Las condiciones para la captura de la merluza en aguas ibéricas se endurecerán en 2011 y se revisará el régimen de capturas de la especie en el denominado «stock norte», según las previsiones de la Comisión Europea (CE). Ambas cuestiones se recogen en una comunicación hecha pública en Bruselas por el Ejecutivo comunitario que conducirá a la fijación de las cuotas de pesca para el año que viene.
El documento de referencia manifiesta que el plan de gestión aprobado para esa especie «parece haber sido insuficiente para controlar las capturas o reducir la mortalidad», por lo que «se requieren adaptaciones en el esfuerzo de pesca» de la pesquería. La cigala es objeto de una apreciación similar por parte de la CE, aunque en este caso no se citan caladeros concretos.
Bruselas considera que la gestión de las posibilidades de pesca mediante planes a largo plazo constituye el núcleo de la política pesquera de la Unión Europea (UE). Esta percepción no influye en la adaptación de las actuaciones en lo que concierne a la anchoa del Cantábrico, según manifestaron desde la Dirección General de Pesca. Tras haber paralizado su aprobación, que se encontraba en fase avanzada, el Ejecutivo comunitario no cree que el plan de gestión de la anchoa pueda ser aplicado hasta mediados de 2011. Se discuten aspectos de la normativa a la luz de las nuevas disposiciones del Tratado de Lisboa, aunque aparentemente el fondo del plan es objeto también de consultas.
La CE cree que este año deberían aprobarse los planes de gestión de la anchoa y la caballa. Además se planteará a los Veintisiete los concernientes al bacalao en aguas de Escocia y el arenque en el Mar Céltico. Además de las revisiones ya mencionadas de los planes existentes para la merluza sur y norte, el Ejecutivo comunitario se propone actualizar también el de la cigala, así como el del lenguado en el Golfo de Vizcaya.
