Entrevista

Renaud de Stephanis, presidente de CIRCE

La caza comercial no es el principal problema de las ballenas
Por Alex Fernández Muerza 28 de febrero de 2009
Img renaud de stephanis
Imagen: CIRCE

El principal problema de las ballenas, y en general, del resto de cetáceos, es su desconocimiento, no la caza comercial. Por ello, las actividades lúdicas de avistamiento son una de las fuentes más importantes para su conservación. Las palabras de Renaud de Stephanis (Bruselas, 1975) pueden resultar chocantes, pero se basan en datos científicos. De Stephanis preside CIRCE, una asociación compuesta por un grupo de investigadores internacionales que lleva años trabajando para mejorar la conservación, información y estudio de los cetáceos en el Estrecho de Gibraltar y el Golfo de Cádiz. Además, este científico forma parte de la Comisión Internacional Ballenera a través del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM) y es doctor por su tesis sobre las estrategias de alimentación de los diferentes grupos de calderones comunes del Estrecho de Gibraltar.

/imgs/2009/02/cetaceos01.jpg¿En qué estado de conservación se encuentran los cetáceos?

Se conocen 86 especies de cetáceos, cada una con comportamientos diferentes, y 19 de ellas se encuentran en la Península Ibérica
Es la pregunta del millón. Paradójicamente, cuanto más investigamos, menos sabemos. Actualmente se conocen 86 especies de cetáceos (en la Península Ibérica hay más de 19), cada una de ellas con comportamientos diferentes, por lo que las interacciones humanas les impactan también de formas distintas.

¿Cuáles son los principales impactos que afectan a las especies de la Península Ibérica?

Uno de sus mayores problemas es la sobrepesca, que deja sin alimento a especies muy costeras como el delfín mular o el delfín común, o a las orcas de Andalucía, cuya presa principal, el atún rojo, está a punto de extinguirse. También son problemas importantes las redes de enmalle, como en el caso de las marsopas en el norte de la Península, o el impacto acústico de las maniobras militares, que les puede ocasionar la muerte, como en el caso de varamientos masivos de zifios. Otro motivo de preocupación son las enfermedades, como la que afectó a gran parte de la población de calderón común de aguas del Mediterráneo durante el invierno 2006-2007. Debido al impacto humano, las especies no pueden recuperarse como podría esperarse, lo cual puede llevarlas al colapso. Y no hay que olvidar los problemas derivados de las colisiones, que en el caso de los rorcuales comunes del Mediterráneo serían su mayor causa de mortalidad.

En el caso de las ballenas, ¿hasta qué punto les afecta la caza comercial?

Los principales problemas de las ballenas son la degradación de sus hábitats, la escasez de recursos alimenticios, la contaminación y las colisiones
Actualmente, el principal problema de las ballenas es la degradación de sus hábitats, la escasez de recursos alimenticios, la contaminación y las colisiones. Ejemplos muy claros son los de la “vaquita”, que está llegando a niveles muy preocupantes debido a la degradación del hábitat y los efectos del enmalle, o el baiji, una especie de delfín de río en China considerada extinta desde 2006-2007. En este último caso, su desaparición se relaciona con la industrialización, que ha provocado una contaminación brutal en las aguas donde vivía. Otro ejemplo es el de las orcas andaluzas, cuyo futuro está en entredicho si no se regula urgentemente la pesca del atún rojo, su principal alimento.

Entonces, no es su principal problema.

La caza ballenera habría de tenerse en cuenta si se volviera a practicar en todo el mundo y sin control como hasta principios de los 80, cuando por esta causa varias especies estuvieron a punto de desaparecer. Pero actualmente, gracias a la labor de la Comisión Internacional Ballenera, no es su principal problema.

/imgs/2009/02/cetaceos02.jpgSin embargo, la polémica internacional sigue abierta: Islandia reanudaba recientemente la caza comercial de ballenas a gran escala, mientras que los balleneros japoneses siguen su trabajo escudándose en la caza con fines científicos.

La caza ballenera habría de tenerse en cuenta si se volviera a practicar en todo el mundo y sin control como hasta principios de los 80
No estoy a favor de la caza ballenera, pero es importante hablar con los datos reales, de forma científica. Islandia permitirá la caza de 300 ballenas en los próximos cinco años, lo que representa unos 60 animales al año. Los rorcuales comunes por ejemplo, en aguas del Atlántico Norte, rondarían entre 20.000 y 40.000 ejemplares, según los datos más recientes, por lo que el número de capturas sería realmente limitado. El caso de Japón es prácticamente igual. Si bien es cierto que se excusan en la caza científica, también es verdad que el acuerdo pesquero que regula la caza de la ballena no es de obligado cumplimiento. Por ello, Japón podría abandonar la Comisión Ballenera Internacional y cazarlos de forma comercial.

El tema es difícil y está ligado a motivos políticos, éticos, y la punta de lanza de los movimientos ecologistas, que al fin y al cabo tuvieron su primera victoria importante cuando se implantó la primera moratoria de caza ballenera en 1986.

¿Qué países estarían cazando en la actualidad?

Además de los citados Islandia y Japón, Noruega también tiene un plan pesquero de rorcuales aliblancos. Por otro lado, la Comisión Internacional Ballenera autoriza a ciertas comunidades locales capturas por motivos de subsistencia aborigen, como al pueblo inouit, en Groenlandia.

¿Y cuántas ballenas se estarían cazando en total?

En la actualidad se cazan unas 1.500 ballenas anuales
Según los datos de la Comisión Internacional Ballenera, podrían rondar en torno a los 1.500 ejemplares anuales, sumando los que cazan japoneses, islandeses y noruegos; y cerca de unos 100 en el caso de otros rorcuales.

¿Se tiene en cuenta las cazadas de forma ilegal?

Los datos oficiales no contabilizan la caza ilegal, aunque no creo que sean números alarmantes si nos atenemos a que luego tendrían canales de distribución bastante difíciles de obtener.

/imgs/2009/02/cetaceos03.jpg¿Cuáles son las especies en mayor peligro de extinción?

Las especies más amenazadas de la Península Ibérica serían las marsopas, las orcas de Andalucía y los calderones comunes del Mediterráneo
Actualmente, en el mundo, las dos especies en mayor peligro serían probablemente la mencionada “vaquita” y la ballena franca del hemisferio norte. En el primer caso, debido a la degradación de su hábitat y a los problemas de enmalle, que han provocado que esté a punto de desaparecer de las aguas del Golfo de California. En el caso de las ballenas francas, la caza ballenera indiscriminada, junto a los problemas de enmalle y de colisiones con embarcaciones ponen en entredicho el futuro de la especie.

En cuanto a la Península Ibérica, las especies más amenazadas serían las marsopas, debido a problemas de enmalle; las orcas de Andalucía, por la sobre pesca del atún rojo; y los calderones comunes del Mediterráneo, debido a las posibles consecuencias de la plaga de morbillivirus.

También ha comentado el tema de los varamientos masivos. ¿Estaría entonces el ser humano detrás de este problema?

Hoy hay potentes herramientas para la gestión y conservación de los cetáceos; el problema viene a la hora de aplicarlas
Cuando un cetáceo está enfermo y se encuentra cerca de la costa intentará venir a una playa para no hundirse y descansar. No podemos olvidar que son mamíferos y tienen que respirar aire con sus pulmones a través del espiráculo. Esto no quiere decir directamente que haya un impacto antropogénico, sino simplemente es el ciclo de la vida. Otro caso muy distinto es el de los varamientos masivos, que como he dicho pueden estar relacionados a actividades militares, y que ocasionaron la muerte a grupos de zifios en Canarias en 2002 o en Almería en 2006. En otros casos, como por ejemplo los calderones comunes, a los que es muy común verlos en grupos de cientos de animales en zonas como Australia, se ha relacionado con problemas de desorientación.

¿Qué medidas deberían tomarse para asegurar la conservación de los cetáceos?

Hoy hay potentes herramientas para la gestión y conservación de los cetáceos, como la Directiva Hábitat, que asegura la protección de áreas marinas en función de la presencia de especies vulnerables, la nueva Ley para la Biodiversidad, y el Real Decreto de Protección de Cetáceos. El problema viene a la hora de aplicar dichas herramientas. Por ejemplo, es muy importante que se aplique el Real Decreto en áreas como la Costa del Sol, donde hay un avistamiento de cetáceos de tipo comercial, muchas veces encubierto, y totalmente descontrolado. De la misma forma, es fundamental llegar a un acuerdo sobre las reservas de atún rojo, para el caso de las orcas, así como regular el tráfico marítimo, responsable de colisiones con grandes cetáceos, las actividades militares y los problemas de vertidos. Sin embargo, el principal problema es el desconocimiento que tenemos todavía de estas especies.

Precisamente, para conocerlos mejor, CIRCE desarrolla trabajos de investigación de cetáceos en el Estrecho de Gibraltar y Golfo de Cádiz desde hace casi diez años. ¿A qué conclusiones han llegado?

Se ha comprobado que una de las fuentes más importantes para su conservación es la actividad de avistamiento
Hemos desarrollado una base de datos que permite medir tendencias poblacionales a largo plazo. Al ser especies longevas, los efectos de cualquier problema no se ven a corto plazo. Así, hemos podido identificar a más de nueve especies en el Estrecho, de las que el calderón común y las orcas han sido las más estudiadas, sobre todo sus problemas. Paradójicamente, se ha comprobado que una de las fuentes más importantes para su conservación es la actividad de avistamiento.

¿El avistamiento de cetáceos como actividad lúdica es una de las fuentes de conservación más importantes?

Reitero que el peor de los problemas de los cetáceos hoy día es el desconocimiento. Para respetar a estos animales es fundamental conocerlos. Además, el simple hecho de que cientos de miles de personas, como en Andalucía, o casi un millón de personas, como en Canarias, observen a los cetáceos en su medio natural cada año, y que en muchos casos sea una actividad muy lucrativa, hace que las administraciones públicas decreten medidas de conservación especiales, como el citado Real Decreto, totalmente innovador en Europa. Y para conocerlos mejor también es fundamental apoyar las investigaciones científicas sobre sus abundancias, hábitos, comportamientos y problemas de conservación.

¿Qué zonas de avistamiento recomendaría en España?

El Estrecho de Gibraltar es uno de los puntos en Europa más impresionante para observar cetáceos en su medio natural
En Canarias se pueden ver principalmente delfines mulares y calderones tropicales, así como cachalotes, y hasta casi una veintena de especies. En el Estrecho, nos deleitará observar calderones comunes, delfines mulares, cachalotes, orcas, rorcuales comunes, delfines comunes y delfines listados. Es probablemente uno de los puntos en Europa más impresionante para observar cetáceos en su medio natural.

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