Leptospirosis, una enfermedad peligrosa que comparten perros y personas

Una bacteria que vive en el agua es la responsable de esta dolencia que contagia a canes y humanos
Por Eva San Martín 19 de febrero de 2013
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Imagen: mister b 1138

La leptospirosis en una enfermedad que puede afectar tanto a los perros como a las personas, y que el can puede transmitir al resto de la familia. Una pequeña bacteria que vive en el agua es la responsable de esta dolencia. Este artículo explica qué es la leptospirosis, cómo llega a perros y personas y cómo afecta en España. Ofrece, también, cuatro consejos para evitarla.

Leptospirosis, una enfermedad de perros y personas

La leptospirosis es una enfermedad que comparten perros y personas. «La transmite una bacteria y afecta tanto a humanos como animales«, explica la Organización Mundial de la Salud.

Aunque en muchos casos la dolencia no pasa de producir fiebre alta y malestar general, también puede agravarse e, incluso, provocar el fallecimiento, tanto del perro como de las personas.

La leptospirosis es lo que en la jerga médica se denomina una zoonosis: una enfermedad que puede transmitirse de animales, como el perro, a las personas. Afecta también a los roedores, vacas y caballos, incluso con más frecuencia que a los canes.

De hecho, es habitual que sea el ganado el que transmita la bacteria a los perros. Pero cuando el can se infecta, es más sencillo que después el maligno microorganismo llegue a las personas.

La leptospirosis afecta a perros y humanos en todo el mundo aunque, al ser causada por una bacteria amante del agua, es más frecuente en los climas cálidos con zonas húmedas y encharcadas. También aparece en España aunque, «de forma más ocasional», revela un equipo de científicos encabezados por el doctor José Manuel Barragán, en un estudio publicado en la revista científica ‘Scielo‘.

Cataluña, Aragón y Asturias son las zonas con más leptospirosis

Más de 200 personas han padecido leptospirosisen España desde 1997. Cataluña, Aragón, Asturias y los deltas de los ríos, donde el agua permanece estancada antes de desembocar en el mar, son las regiones donde es más frecuente la bacteria de la leptopirosis, añade Barragán.

En el resto de las regiones españolas, matiza el experto en estos pequeños organismos, «la incidencia de la enfermedad es menor».

Una bactería a la que le gusta el agua

A la bacteria de la leptospirosis le gusta el agua. También, el calor. En este medio, el diminuto -aunque maligno organismo- es capaz de reproducirse a gran velocidad. Por el contrario, los ambientes secos no permiten a la leptospirosis crecer ni sobrevivir.
El reducido tamaño de la leptospirosis hace que sea muy difícil de detectar

Las pequeñas dimensiones de esta bacteria explican que se camufle bien, y sea difícil detectarla incluso en el laboratorio, explica el Centro de Información de la Leptospirosis.

«Además, su extraordinaria velocidad aumenta su facilidad para infectar a nuevas perros y personas«, explica este centro médico especializado en la dolencia.

Esta bacteria velocista se desplaza gracias a su cuerpo alargado: un largo flagelo la sirve para impulsarse y nadar en el medio acuático.

¿Cómo llega la leptospirosis a perros y humanos

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Imagen: ewen and donabel

Cuando un perro bebe agua, o está en contacto con una zona húmeda infectada por la leptospirosis, puede coger la enfermedad. La orina de los animales enfermos, entre ellos, el ganado, es un vehículo habitual por el que la bacteria se expande a nuevas zonas.

Y, ¿cómo alcanza, después, a las personas? Una posibilidad es que la persona entre en contacto con el agua o la ingiera. Sin embargo, cuando el can ya está contagiado, el riesgo para las personas aumenta, añade el Departamento de Salud de Nueva York, que ha elaborado una completa documentación sobre la enfermedad.

«El perro puede tener contacto con aguas contaminadas durante sus salidas, por lo que puede contagiarse, cuando existe riesgo», explica esta institución. El peligro, aumenta, por ejemplo, si la ruta transcurre por una zona rural y acuática.

Además, advierte este organismo, «la vacunación no es siempre efectiva, por lo que un can infectado puede transmitir la dolencia a sus dueños».

Evitar la leptospirosis en el can, cuatro pautas
  • 1. La vacunación del perro es la primera clave para evitar la leptospirosis. Esta vacuna suele administrarse a las 12 o 13 semanas de vida.

  • 2. Ante cualquier síntoma de fiebre en el perro, conviene acudir al veterinario para que aplique el correcto tratamiento. Un comportamiento alicaído en el can también puede ser una señal.

  • 3. Hay que evitar que el perro nade en zonas contaminadas o que puedan estarlo. Los espacios rurales con agua encharcadas resultan peligrosos.

  • 4. Una vez que se detecta la enfermedad en el can, hay que acudir al veterinario de inmediato. E impedir que miccione cerca de zonas frecuentadas por niños, que puedan resultar contagiados. Tampoco en zonas de playa, charcas o deltas de ríos, frecuentados por otros canes.

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