Fitodepuración: Plantas acuáticas para limpiar residuos

La depuración de aguas residuales mediante humedales artificiales representa una alternativa eficiente, de bajo coste y respetuosa con el medio ambiente
Por Alex Fernández Muerza 29 de septiembre de 2006

La depuración de las aguas residuales urbanas, industriales o agrícolas es uno de los retos ecológicos y económicos más importantes de la sociedad actual. La denominada «fitodepuración» aprovecha la capacidad de reducir o eliminar contaminantes de algunas plantas presentes en humedales, por medio de una serie de complejos procesos biológicos y fisicoquímicos.

Estas plantas acuáticas ejercen una depuración directa de sustancias contaminantes, como nitratos y fosfatos, o microorganismos patógenos
Los carrizos, juncos, eneas o esparganios son plantas acuáticas de los humedales capaces de degradar la materia orgánica del entorno. De esta manera, estas plantas ejercen una depuración directa de sustancias contaminantes, como nitratos y fosfatos, o microorganismos patógenos. En este sentido, actúan a modo de filtro, como sumidero de sedimentos y precipitados, y como motor biogeoquímico que recicla y transforma nutrientes.

No obstante, a pesar de su poder depurador, los expertos desaconsejan el tratamiento de aguas residuales mediante humedales naturales, debido a su grave impacto medioambiental y a la posibilidad de contaminar los acuíferos y ecosistemas circundantes. Por ello, los científicos han desarrollado humedales artificiales, que reproducen el ecosistema de un humedal natural pero acelerando los procesos biofisicoquímicos para el tratamiento de las aguas residuales.

Los humedales artificiales suelen consistir en estanques o canales de poca profundidad, normalmente de menos de un metro, donde se ubican las especies vegetales acuáticas encargadas de los procesos naturales de depuración. Estas instalaciones cuentan además con canalizaciones y sistemas de aislamiento del suelo para no contaminar los ecosistemas adyacentes, así como sistemas de control del efluente.  

Los expertos diferencian tres tipos básicos de humedales artificiales, según el tipo de planta y la localización de su sistema radicular (el conjunto de las raíces):

  • Enraizadas en el suelo del humedal (sistemas de flujo superficial) o en lechos de grava o arena por los que se hace circular el agua residual (sistema subsuperficial)
  • Flotantes sobre la superficie del agua, tales como el jacinto de agua o la lenteja de agua
  • Con el sistema radicular libre, directamente bañado por el agua

Las ventajas de los humedales artificiales son diversas: Integración en el medio ambiente de manera natural, por lo que su impacto visual es bajo; capacidad depuradora eficaz de aguas residuales con contaminación principalmente orgánica; así como unos costes bajos y un mantenimiento sencillo. Su uso es especialmente adecuado para el tratamiento de aguas residuales de pequeñas poblaciones, que suelen ofrecer un bajo coste del terreno y mano de obra poco tecnificada. Asimismo, el aumento de estos sistemas naturales de depuración puede dar lugar a una importante actividad agrícola futura, basada en el desarrollo de cultivos específicos de este tipo de plantas.

No obstante, los humedales artificiales también cuentan con una serie de limitaciones, como la necesidad de amplias superficies de terreno, y que no son apropiados para determinados tratamientos, como el de las aguas industriales con alta contaminación inorgánica.

España, un lugar idóneo para la fitodepuración

España tiene el mayor índice de explotación hídrica de Europa, aumentando además de forma constante, por lo que el tratamiento de las aguas residuales es una prioridad aún mayor. Además, la descarga de aguas residuales en cursos naturales de agua es una práctica reciente cuyos efectos negativos sobre el medio ambiente obligó a considerar imprescindible la depuración previa. En este sentido, por ejemplo, las aguas residuales de una gran ciudad como Madrid se vertían directamente al río Manzanares hasta la década de los 70.

Por ello, la fitodepuración puede ser un sistema eficaz en España para tratar los residuos. Por ejemplo, científicos de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) han patentado un sistema de fitodepuración, basado en plantas flotantes, que ya ha sido probado en diversos aeropuertos nacionales y en varias pedanías del municipio de Lorca (Murcia), en el seno de un proyecto Life-Medio Ambiente.

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