieMaynor

Fosas individuales de diferentes medidas, con monolito, placa identificativa y fotografías. Estas son las principales características de los cementerios para perros. Su muerte puede causar un considerable trastorno emocional a los miembros de la familia, que decide enterrar a su mascota como un modo de despedirse de forma digna. Una de cada tres personas reconoce haber experimentado sentimiento de dolor y congoja durante al menos los seis meses siguientes al fallecimiento de su perro. Para tratar de aliviar en parte este sufrimiento, algunos dueños optan por enterrarlos en un cementerio canino.

Placas y estatuas para recordar a la mascota

Las opciones para ofrecer sepultura al perro que fallece son variadas. En el cementerio para perros L’Última Llar, una necrópolis de animales de compañía situada en la provincia de Tarragona, se proponen fosas individuales de diferentes medidas, para todo tipo de animales. «Estas tumbas se adornan con un monolito y una placa identificativa, en la que el propietario puede poner una inscripción y la fotografía de su mascota», apuntan los responsables del cementerio. Las fotografías de las mascotas enterradas son habituales.

Pero no son pocos los dueños que, sin embargo, se contentan con una tumba para sus perros. En la mayor parte de las necrópolis caninas, las estatuas de animales son parte habitual del paisaje del cementerio.

Los cementerios de perros más antiguos

La práctica de enterrar a las mascotas no es nueva. Los antiguos egipcios ya momificaban a ciertos gatos. Y los enterramientos de mascotas tampoco eran extraños durante el Imperio romano. Sin embargo, al intentar encontrar referencias más actuales, a menudo se señala al cementerio de perros de París como una necrópolis canina pionera.

«Tras la muerte del perro, la duda lógica que surge es qué hacer con su cuerpo»

El Cimetière des Chiens (cementerio de perros, en francés) se inauguró en 1899. Localizado al suroeste de la capital francesa, esta necrópolis de perros puede, asimismo, presumir de ser una de las más hermosas y cuidadas del Planeta. No son pocos los turistas que la visitan para contemplar sus esculturas talladas en piedra, en ocasiones, pertenecientes a canes ilustres fallecidos.

Impacto psicológico por la muerte del perro

El sufrimiento que causa la muerte del perro puede ser tan relevante como el que se siente cuando se pierde a un familiar cercano. El impacto psicológico que experimentan muchos dueños de mascotas tras el fallecimiento de su perro ha sido analizado por la prestigiosa revista neoyorquina ‘Family Process’, una publicación dirigida por científicos y especializada en el estudio de la familia.

La publicación concluye que no es extraño sufrir cuando la mascota fallece, sino que es lo habitual: más del 85% de los dueños de canes admiten haber padecido dolor tras la muerte de su perro.

«La pérdida de un animal doméstico puede ser tan traumática para sus dueños como la pérdida de un familiar», afirman desde El Último Parque, un cementerio para perros situado en la localidad de Arganda del Rey, en la Comunidad de Madrid. El Último Parque funciona desde 1983 y, desde entonces, en su recinto se han enterrado cerca de 4.000 mascotas.

Tomar la decisión de enterrar al perro en un cementerio canino

La perra de Manuel, un economista administrativo de 33 años, enfermó cuando apenas había cumplido doce años. Para este joven que había compartido toda la adolescencia con su mascota, tener que afrontar su enfermedad y después su fallecimiento fue un golpe duro que le dejó muy tocado.

La muerte del perro puede causar un considerable trastorno emocional

«En aquel momento oí hablar del cementerio de mascotas que la asociación El Arca de Noé tiene en Extremadura y me pareció la mejor idea para despedirme de mi perra de forma digna», explica Manuel sin ocultar la emoción.

«Tras la muerte del perro, la duda lógica que surge es qué hacer con su cuerpo», aseguran desde El Último Parque. Una opción es enterrarlo en un sitio permitido, que debe contar con los permisos necesarios.

«Ofrecer un lugar de descanso a nuestra mascota puede reconfortar nuestra pena. Nos da consuelo y nos ayuda a superar su muerte», señalan desde el cementerio canino. Una afirmación con la que algunos dueños de perros, como es el caso de Manuel, coinciden.

Consejos para la despedida del perro
  • Recuerde que una de cada tres personas reconoce haber experimentado sentimiento de dolor y congoja durante al menos los seis meses siguientes al fallecimiento de su mascota.

  • Ofrecer un lugar de descanso a nuestro perro fallecido puede ayudar a algunos dueños a superar la pérdida.

  • Tras la muerte del perro, no es extraño que surja la duda de qué hacer con el cuerpo.

  • Una necrópolis de animales de compañía situada en la provincia de Tarragona propone diversas opciones para ofrecer sepultura al perro que fallece.

  • Hay diversas formas de enterrar a su mascota, como las fosas individuales, adornadas por un monolito y una placa identificativa.

  • Solo se debe enterrar al perro en un recinto autorizado, que cuente con los permisos necesarios.

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