Lucha local contra el cambio climático

Las actuaciones municipales para frenar el cambio climático comienzan a notarse, pero servicios como el transporte tienen que mejorar bastante
Por Alex Fernández Muerza 12 de noviembre de 2007

Las iniciativas de los ayuntamientos contra el cambio climático empiezan a dar buenos resultados, aunque aspectos como el transporte, el principal emisor de los contaminantes gases de efecto invernadero (GEI), tienen todavía bastante que mejorar. Estas son algunas de las conclusiones del primer informe sobre las Políticas Locales de Lucha contra el Cambio Climático, realizado por la Red Española de Ciudades por el Clima (RECC), compuesta de 140 municipios (unos 18 millones de ciudadanos).

Las decisiones tomadas a nivel municipal son un elemento básico para frenar el cambio climático. Ello se debe en gran parte a que son los principales responsables de gestionar las políticas relacionadas con los sectores difusos (urbanismo, vivienda, tráfico urbano y residuos urbanos), los más difíciles de abordar a la hora de reducir emisiones de GEI.

ImgImagen: B S KEl informe ofrece diversos datos sobre el problema y analiza las medidas adoptadas desde la creación de la propia RECC, hace dos años y medio, en los sectores clave para reducir el cambio climático. Así, los datos del informe muestran que la principal fuente de emisiones de GEI, en las ciudades de la Red, es el transporte (39%), seguida por la industria (24%) y los usos domésticos (19%).

En este sentido, a pesar de que el 67% de los Ayuntamientos han implantado medidas destinadas a calmar el tráfico, este apartado sigue siendo la principal fuente de GEI en las ciudades. El secretario general para la Prevención de la Contaminación y el Cambio Climático, Arturo Gonzalo Aizpiri, señalaba en la presentación del informe que «no se está haciendo lo suficiente» e insistía en la necesidad de la aplicación de planes de movilidad en todos los municipios.

Casi siete de cada diez habitantes en los municipios más pequeños utilizan el coche para ir al trabajo
A este respecto, el informe apunta como medidas que deben contemplan los planes de movilidad sostenible en la lucha contra el cambio climático, la promoción, mejora y extensión de las redes de transporte colectivo, el fomento de los desplazamientos más sostenibles y la pacificación del tráfico dentro de la red urbana.

Las diferencias apreciadas por tamaño de municipio son otro de los puntos interesantes del estudio. Paradójicamente, casi siete de cada diez habitantes en los municipios más pequeños (menos de 50.000 habitantes) utilizan el coche para ir al trabajo. A medida que aumenta el tamaño de los municipios se incrementa el uso del transporte colectivo, pasando del 10,3% en los de menos de 20.000 habitantes al 36,4% en los de más de 150.000. En cualquier caso, el transporte es el apartado que más contribuye a las emisiones de GEI en todos los tipos de municipios.

Por su parte, la industria es una fuente de emisiones de GEI relevante en los municipios de tamaño medio; la agricultura adquiere más importancia en los municipios de menos de 20.000 habitantes; mientras que los servicios, incluyendo el comercio, destaca en municipios de más de 150.000 habitantes.

Medidas positivas llevadas a cabo

Las medidas llevadas a cabo recientemente en los municipios están teniendo una repercusión positiva en la lucha contra el cambio climático, según los responsables del informe. Por ejemplo, la tasa de emisión per cápita en las ciudades de la Red ascendía en 2003 a 5,6 toneladas anuales de CO2 equivalente, cifra que aumentó en 2004 y 2005. Sin embargo, en 2006 se redujo hasta situarse muy cerca del valor inicial.

Ahora bien, el estudio encuentra importantes diferencias en la emisión de CO2 en función del tamaño de los municipios. Los de tamaño mediano (entre 20.000 y 150.000 habitantes) han sido los que más han reducido sus emisiones en 2006 respecto al año anterior.

En cuanto a las actuaciones para el ahorro y la eficiencia energética, el nivel de aplicación es «heterogéneo pero significativo». En términos generales, se ha reducido el ritmo de consumo de energía eléctrica en estas ciudades, que ha pasado de de crecer un 4 % durante 2004 y 2005, a crecer un 1,6 % en 2006.

El 54% de los municipios ya prevé aumentar los espacios verdes en su planeamiento urbanístico
Por su parte, casi la mitad de los Ayuntamientos ha emprendido campañas de sensibilización pública con esta finalidad y ha implantado sistemas de energías renovables en algún recinto municipal. Asimismo, casi un 60% ha aprobado ordenanzas fiscales con bonificaciones por la utilización de energías renovables, más de un 31% ha realizado auditorías energéticas, y un 15% ha promovido la arquitectura bioclimática.

El incremento de zonas verdes es otra de las medidas que se tienen cada vez más en cuenta: El 54% de los municipios ya prevé aumentar estos espacios en su planeamiento urbanístico. En este sentido, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que las ciudades dispongan, al menos, de 10 a 15 m2 de áreas verdes por habitante, puesto que además de contribuir a la mejora de la calidad del aire, hacen de las ciudades lugares mucho más habitables.

Asimismo, el informe señala que el 90% de los Ayuntamientos ha puesto en marcha mecanismos de participación ciudadana, de acuerdo con los criterios establecidos en la Agenda 21, y que otro 13% ya dispone de un foro de participación ciudadana específico sobre reducción de GEI. Además, los responsables del estudio han detectado que se están iniciando acciones de desarrollo de objetivos de los Compromisos de Aalborg.

El importante papel de los Ayuntamientos

La Estrategia Española de Cambio Climático y Energía Limpia, Horizonte 2007-2012-2020 (EECCEL), promovida por el Ministerio de Medio Ambiente, trata de que España cumpla sus compromisos en materia de cambio climático y de impulso de las energías renovables. Para ello, cuenta con 198 medidas y 75 indicadores para su seguimiento, dentro de los objetivos de la mejora del bienestar social, el crecimiento económico y la protección del medio ambiente.

En este sentido, la EECCEL considera “clave” el papel de los Ayuntamientos. En concreto, estima que, para lograr el 40% del objetivo de emisión de GEI del Plan Nacional de Asignación 2008-2012, se requiere que las instituciones locales y autonómicas pongan en marcha, de forma compartida, 118 de las 198 medidas.

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