El Consejo de Ministros aprobó ayer el proyecto de ley de protección de los animales que penaliza con multas de entre 600 y 100.000 euros a quien cause daños o molestias a animales usados para experimentación y otros fines científicos en laboratorios o a los empleados para criar.
Según el Ministerio de Agricultura, el objetivo de la normativa es alcanzar un equilibrio entre la utilización de los animales con fines económicos o científicos y el respeto a unas condiciones apropiadas de mantenimiento, para que reciban un trato adecuado a su condición de seres vivos sensibles. El texto incorpora al ordenamiento jurídico aspectos de la legislación comunitaria en materia de protección animal y define la tipificación de infracciones y el régimen sancionador.
El ámbito principal de aplicación afecta a las explotaciones ganaderas (incluyendo los centros donde se alojan animales de experimentación), al transporte y al sacrificio, así como a las actividades de experimentación. Establece para los propietarios y criadores de animales en las explotaciones la obligación de asegurar su protección, cumpliendo la normativa sobre las condiciones en que se crían y mantienen, tomando en cuenta su especie y grado de desarrollo, adaptación y domesticación. La norma fija también los requisitos y las condiciones en los medios de transporte, y aspectos relativos a las empresas transportistas.
Se establecen asimismo las condiciones mínimas para la cría, mantenimiento y utilización de animales de experimentación, así como el uso de determinados tipos como perros y gatos vagabundos, y extiende la prohibición del maltrato, el abandono o la utilización de animales en peleas, a los de compañía.
La normativa prohíbe además la publicidad con animales realizada de forma indebida y se contempla el establecimiento, por parte del Ministerio de Educación y Ciencia, de un procedimiento excepcional para la acreditación de la formación y experiencia de los investigadores que trabajan con animales.